Capítulo 18. Control

6K 194 52
                                    

Nos habíamos quedado en silencio en el baño. Natalia estaba apoyada en una de las paredes y yo estaba enfrente de ella.

Se me ocurrió una idea.

- ¿Nos duchamos juntas, Nat? - le propuse a Natalia.

A Natalia se le iluminó la cara y asintió.

- Pero esta vez nada de peleas, eh. - Dijo ella.

Solté una carcajada. Si ella supiera lo que yo estaba pensando...

Nos desnudamos y entramos juntas en la ducha. Coloqué la alcachofa en la pared para que el agua nos cayera desde arriba.

- ¿Me frotas la espalda, Albi? - me preguntó de espaldas a mí.

- Claro - respondí cogiendo el jabón.

Empecé a llenar de jabón la espalda de Natalia. Tenia una espalda preciosa, pensaba mientras le frotaba. Cuándo acabé me quedé acariciando su espalda y pasé mis manos hacia delante poco a poco, empezando a acariciar sus pechos.

Para entonces las dos ya estábamos llenas de jabón. Natalia se giró y me miró hacia abajo con una sonrisa pícara. Nuestros cuerpos seguían prácticamente pegados. Mis manos ahora estaban en su cintura. Ella puso las manos en mi cuello y se acercó.

Notar los labios de Natalia de nuevo me sabía a gloria.

Yo quería tener el control así que empecé a aumentar la intensidad de nuestros besos mientras empezaba a acariciar su culo, aún lleno de jabón.

Natalia parecía encantada cuándo era yo la que controlaba. Se dejaba llevar y lo disfrutaba. Su respiración era más rápida de lo normal.

Volví a llevar mi mano a sus pechos. Seguíamos besándonos mientras los acariciaba suavemente.

Mi mano empezó a bajar hasta su zona íntima. Allí me pare, quería jugar un rato con Natalia.

Volví a llevar mi mano hacia arriba. Natalia soltó un quejido entre besos así que volví a llevar mi mano a su zona íntima, rodeé la zona con pequeñas caricias y volví a subir.

En ese momento sonreí inconscientemente entre besos, ella lo notó, cogió mi mano con fuerza y la llevó hasta su zona íntima, abriendo las piernas.

Sonreí más aún. Natalia se moría de ganas y me apretaba el culo con fuerza, mientras su cadera se movía pidiéndome más.

No nos dimos cuenta y empezó a caer agua sobre nosotras, lo habíamos abierto sin querer.

Empecé a acariciar a Natalia con movimientos suaves pero repetitivos. Ella empezó a gemir de placer y se separó de mi boca.

Aproveché que ya no teníamos jabón y mientras seguía acariciando su clítoris, baje dándole besos desde el cuello hasta los pechos.

Noté los gemidos de Natalia más continuos y decidí introducir mis dedos en su interior, sin dejar de besarla ni acariciarla. Noté que estaba muy mojada y eso me encantó.

Natalia estaba apoyada en uno de los cristales de la ducha mirando hacía arriba, sus ojos se cerraban con la sensación placentera.

En muy poco tiempo Natalia hizo un gemido final muy característico y supe que había llegado al orgasmo. Su cuerpo dejó de estar en tensión y ahora me sonreía.

Cerré el grifo para evitar gastar más agua y la abracé.

- Dios, Alba... - dijo ella suspirando.

- ¿Qué pasa, cari? - le dije yo mirándola.

Ahora estaba relajada y se notaba en su mirada.

- Es.. es brutal lo que haces. - dijo ella.

Me empecé a poner roja.

- No será para tanto... - Dije yo.

- ¿Qué no? No he estado...

Antes de que Natalia acabara la frase escuchamos a alguien entrar por la puerta. Deseé que no entrars en el baño.

Oímos ruidos como si alguien estuviera buscando algo y nos quedamos las dos desnudas en silencio, aún abrazadas.

Miré hacia arriba para ver la cara de Nat y sin querer solté una carcajada, ella inmediatamente me tapó la boca mientras también aguantaba la risa.

Finalmente oímos como esa persona se fue de la habitación.

-¿Qué decías Nat? - le pregunté.

- Nada, nada. - dijo ella vergonzosa

- "No he estado..." - le repetí yo para que acabara la frase.

- .. más cachonda en mi vida. - dijo ella en voz baja. - Eso es lo que provocas en mí Alba Reche.

Me sentí satisfecha de que a Natalia le hubiera gustado tanto. Le sonreí con orgullo.

Salimos de la ducha y nos vestimos. Ahora estabamos relajadas y estiradas en mi cama esperando a los demás para ir a comer.

- Tengo ganas de hacer cosas contigo, Alba. - dijo Natalia pensativa.

- ¿No ha sido suficiente para tí? - la miré sorprendida pensando en lo de la ducha.

- Más que suficiente, tonta, me refería a ir al cine, a salir a pasear ... Tu y yo solas. - Dijo ella.

- Yo también - dije yo. - No se como lo haremos con los demás.

Natalia me miró con una sonrisa pícara.

- Quizás nos tengamos que esconder o te tengo que llevar a algun sitio para darte un beso... - dijo ella

Volví a sentir cosas en mi estómago, me encantaba la idea. Lo que había empezado a vivir con Natalia era, probablemente, lo más emocionante que había pasado en mi vida. Sonreí como una tonta solo de pensar en la suerte que tenía de tenerla al lado.

- Tienes cara de enamorada. - dijo Natalia riéndose.

La miré sorprendida y noté como me ponía rojísima.

- Calla, no te flipes. - Dije yo intentando disimular la verdad.

Natalia se empezó a reir, supongo que viendo lo evidente.

- Si algún dia quieres algo más conmigo, tendrás que ser tu la que da el paso, ¿Lo sabes verdad? - Me dijo ella. - Porque yo nunca lo doy.

- Conmigo estás dando tú los primeros pasos. - Dije yo.

- Ya.. porque tú has sido especial ... - Dijo ella mientras me miraba a los ojos.

Sin pensarlo le dí un beso en los labios y le acaricié la mejilla.

- Eres una persona increíble, Natalia. - Le dije yo.

Nos quedamos abrazadas en la cama después de ese momento tan bonito.

Mi móvil sonó. Me había llegado una notificación. Cogí el móvil de la mesita que teniamos al lado de las camas, sin dejar de abrazar a Natalia.

Cuándo vi el nombre, giré el móvil rápidamente y lo solté. Me quedé paralizada y todo mi cuerpo se tensó.

"Alex"







SHE | Albalia Fanfic | AlbayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora