Capítulo 4. Situaciones comprometidas

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Natalia estaba discutiendo por teléfono en el balcón. Parecía muy enfadada, se movía bruscamente y no paraba de soltar tacos.

- Me cago en todo, te he dicho que iré el próximo fin de semana! - Gritaba Natalia.

No tenia ni idea de qué hacer. Nunca la había visto así, apenas hacía 24h que la conocía, no sabía como actuar. Me acerqué lentamente a la puerta con miedo. De golpe, Natalia se giró y me vió a través de la puerta del balcón. No tenia buena cara.

- Luego hablamos, adiós. - Dijo Natalia y colgó sin esperar respuesta de la otra persona.

Natalia entró en la habitación y parecía enfadada.

- ¿Qué cojones quieres Alba? ¿Has estado escuchando toda la conversación? ¿De qué coño vas? - preguntaba Natalia de forma agresiva.

Yo seguía en shock, pero oír a Natalia hablándome así me destrozó. No era mi intención escuchar su conversación, solo venía a ducharme y no supe actuar ante esa situación. Los ojos se me empezaron a llenar de lágrimas. No merecía que me hablara así. Dolida me dí la vuelta para irme de esa habitación.

Antes de llegar a la puerta Natalia me cogió del brazo y me frenó.

- Lo siento, Alba, estoy muy nerviosa y no quería pagarlo contigo. - Dijo Natalia con voz temblorosa.

Natalia empezó a llorar y se desplomó al suelo de rodillas. Sentí como mi corazón se encogía al escuchar a Natalia llorar. Me giré e inmeditamente la abrazé. Las dos estabamos en el suelo de rodillas, abrazadas.

- Nat, no llores por favor, entiendo que no estés bien. - dije intentando consolarla, acariciando su espalda con mis manos. - Puedes contarme lo que sea, estoy aquí contigo.

- No.. No importa Alba, no quiero hablar del tema. - Dijo Natalia con la voz más pausada.

Dejé de abrazar a Natalia y al incorporarnos nos quedamos mirando a los ojos en un profundo silencio, nuestras caras estaban casi pegadas, prácticamente mi nariz podía rozar la suya. En ese momento mi corazón se aceleró, no sabía que estaba pasando dentro de mí, pero era una sensación nueva que desconocía. Natalia ya no lloraba y yo podía observar todos los detalles de su cara, se le había corrido el rimmel con las lágrimas pero aún así me asombraba lo guapa que era.
Finalmente Natalia rompió el silencio.

- Alba, tienes los ojos más bonitos que he visto nunca. - Dijo ella.

Prácticamente podía notar su aliento en mis labios cuándo me dijo eso. Mi corazón se aceleró aún más y podía notar como me ponía roja. Natalia lo notó y sonrió, después vi como cerraba los ojos y se acercaba a mis labios.

- Chavalas, ¿Qué hacéis?- dijo Julia.

Julia acababa de entrar en la habitación junto a Carlos y nos había visto en el suelo. Rápidamente nos levantamos y vi como Natalia se secaba las lágrimas detrás de mi.

- ¡Hola Julia! Nada, pensaba que había perdido unos pendientes pero ya los he encontrado. - Dije disimulando lo mejor que pude.

Julia pusó una cara extraña, enseguida supe que no me creyó pero por suerte no dijo nada más al respecto. Mientras, Natalia se fue al baño a limpiarse la cara y yo me preparé para ducharme.

Durante la ducha no podía parar de pensar en el momento en que Julia entró. Llegué a pensar que Natalia me quería besar pero me parecía absurdo, casi no nos conocíamos y ni siquiera sabía si tenia pareja o si era bi, como yo. Pero, la pregunta era: ¿Quería besarla yo? Desde luego era un NO. Natalia era guapísima y físicamente me atraía, pero no la conocía en absoluto, era tan misteriosa que me hacía tener muchas dudas cada vez que pasaba tiempo con ella. ¿Qué estaría pensando ella cuándo cerró los ojos? ¿Por qué se fijo tanto en mis ojos? Tenía dudas, muchas dudas y quería aclararlas, aunque no quería precipitarme, todavía era muy pronto para mostrarle mis ralladas, necesitaba más tiempo para conocerla y sacar mis propias conclusiones.

