Capítulo 32

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La tranquilidad de Lucía y Thiago es interrumpida por la voz de la madre de Lucía que anuncia que tanto Zac como Perla los esperan afuera. Cuando los jóvenes salen de la casa pueden visualizar efectivamente a Perla a lado de Zac con su mirada de fastidio.

- ¿qué pasa? - pregunta Thiago intercambiando miradas con Zac.

- por lo que veo no te han contando nada- Sigue su amigo,

- ¿qué cosa?-

- fueron al bar-

-¿qué?- Thiago frunce el entrecejo,
- ¿solas?-

- no- ruge Zac, - con Theo y Thomas-

- ¿humanos?- está vez la mirada del hechicero va para Lucía que permanecen  en silencio.

- lobos- los ojos se Zac desprende  chispas.

- ¿qué? ¿Es un chiste verdad? ¿No se suponía que estábamos en esto juntos? ¿Cómo se les ocurre pisar ese territorio con ellos?-

- Jeffrey pensó que era buena idea el que sea así. Pondríamos  todo en peligro si nos vieran con ustedes-

- pero es nuestra guerra, nuestra pelea-

- Thiago tiene razón- sigue Zac,
- debían de habernos avisado, no me imagino que estén en ese tipo de lugar con hombres así, acompañados de los jóvenes que no son de Centralk, que no saben absolutamente nada de sus cualidades- respira hondo antes de girar sobre sus talones en dirección a la salida.

- Zac- Thiago sigue a su amigo.

- actúan como si fueron unos niños- dice Lucía haciendo que Zac vuelva sobre si.

- ya te lo había dicho. No me importa como estén las cosas pero no permitiré que ustedes estén en peligro bajo la protección de esos jóvenes. No entiendo a Jeffrey, sinceramente, no lo entiendo- les da una última mirada a las amigas para alejarse. Thiago no dice ni una palabra más para variar y sigue a Zac.

- ¿qué demonios pasa aquí?- Perla busca la respuesta de la palpable escena de celos que habían presenciado.

- no les gusta para nada Theo y Thomas- resopla.

- ¿Jeffrey debería saber de eso?-

- creo que si- se encoje levemente de hombros con  un largo suspiro entre esos espacios.

Al día siguiente tenían un día libre, una día fuera de Centralk, un día fuera del instituto de los hechiceros,  fuera de todas las miradas críticas de las personas que no entienden para nada lo que sucede. Ese día quedaba libre también para los demás integrantes de la población estudiantil que sería un receso porque al día siguiente se realizara una festividad. Mas bien un especie de reunión donde asisten todos los clanes frente al gran edificio de Centralk. Se realizan varias actividades, como luchas, tiros al blanco, carreras de obstáculos, hechizos, y de más, todo para mantener el orden social o al menos eso se pretendía en ese tipo de reuniones que se realizaba todos los años sin falta, bajo la atenta mirada de la lider de Centralk, aunque quizás su cabeza no giraba en torno a lo que sucedería en la reunión que para sus pares era muy importante, sino que sus pensamientos estarán en la cumbre, con los hombres,  los libres, los traicioneros que quieren acabar con ese orden tan amplio que es Centralk.

Las amigas aprovecharon ese dia libre y se lo comentaron a Jeffrey que les propuso el ir a dar una especie de paseo por la ciudad. Cuando llegan frente a la casa de Jeffrey, el mismo no tarda nada en salir, con una gorra gris de lana sobre su cabeza, con sus cabellos a un costado para ocultar su rostro, vestido con zapatos, pantalones y remera negras dejando al descubierto el tatuaje que yace en su brazo.

- vamos - habla a medida que empieza a caminar junto a las jóvenes.

Las chicas a medida que dan  cada paso por las calles de la ciudad le cuentan  a Jeffrey lo sucedió en la noche anterior. Él las escucha con atención, con su mirada al frente, sin revelar la mínima expresión hasta que las amigas terminan su relato.

- ¿todo eso?- una sonrisa de lado se dibuja en su rostro, - es bueno saber que darían sus vidas por ustedes, y estoy más que seguro que ustedes harían lo mismo por ellos pero tanto amor es peligroso. Hablaré con ellos no se preocupen, esto se va a solucionar pero las necesito concentradas-

- si- hablan las dos.

Siguen caminando hasta que llegan a las inmediaciones del centro de la cuidad y se ubican entre unos altos y robustos árboles de una plaza que están justo frente a una universidad. Del edificio empiezan a salir jóvenes, riéndose, agotados, emocionados. Un par de ellos se reúnen en grupos en la plaza, algunos terminan por sentarse en el césped y otros permanecen de pie.

- ¿qué hacemos aquí?- salta Perla sin entender porque hacen ese tipo de paradas.

- observando- le contesta Jeffrey con su mirada puesta en un  grupo  de cinco jóvenes.

- Jeff no se supone que tienes que estar oculto y estamos casi en el centro de la ciudad, frente a una universidad en una plaza minada de personas- sigue Lucía.

- ninguno de los estudiantes son libres o pertenecen a Centralk- Jeffrey se recuesta sobre uno de los árboles aún observando al pequeño grupo.

Perla y Lucía intercambian miradas, luego optan por seguir el camino que deja la mirada de Jeffrey que desemboca en ese grupo de dos mujeres y tres hombres. Las mujeres claramente pasan de ser percibidas por el hechicero, ya que su atención recae en alguno de los hombres.
Uno de los tres era alto, moreno, con dos oyuelos en sus mejillas, el otro era bajó, pelirrojo y pecas surcando su rostro y el último, alto, delgado, tés blanca, cabello castaño, con un arete plateado en su oreja izquierda y en el mismo lado un tatuaje descansa sobre su antebrazo. Ese joven, le da miradas un tanto relajadas a sus compañeros, hasta desinteresada, y muy en vez de en cuando, una leve sonrisa se asoma a su rostro.

- Jeffrey- murmura Lucía.

- ¿si?-

- ¿Sean?-

El hombre asiente con una sonrisa.

- Ho diablos Jeffrey tiene algo tuyo-

El hechicero  no puede evitar reír ante el comentario de Perla, - es buen chico-

- digno hijo tuyo- continua Lucía.

- no sé si soy dignó de él - le dedica una última mirada, - hay que irnos- anuncia para desaparecer entre los árboles antes de que Sean se voltee hacia la dirección donde ellos estaban, como si se hubiera dado cuenta que alguien lo observaba pero no tenía como saber que entre esos alguien se encontraba su padre.


Nos leeremos❤

Las Marcas De La Traición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora