Holly Sink es buena huyendo.
Huyó hacia Fareven, lejos de todos sus sentimientos, lleva un violín atado a su cintura y una tupida falda de tull como escudo.
Su vida reciente como universitaria no parece tan mal hasta que conoce la debilidad de todas...
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Mi galería de fotos está llena de los mensajes que envía un desconocido. La foto del mes de noviembre es la continuación de la que recibí en clases.
Es de Kasper, sentado al costado de Millie.
He intentado averiguar de quién proviene, pero Jadyer dice que son celulares desechables y muy difícilmente sabremos donde lo compraron. Usualmente para comparar un aparato telefónico, uno debe contar con su identificación, pero para ello necesitamos saber dónde fue el local de compras. Sin eso, rastreando la ubicación desde donde lo enviaron, no es suficiente.
Menos cuando su ubicación aparece en Canadá.
—El anterior fue cerca a la frontera en el lado oeste —murmura Jadyer. Se acerca más a su computadora y teclea números para aparece un mapa en negativo que ubica un punto del lugar. Luego vuelve a poner una encriptación y un punto cerca a Alaska, aparece. Sucesivamente lo hace, entre los ocho últimos mensajes y la misma imagen de hace medio año se expresa—. Va a suceder en el mismo lugar este mes, Blyne. ¿Aún no sabes quién es?
Niego con la cabeza y junto las manos, frente a mí, con los codos apoyados en mis rodillas.
—No conozco a alguien de Canadá. Mis padres son originarios de aquí.
—Hablo de tu familia verdadera —murmura concentrado en su trabajo. Es bueno que haya vuelto de Inglaterra ya que las llamadas no son lo mismo que ver, físicamente, como descubrimos quien me atormenta—. Un hermano, tu padre o una madre ¿Ya sabes quiénes son?
Tenso la mandíbula.
Jamás buscaría a mi familia verdadera que se encargó de deshacerse de mí, tirando a un frágil bebé frente al orfanato más cerca a la frontera. Sé que mi nacionalidad no es la que tengo, pero mis orígenes se desligaron una vez se despidieron de mí.
El jamás, esta vez, será cierto.
—No conozco a nadie que tenga que ver con mi pasado, Jadyer.
No es secreto que el rector de la FCU, no es mi verdadero padre o que guarde algún parentesco biológico conmigo. Es un secreto a voces que no es inicio de un rumor. Es verdad.
—Tu anterior familia... Pueden intentar extorsionarte.
—Los mensajes son sin descripción. No piden algo a cambio, solo llegan.
Él aparta la vista del trabajo que hace y se concentra en analizarme. Demonios, no soy una rana de laboratorio.
—¿Sabes hasta donde pueden llegar?
Asiento. Conozco el lugar donde a Millie le encantaba sentarse al borde para observar el panorama desde ese lugar. Sentirse libre, cerca al cielo que nadie puede alcanzar. Es Dawn Center, un anterior mall que fue abandonado.
Sé que la persona detrás de esto, le encanta atormentarme con el final.