De repente, me vino Alex a la cabeza, desde anoche no había pensado en él. Me sorprendí y llegué a pensar si Natalia tenía algo que ver en eso.
Por un momento me puse triste pero a la vez me alegré de estar aquí y haber conocido a mis compañeros, en especial a Natalia, que ahora ocupaba casi todo el tiempo en mi cabeza, haciendo así que no pensará en lo que había dejado atrás.

Cuándo salí de la ducha vi a María en su cama escuchando música, ya había vuelto. Cuando me vió salir del baño se quitó los auriculares y me habló.

- Alba, ¿Que os pasa a ti y a Natalia? Me he encontrado a Julia y me ha comentado la situación en la que os ha encontrado. - dijo María

- ¡Ah! Nada, nada. - dije algo nerviosa.

- Tía, llevamos 24h juntas y parece que te haya parido, se que me estas mintiendo, cuéntame. - dijo ella.

La verdad es que me sentía muy cómoda hablando con María así que decidí contárselo.

- Me he encontrado a Natalia discutiendo con alguien por el móvil cuando he llegado a la habitación después de comer, pero ella no me ha querido contar nada y eso me ralla porque anoche yo le conté toda la movida con Alex. - dije desahogandome con María.

- ¿Y qué hacíais en el suelo? - Preguntó María.

- Pues nada, Natalia se derrumbó e intenté consolarla, aunque creo que no lo logré. - dije decepcionada.

- ¡Que fuerte! ¿ Y os liásteis? - dijo ella.

- ¿Pero qué dices Mari? No paso nada, literalmente. - dije yo entre risas.

- Qué pena, porque os he estado observando desde que llegamos y hacéis buena pareja. - dijo María.

- Que tonta eres. Te recuerdo que mi novio me ha dejado hace menos de 48h, no quiero pensar en nada que tenga que ver con el amor. - Dije yo quitándole importancia.

- Bueno, si tu lo dices.... ¿Nos vamos a tomar unas cervezas antes de cenar? - dijo María.

Asentí y nos fuimos a un bar cerca de la Residencia. Allí nos encontramos a Miki y Joan, así que nos sentamos con ellos.

Yo no podía dejar de pensar en la conversación con María, le había mentido. Realmente sí que he pensado en Natalia de esa forma, pero lo hacía de forma insconsciente, realmente yo solo quería que fueramos amigas, y así iba a ser. Nada de parejas, de líos, de amores. Mientras estaba sumergida en mis pensamientos, vi como Natalia entraba por la puerta del bar. ¿Cómo sabía que estábamos aquí? ¿Alguien tenía su móvil? Me entristeció pensar que le había dado su número a otros compañeros y a mi no, pero tenía mejor cara y eso me alegró.

Natalia cogió una silla y se sentó entre Miki y yo.

Pasamos una hora más en ese bar, hablando de todo un poco, incluso de la fiesta del jueves. Cuando Maria sacó el tema de la fiesta, Natalia parecía emocionada con la idea, ya estaba pensando en bebidas y en qué se iba a poner. Pero eso solo fue al principio, después de hablar de la fiesta, empezó a chatear con alguien por el móvil y su cara cambió, parecía preocupada, aunque notaba su esfuerzo por disimularlo, yo lo notaba.

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Después de cenar estábamos todos muy cansados y nos fuimos directos a la habitación a dormir.

Me tumbé en la cama a leer un libro que había empezado ayer. Cuando me di cuenta estaban todos dormidos menos Natalia, que estaba fumando en el balcón. Decidí apagar la luz que estaba cerca de mi cama y acurrucándome en ella, me intenté dormir. A los pocos minutos yo estaba casi dormida cuando noté que alguien se sentaba en mi cama y me abrazaba por detrás. Por la olor supe al instante que era Natalia. Ella pegó su cara a la mía y me dijo:

- Alba, eres la mejor, gracias. Buenas noches. - Dijo Natalia en voz baja.

Natalia me dió un beso en la mejilla pero yo me hacía la dormida, de nuevo no supe como reaccionar. Cuando noté que se había ido de la cama pude volver a respirar con normalidad. Ahora ya no tenia sueño, Natalia otra vez aceleró mi corazón y yo sentía cada vez más ganas de estar con ella. No quería ni pensar que me podría estar empezando a gustar. Lo borré inmediatamente de mi cabeza y decidí que para mí solo iba a ser una buena amiga, no quería nada más.

SHE | Albalia Fanfic | AlbayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora