Capítulo 15. Disculpa

5.7K 228 34
                                    

En cuánto sentí el olor de la chaqueta supe que era de Natalia. Me giré para comprobarlo y efectivamente estaba ahí, mirándome con cara de pena. Me abrazó. Yo me quedé parada. Ella se separó de mi y colocó sus manos en mis mejillas acercando su cara a la mía.

- Alba, lo siento, lo siento muchísimo. - Dijo Natalia mirándome a los ojos. - Vamonos a algun sitio, estás empapada.

Aparté sus manos de mi cara bruscamente. Sentía ira por todo mi cuerpo.

- ¿De que vas? - Le pregunté. - ¿Crees que puedes ocultarme cosas, rechazarme y encima dejarme plantada? Vete a la mierda.

No pensaba en lo que decía. Natalia no había ido a Pamplona pero no compensaba el dolor que sentía en ese momento, ni sabia por qué estaba aquí.

- ¿Has leído la nota, no? He ido a la residencia a buscarte pensando que estabas allí, pero Joan me lo ha contado - Dijo ella mirando hacia el suelo.

- Déjame en paz, Natalia. - Dije mientras me quitaba su abrigo de encima y empezaba a andar de nuevo.

- Para, Alba. - Dijo Natalia cogiendome de la muñeca para frenarme. - No quería hacerte daño, actué impulsivamente y soy gilipollas, pero he vuelto por ti, créeme....

No la creía. No era la primera vez que me fallaba y me cerré emocionalmente para evitar sufrir más.

- Es tarde, Natalia, estoy cansada de tu impulsividad, paso. - Dije yo.

- Dejame almenos explicarme, contarte lo que ha pasado y lo que siento, para que me entiendas, por favor. - Me suplicó.

Lo pensé, la última vez no dejé que se explicara y no fue una decisión acertada. Acepté escucharla aunque probablemente no iba a cambiar nada.

- Vamos a la habitación, necesitas darte una ducha caliente. - Dijo ella.

- No, estaran todos, Natalia. - Dije yo.

- Tranqui, hablé con Joan y se han ido todos a cenar fuera. Estaremos solas, vamos. - Dijo ella.

Natalia volvió a colocarme el abrigo encima de mis hombros y fuimos andando hasta la residencia. Estuvimos las dos calladas durante todo el camino, pensativas.

Ya habíamos llegado a la habitación. Las dos estábamos empapadas. Me dirigí al baño para quitarme la ropa y ella me siguió.

Esta vez no estabamos para juegos así que nos duchamos por separado y fuimos a la cama de Natalia, allí nos sentamos.

Natalia seguía con cara de pena y yo estaba seria, evitaba mirarla para que no me entraran ganas de llorar.

- Alba, quiero contártelo todo. - Dijo ella.

- Empieza. - Le contesté.

Natalia se empezó a poner nerviosa y no paraba de mover las piernas, lo cual me ponia nerviosa porque la cama no paraba de moverse.

- Primero de todo, siento si alguna vez has sufrido por mi comportamiento de mierda, realmente no he sabido controlar esta situación. - Admitió. - Siento también si alguna vez te has sentido rechazada. He notado como ya no eres igual conmigo y me duele, no sabes cuánto me arrepiento de no besarte aquella noche.

Mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas poco a poco.

- Esta tarde Mikel me ha llamando diciendome que solo me perdonaría si iba hoy mismo a Pamplona a hablar con él. No lo pensé y me fui, dejandote esa nota. - Dijo ella mientras se movía nerviosa. - Y lo siento, lo siento mucho porque en mi cabeza solo quería que me perdonara, me sentía mal por hacerle algo así después del tiempo que hemos estado juntos. Pero... no vale la pena, ya está hecho. Lo hice mal, sí, me he disculpado mil veces y no puedo hacer más. No puedo hacer más porque no le quiero, no quiero estar con él.

Levanté mi cabeza y la miré sorprendida.

- ¿Has roto con él? - Le pregunté.

- Sí. - Contestó.

Algo dentro de mi cambió. Supongo que sentía alivio al saber que Natalia había hablado las cosas con Mikel y había decidido dejarlo.

- Y si he vuelto es por tí, Alba. - Añadió cogiéndome de las manos. - No he cogido ese tren porque me gustas, me encantas, y no quiero hacerte daño. Quiero estar contigo.

No sabia a qué se refería con estar conmigo pero me gustaba la idea. Ahora miraba a Natalia con atención, mi corazón me decía que la creiera y mi cabeza.. mi cabeza aún estaba dudando. Sentía dolor por como había actuado pero ya no estaba enfadada. No quería pensar en el pasado, ella había vuelto por mí y estabamos juntas.

- No sé, Nat.. - Dije.

Natalia se acercó más a mi.

- ¿Te digo un secreto? - Me preguntó con media sonrisa.

Yo asentí. Ella se acercó a mi oreja.

- Te estoy empezando a querer un poquito. - Dijo ella en voz baja.

Abrí los ojos sorprendida por lo que me había dicho Natalia. Ella apoyó su cabeza en mi hombro. Estaba muerta de verguenza y no podía mirarme. Yo sonreí ante la situación. Natalia era tan tierna cuando quería...

- ¿Te digo yo a ti otro secreto? - Le pregunté.

Noté como Natalia asentía con la cabeza en mi hombro.

- Yo tambien a ti, aunque un poquito menos. - Dije sonriendo.

Me animé. No podía evitar rendirme ante la ternura de Natalia declarándose. Decidí darle una oportunidad a lo que teníamos. Al fin y al cabo, no podía negar que en mi interior, yo me estaba enamorando de ella.

Natalia se picó por mi frase y levantó su cabeza abriendo la boca sorprendida. Me empujó y quedé estirada en su cama. Las dos sonreíamos. Sabiamos lo que queríamos.

Natalia se puso encima mio de un salto. Ahora estaba estirada encima de mi y prácticamente no había espacio entre nuestras caras. Podía notar su respiración. Ella me miraba a los ojos mientras me acariciaba. Estaba guapísima, pensé.

- Odio llevar tanto tiempo sin besarte. - Dijo Natalia en voz baja mientras miraba mis labios.

Inconscientemente separé mis labios suavemente. Quería que me besara.


SHE | Albalia Fanfic | AlbayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora