NARRA BETHANY
Las semanas pasaban rápidamente. Christian venía la mayoría de las noches a dormir. Un viernes, vinieron las chicas y Thomas y, junto a Jonathan, April y Nathan, hicimos una guerra de almohadas. Chicos contra chicas. Ganamos nosotras obviamente.
Respecto a la apuesta, Christian y yo habíamos intercambiado algún que otro beso rápido, pero todos en contra de mi voluntad. Quedaban tres días para completar el mes y cinco para las vacaciones de Navidad. Él había intentado besarme, un beso de verdad, pero yo me había resistido o había escapado de él. Me había costado toda la fuerza de voluntad que tenía. Cada vez faltaba menos, y entonces podría dejar que me besase, porque lo deseaba con toda mi alma. Lo que sentía por Christian había pasado a otra categoría, por así decirlo, pero no creía que fuese amor.
No había vuelto a recibir ningún ataque de los hombres-lobo. Ni yo ni Charlotte. Michael y ella estaban en las mismas que Christian y yo. Mi relación con Michael era genial. Nos habíamos hecho amigos, buenos amigos. No importó que yo fuese una bruja. Sus padres querían conocernos a Charlotte y a mí. Bianca, su hermana, nos odiaba a muerte.
Christian se había encargado de avisar a todos que nos íbamos de vacaciones a su isla. Sus padres lo había aprobado, ya que ellos se marchaban por trabajo a Moscú. Mi familia estaba entusiasmada. A Thomas no los dejaban. La familia de Thomas se iba a visitar a sus abuelos (las típicas vacaciones familiares). Por lo que eso nos dejaba en: papá, mamá, Nathan, Jonny, April, Jessie, Violet, Charlotte, Mike, Chris y yo. Sé que no dejaban ir a Thomas, y que Christian y Michael venían gracias a él, pero lo dejé pasar. No nos haría ningún mal pasar las vacaciones con ellos. Y no nos iba a costar ni un euro. Mis padres estaban impresionados. Una vez que le conté todo (excepto de qué trataba la apuesta), me regañaron diciendo que no debía apostar nada contra nadie, pero estaban contentos de que hubiese ganado. ¡Diablos, nos íbamos de vacaciones a una isla de lujo!
El noviazgo de mi hermano y Jessie había pasado a otro nivel. Ambos me lo habían contado mientras yo ponía cara de asco. A ver, me preocupaba por ambos, y quería saber lo que hacían, ¡pero no con tanto detalle,joder!
—¡Bethy! —la voz de mi hermano me sacó de mis pensamientos.
—¿Sí? —me di la vuelta.
—Chris te busca. ¿Qué hay entre vosotros dos? Si lo tengo que matar, me lo dices y...
—Lo primero: no tienes que matarle. Y lo segundo: aunque quisieras, ambos sabemos que no lo conseguirías. Tranquilo, Jonny. Entre Chris y yo no hay absolutamente nada.
—Porque tú no quieres.
Sonreí. Sentía a Christian detrás mía. No hacía falta que me diese la vuelta para saber que era él. Jonathan le saludo y él se colocó a su lado, frente a mí.
—Te busco.
—Eso me han dicho.
—Te han dejado esta carta en tu taquilla.
—¿La has leído?
—Tenía la esperanza de que tú la leyeses en alto.
—Está bien. Traéla aquí.
Me entregó el sobre, lo abrí y leí la carta.
Querida Bethany Knight:
Mis hombres te han intentado capturar en dos ocasiones, pero en ninguna han vuelto. Lo dejaré pasar. En cambio os quiero a ti o a Charlotte. Quizá podamos hacer un intercambio. ¿Conoces a Violet García?
Ian el Terrible.
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Muérete, amor [CORRIGIENDO]
Werewolf«-Bueno, ahora te vas a dar la vuelta, mirando hacia la ventana, mientras yo me pongo el pijama. -No hace falta. A mí no me importa que te desnudes delante mía. -Estoy segura de eso, pero a mí sí me importa, por lo que te vas a dar la vuelta...