033 | Yuxtaposición

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Quedan dos semanas para Navidad

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Quedan dos semanas para Navidad. Quedan menos de un mes para Soddaria y quedan solo unos días para salir de vacaciones por festividad.

En realidad no sé qué hago aquí. Ocupando un cuarto que ya no me pertenece porque no soy alumna de la FCU. A menos, no legalmente, porque aún ayudo en la orquesta y llevo algún fiambre para todos los chicos con Tyler acompañándome.

Últimamente a estado pendiente de mí y mi hermano... Es algo complicado.

—Deberías utilizarlo al revés —comenta Eddana.

—A mí me gusta así —comenta Charlotte y juega con la cinta métrica haciéndola rodar por el suelo—, las costuras visibles se ven extraños.

—Me gusta verme extraña y rara, y fuera de lo común. Ser una vista agradable para lo cotidiano —pronuncio sonriente.

—Exacto —dice Danielle quien lleva un pijama color amarillo con una capucha del rostro de un pollito—, te veo y digo, vaya, me gusta mi ropa común a vestirme así.

La miro entre molesta y divertida. Pero al final ella termina riendo y todas nos contagiamos.

Hoy es el último juego de Marcell, antes de salir de vacaciones durante tres semanas por Acción de Gracias y Navidad. Año nuevo, también, pero más es por la nieve de este mes que nos hace quedarnos en estado de hibernación hasta la próxima primavera.

Es como una despedida contra el otro equipo de la universidad del distrito aledaño, y que nuestra mascota sea un carnero de color azul y celeste, me hizo acordar de los retazos de tela denim que guarde de todos los pantalones que destroce anteriormente. Básicamente solo tengo faldas, con tull más que nada, nada de pantalón excepto el que utilice hace un dos años con la basta ancha y al estilo de una rumbera.

No toque ese pantalón hasta hace unos días, específicamente cuando fuimos con Eddana al bar donde trabaja Blyne; porque de eso estoy segura. Él trabaja ahí, no hay otra explicación por la que tenía el antifaz y encima servía alcohol a cualquier persona.

Prefiero no recordar nada de eso. Nada porque estoy tranquila sabiendo que él no estará por estos días, hasta las festividades, por las entrevistas en canales virtuales o emisoras de radios que aceptaron escuchar su disco casero.

Tyler me lo contó y estoy muy agradecida de saberlo. Marcell está en su gloria porque no vera el rostro del pelirrojo en el departamento que comparten y por lo que también está buscando otro sitio dónde quedarse después de volver de las vacaciones.

—En realidad, me gusta. Es diferente y bonito.

—Gracias, uh, aunque mis manos no estén felices de ello —comento y observo los pinchazos que tuve en el transcurso de coser. Las amigas no entraban fácilmente y cuando las empujaba terminaba mi piel recibiendo el pinchazo. Ese es el problema de no tener una máquina de coser cerca—, peeero me gusta el resultado.

Donde está el arcoírisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora