Capítulo 12. Cobra

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La situación no podía ser peor. Mientras Natalia se bajaba el vestido que yo había subido ligeramente sin querer, yo intentaba limpiarme el pintalabios de la cara. Miré a Natalia para mirar su aspecto. Qué desastre. Estabamos las dos llenas de pintalabios, con los tirantes del vestido por los brazos y algo despeinadas. Es decir, un cuadro.

Mikel estaba dentro del baño y nos miraba con cara de asco, se quedó paralizado.

- ¡Joder! - Dijo María entrando detrás de Mikel.

- Mikel.. - Dijo Natalia acercándose a él.

Mikel la esquivó y se fué sin decir nada. Natalia fue tras él. Lo entendía, tenía que darle una explicación pero yo ahora me había quedado rallada.

- Me voy a la residencia, Mari... - Dije a María saliéndo del baño.

- Te acompaño. - Dijo ella.

María y yo salimos del local y fuimos de camino a la residencia. Los demás se quedaron un rato más. Lo agradecí, necesitaba tranquilidad.

- Estáis locas, de verdad. ¿Cómo se os ocurre? Estaba su novio fuera. - Dijo María.

- Ya lo se Mari, pero todo pasó super rápido. - Dije yo. - ¿Qué pasó para que entrara así?

- Julia hizo un comentario en broma de que Natalia estaría con alguien en el baño... Mikel se ralló y fue directo. - Explicó María

- Mierda, ¿se han enterado los demás de lo que ha pasado? - Dije asustada.

No quería que eso se convirtiera en un tema del grupo, pasábamos muchas horas juntos y no quería estropear el buen rollo que había.

- Tranqui, nena, no saben nada. - Dijo María mientras me acariciaba la espalda. - ¿Qué piensas hacer ahora?

- No tengo ni idea, hablando con Natalia en el baño me dió la sensación de que no quería estar con Mikel. - Le expliqué.

María soltó una carcajada.

- Normal que te diera esa sensación, si os habéis estado comiendo la boca. - Dijo ella riendo.

- Tía, es que ha sido muy fuerte... - Le dije yo poniéndome roja.

- ¡¿Qué dicees?! - Exclamó María mirándome alucinada. - ¿Habéis f..

Antes de que acabará la frase la corté.

- Calla, Mari. - Le dije sonriendo mientras le tapaba la boca. - No, pero casi.

- Estáis locas. - Repitió. - ¿Pero tu quieres ir enserio con ella, Alba?

La miré sorprendida. ¿Como podía saber tan pronto si quería ir en serio? Si, nos habíamos besado, pero ella tenía novio y apenas habíamos hablado de nuestros sentimientos. Pero si lo que me preguntaba María era si me gustaba Natalia enserio, era claramente un sí. Las sensaciones, los sentimientos que empecé a sentir cuando estaba con Natalia no podía ni sabía explicarlos. No se parecían a nada de lo que había vivido anteriormente. Esto es nuevo para mí. Todo pasaba tan rápido...

La miré y me encogí de brazos en silencio. No sabía qué responderle.

Llegamos pronto a la residencia y fuimos directas a nuestra habitación. Al abrir la puerta nos encontramos a Natalia llorando estirada en el suelo. María me miró y se fué para dejarnos solas.

Me estiré en el suelo con Natalia y la abracé. Ella se tapaba la cara mientras caían las lágrimas por sus mejillas. Las empecé a secar con mis dedos.

- Cari, ¿Qué ha pasado? - Dije en voz baja.

Natalia no paraba de llorar y su respiración era inestable.

- Por favor, cálmate, estoy aquí contigo. - Le dije yo.

Finalmente Natalia se empezó a calmar.

- No lo sé que ha pasado porque no ha pasado nada. Seguí a Mikel hasta el hotel y vi como recogía su maleta y se iba, me dijo que volvía a Pamplona y simplemente se fue. No contesta a mis whats ni a mis llamadas. - Dijo Natalia.

Era la primera vez que veía tan afectada a Natalia por su novio. Realmente le quería, mucho.

- Lo siento, Natalia... - Dije apartándome de ella para dejarle su espacio.

Ahora las dos estabamos en el suelo estiradas mirando hacia el techo, pero no teníamos contacto físico.

- Da igual, Alba, es culpa mía, soy gilipollas. - Dijo Natalia mientras resoplaba.

¿En serio? Natalia me estaba diciendo que era gilipollas por liarse conmigo. Mi corazón se encogió.

- ¿Te arrepientes...? - Le pregunté.

Inmediatamente me miró y me agarró la mano.

- No, Alba, claro que no. Pero no he hecho las cosas bien. Me he dejado llevar demasiado por mis impulsos y ahora probablemente Mikel corte conmigo. - Dijo Natalia

- ¿Y qué pasa si Mikel corta contigo?  - Pregunté.

Natalia no hacía más que resoplar y volvió a colocar las manos en su cara. Pensar que Mikel la podía dejar le hacía llorar.

- No quiero hacerle daño, él ha hecho muchas cosas por mí, aunque desde hace meses se comporte como un capullo. - Me explicó.

Me sentía mal por ver así a Natalia así que volví a abrazarla. Esta vez me puse encima de ella y la abracé, colocando mi cabeza en su cuello. Ella me correspondió el abrazo.

- ¿Nat, tú le quieres? - Le pregunté sin mirarla.

Se quedó en silencio. Ya no lloraba.

- Creo que no. - Dijo ella.

Entendía que tuviera dudas así que esa respuesta me sirvió. Empecé a darle besos por el cuello hacia la mejilla. Cuando llegué a la comisura de la boca Natalia se apartó. Me sorprendí. Acababa de negarme un beso.

SHE | Albalia Fanfic | AlbayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora