Él sonrió mirándo a la pequeña rata humana, arriba la música seguía y el show debía continuar.
Era viernes, maldita sea. Hoy era noche de lasaña. Quizás si daba prisa y no había demasiado atasco para salir de la ciudad...
—Charles, maldita sea Charles...Confíaba en tí.
Charles había administrado las finanzas de su club por años, bueno, eso había sido hasta que se había ido a la quiebra y la idea de robar a su jefe, sonaba muy bien en su pequeña cabeza de gusano.
—¿No te dí todo, Charles?
El sótano lleno de refrescos e insumos sonaba cómo un buen lugar de tortura. Máx pensaba que sonaba a una mala idea por todos lados, sus tocs estaban arañando su espalda cómo malditas serpientes. Grizzly rodó los ojos y negó y simplemente puso un delantal sobre la ropa cara de Máx.
El tomó su navaja entre sus nudillos quedando apenas una pequeña punta filosa sobresaliendo. Odiaba tener que llevar guantes de latex porque el control era menor sobre las armas, pero el caso lo requería. Se acercó sonriendo ampliamente mientras miraba al hombre retorcerse.
—No puede hacerme esto...
—En realidad, si puedo amigo mío.
—Yo no he sido, tiene que confiar en mí.
—La confianza se puede perder... —miró su cuchillo un momento moviendo su puño de un lado a otro—. Con tan sólo un acto.
Llevó su puño al pecho del hombre, atado a una silla de metal. Viéndo líquido caliente teñir la camisa del hombre lentamente, casi como una danza.
—Verás, Charles... La verdad estoy algo confudido amigo, faltan casi cien de los grandes en mis cuentas. Pero oye, has sido un viejo inteligente, has ido sacando de a pequeñas cantidades... ¿Qué son treinta mil dólares para un ricachón, verdad? Pero, la cosa se ha descontrolado...
—Yo... No he sido.
—Charles... No juegues esa carta —Apretó su puño moviéndolo a ambos lados clavando la pequeña navaja más dentro.
El hombre gimió apretando su mandíbula.
—P-puedo jurarlo...
—¿Por tu madre Charles?
—S-si...
—Vaya... —Se apartó y la sangre comenzó a espacirse rápidamente dejando una fea mancha rojiza en la tela—. Estoy impresionado Charles, realmente eres un gusano.
Acordes lejanos llegaron hasta las frias paredes de cemento, era una lenta canción de Christina Aguilera.
La pequeña Caty estaba en el escenario. Ellos realmente amaban ese baile.—Bueno Charles, por tu madre, haremos esto entonces... Vamos a jugar un rato.
—P-puedo decirte, puedo recuperar el dinero.
—¿El dinero? Oh no... —Lo miró con fingida sorpresa abriendo su boca ligeramente, para luego lanzar una sonora y fría carcajada—. No me interesa el dinero, en unos días tendré el doble de eso. No amigo, me interesa tu dolor.
—¡Eres un mounstruo!
Se quedó en silencio mientras pensaba qué podía utilizar a continuación mirando la larga mesa y todos los utensilios de tortura, el hombre forcejeaba inútilmente mirando hacia la puerta gritando. Este negó varias veces y se acercó al hombre, colocando su gran mano sobre el hombro de su empleado.
—Verás Charles, hace mucho dejé de ser un mounstruo... Ahora, soy mucho mas que eso, tengo empatía ¿Sabes? Mierdas de vivir con un estirado solitario... Un pájarito me ha contado que te gustan los jovencitos...

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Grizzly (Parte I)
RomanceMaximiliano Woods. Empresario reconocido, hijo de una buena familia neoyorkina,luego de que su familia muriera y él tuviera un horrible accidente, su vida se volvió cenizas al despertar y verse lleno de cicatrices y quemaduras. Vive para su trabajo...