Capítulo 11. Deseo

5.8K 233 46
                                    

Solté una carcajada. Me encantaba captar la atención de Natalia y adoraba su cara de enfadada mientras ibamos para el baño. Entramos, era un baño grande, Natalia cerró la puerta con el pestillo que tenía y se dirigió a mi. Estabamos solas.

- Alba, ¿Qué haces? ¿Te gusta esa chica? - Me preguntó.

La cara de Natalia parecía una mezcla entre enfado y preocupación. Yo aún seguía sonriendo por la situación.

- Me estaba divirtiendo, Natalia. Y sí, es muy guapa. - Dije yo intentando no reírme por la situación.

Natalia sopló y miró hacia arriba.

- ¿Algún problema? - Pregunté mirándola a los ojos.

- Ninguno, Alba. Tu sabrás. - Dijo cruzándose de brazos, mirándome hacia bajo. Natalia era más alta que yo. - Si quieres seguir con ella, vete.

Lo pensé. No quería volver, había estado deseando estar a solas con Natalia desde la fiesta.

- Quizás deberías volver tú, que tienes a tu novio esperando fuera. - Le solté sin pensar.

Ella levantó las cejas abriendo los ojos. Ya no me hacía gracia la situación, empecé a pensar en las ganas que tenía de besarla y a la vez, pensar en lo que podrían haber hecho en el hotel, me frenaba.

- ¿Te molesta que este Mikel aquí? - Me preguntó.

- No, lo que me molesta es que casi me besaste en la playa y mientras yo he estado en el hospital tu has estado follando con tu novio en un hotel. - Le dije empezando a mostrar mi enfado.

Mi cuerpo se encendía cada vez más cuando pensaba en la posible situación del hotel. Sabía que no podía echarle nada en cara, no eramos nada y era libre de hacer lo que quiera con su vida. Aún así, el alcohol me hacía ser más impulsiva.

- No he follado con nadie, de hecho, llevamos meses sin follar, Alba. Y ni ganas, la verdad - Dijo Natalia rápidamente, transmitiéndome sinceridad. -

- ¿Y por qué no lo has desmentido en la cena? - Pregunté.

- Intento evitar el mínimo problema con Mikel estos días. - Dijo Natalia. - Me da igual lo que diga.

En ese momento mi enfado desapareció. Ya no había ninguna barrera que me frenara a hacer lo que realmente estaba deseando.

Natalia estaba apoyada en una de las paredes del baño. Fui hacia ella mirándola con una sonrisa, ella me miraba extrañada. Me pegué a ella y la abracé, rodeando mis brazos en su cuerpo. Ella me correspondió el abrazo. Apoyé mi cabeza en su pecho y sentí como su corazón iba muy rápido.

- Estás nerviosita, churri. - Dije con una sonrisa en la boca.

- ¿Quieres ver quién se pone más nerviosa? - Dijo ella desafiándome.

Noté como las manos de Natalia iban bajando por mi espalda, hizo una pausa al llegar al principio de mi culo, pero luego siguió bajando mientras me acariciaba. Mi corazón se aceleró muchísimo.

- Me encanta tu culo. - Susurró Natalia.

Dejé de apoyar mi cabeza en su pecho y miré hacia arriba para ver la cara de Natalia. Ella me miraba y ahora tenía su mano acariciando mi cara mientras me apartaba el pelo.

Era preciosa, su cara, sus ojos, su nariz, sus labios, todo.

Vi como sus labios estaban ligeramente separados y no me pude resistir. Acerqué mis labios a los suyos impulsivamente y ella me correspondió. Nos empezamos a besar con movimientos suaves. Cerré los ojos. Una sensación dentro mí empezo a estremecer todo mi cuerpo. Quería más.

Fuí aumentando la intensidad y la velocidad de los besos guiando a Natalia. Yo tenía el control y eso parecía que le gustaba.
Los besos eran largos, intensos. Jugábamos con nuestras lenguas. Natalia siguió acariciándome el culo y mis manos iban acariciando todo su cuerpo.

Empecé por el cuello, fui bajando hasta su pecho y lo acaricié. Ella gimió mientras seguíamos besándonos. Mis manos seguían bajando y deseé meter la mano por debajo de su vestido. Lo hicé. Noté como sus piernas se separaban mientras acariciaba sus muslos. Ella también quería más y lo notaba por como agarraba mi culo de forma más agresiva. Me gustaba.

Paré de besarla por un momento, la miré y sonreí.

- ¿Quieres que pare? - Dije con una sonrisa mientras aún tenía mis manos debajo de su vestido.

- Sigue, idiota. - dijo Natalia respirando con dificultad.

Sus ojos brillaban más de lo normal. Inmeditamente se lanzó de nuevo a besarme. Seguí subiendo mi mano por debajo de su vestido. Quería provocarla, quería que me suplicara, así que empecé a rodear su zona íntima acaricíandola, haciendo círculos. Su respiración cada vez era más rápida y me apretaba el culo con fuerza a su cuerpo. Lo tomé como una señal y metí mis dedos por debajo de su ropa interior. Me sorprendí, estaba muy mojada.

Antes de que pudiera empezar a tocarla alguien abrió la puerta de un golpe.

Las dos nos asustamos y nos separamos. Natalia se estaba bajando el vestido cuando Mikel entró, mirándonos con cara de asco.

SHE | Albalia Fanfic | AlbayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora