Capítulo veintiuno parte 2

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-¿Cuándo pensabas decírmelo?

-No teníamos las pruebas suficientes... No sabemos cómo han llegado aún.

-Maldita sea, ¿en qué país de mierda vivo que traen niños indocumentados hasta el maldito Nueva York ante las narices de la CIA y los ineptos del FBI?

Max estaba furioso mientras tiraba al hombre al suelo.

-Será mejor que te vayas... ¿Quién es al que se están llevando?

-No es nadie, estaba yendo a la comisaría a denunciar al gordo Márquez... Es de mis chicos ahora -dijo Max mirándolo mientras mostraba su punto.

No podrían tocarlo.

-Será mejor que te vayas ahora, te llamo más tarde.

Su teléfono comenzó a sonar y Max lo tomó de mala gana mirando la pantalla mientras se alejaba por la parte trasera de la bodega saliendo hacia su vehículo.

-Dime.

-¿Max? L-lamento molestarte... ¿Pero podrías venir a por mi? E-estoy en la guardería de Emma... Hmmm por favor.

Frunció su ceño mientras escuchaba a una Lizbeth muy nerviosa al otro lado del teléfono.

-Sí, ¿estás bien?

-N-no... Por favor ven por mí...

-En camino -dijo cortando mientras encendía el motor del vehículo.

La adrenalina corría por sus venas, era tarde, sabía que hoy habían tenido un acto escolar y una reunión de padres pero ¿qué tanto se había alargado? Liz se había escuchado asustada, él nunca había escuchado ese tono en su voz. Aceleró mientras su cabeza iba a mil y sentía poco a poco a Grizzly salir tomando el control.

Aparcó en doble fila mientras saltaba del vehículo entrando directamente al edificio. Sentía su pecho vibrar y aún seguía con toda la rabia por no haber podido dar con los niños antes que el FBI...

-¡Liz! -Vocifereó subiendo las escaleras ignorando al portero, mientras buscaba la clase amarilla , esperaba fuera esa el aula, ellas hablaban de eso todo el día y era la única con la luz encendida aún.

Cuándo entró sin llamar pudo ver a Liz luciendo incómoda mientras un hombre la tenía contra una pequeña mesa dónde ella estaba sentada de forma incómoda. Parecía estar intentando encontrar las palabras adecuadas.

-Lizbeth -dijo acercándose rápidamente.

Ella saltó cómo si la silla quemara y lució inmediatamente aliviada mientras iba hacía él.

-Max... Gracias por venir a recogerme.

-Hola, ¿quién es usted? -El hombre también se levantó de golpe luciendo intimidado por su tamaño.

-Su novio -espetó Grizzly de mala manera mirando al hombre mientras tomaba la mano de la mujer colocándola contra sí mismo.

-E-encantado señor... -El hombre que era mas bajo que él miraba directamente sus cicatrices sin disimular su desagrado.

-Máximo Woods-gruñó-. Es tarde para una reunión.

-Estabamos discutiendo con la señorita Lizbeth algunos asuntos de las cuotas...

Grizzly la miró mientras ella lucía apenada.

-¿Qué pasa?

-Me temo las cuotas van a subir y la señorita me estaba explicando que no podrá seguir costeandolo, este mes ya recibimos un mes vencido por su parte... Estabamos charlando sobre un plan de pago... En cuotas.

Grizzly (Parte I) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora