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Capítulo 20. Nuevo trabajo y nuevos planes

Martes 22 de octubre

El domingo llegó María y le estuve contando todo lo que había pasado con Natalia. Lo del plantón, el encuentro con Mikel, nuestros intensos orgasmos.. Todo. Además, le conté lo de los mensajes de Alex y me aconsejó que sudará de él. No sé si por mi forma de ser, pero me daba pena, así que después de 3 días seguía mensajeandome con él. Me sentía mal por ocultarselo a Natalia, pero cada vez que lo pensaba me decía a mí misma que iba a ser la última vez.

Con Natalia no he podido volver a estar a solas con ella estos días, por lo que las dos nos volvíamos locas cuando teníamos unos minutos de intimidad. No volvimos a hacer nada más allá de besarnos, pero nos buscábamos continuamente e ibamos juntas a todos lados.

Ahora estabamos casi a mitad de semana y yo me dirigía a la última clase del día. Estaba pasando por delante de los baños de la universidad cuando noté que alguien me agarraba de la cintura. Noté al instante que se trataba de Natalia, que ahora estaba abriendo la puerta del baño y empujándome dentro con rapidez.

Cerró la puerta y me empujo contra ella. Colocó sus manos en la puerta, quedando sus brazos por encima de mis hombros.

Se acercó a mi cara.

- Llevas todo el día sin besarme, Reche. - Dijo Natalia muy cerca de mis labios. - Y no paro de pensar en ello.

- No me secuestras lo suficiente, Nat. - Le dije yo con una sonrisa.

Natalia sonrió de forma pícara y me empezó a besar suavemente. Me dejé llevar por el control de sus labios, húmedos y tiernos. Besar a Natalia era lo mejor que me había pasado hoy, y probablemente todos los días desde que probé sus labios.

- Llegaremos tarde a clase. - Dijo ella separándose de mis labios.

- ¿Me vas a dejar así? - Le pregunté haciendo pucheros.

- Hasta que encontremos un sitio para estar solas, sí. - Me dijo ella guiñandome el ojo. - Vamos. - Dijo cogiendome de la mano.

Salimos del baño y fuimos corriendo a clase. Me senté a su lado.

Hoy teníamos clase teórica y estaba siendo algo aburrida. Natalia me pasó un trocito de papel arrugado. Lo abrí, había algo escrito.

"Tengo que contarte algo después de clase, acompañame a fumar antes de ir a comer"

Miré a Natalia y asentí con la cabeza. Ella me devolvió una sonrisa tierna.

Cuándo acabó la clase todos se fueron a comer a la residencia, Natalia y yo nos dirigimos a un parque que había entre la universidad y la residencia. Nos sentamos en un banco mientras Natalia encendía su cigarro.

- Estamos solas... ¿Me vas a contar un secreto? - Le pregunté.

Natalia soltó el humo de su boca y sonrió.

- Mas o menos, eres la primera en saberlo. - Dijo ella. - He encontrado trabajo.

- ¿Trabajo? No sabía que estabas buscando. ¿De qué? - Pregunté.

- Quería ganar algo por mi cuenta, para.. bueno para una cosa. - Dijo Natalia algo nerviosa. - En una tienda de ropa, por las tardes.

Noté que me ocultaba algo. Sus padres tenían dinero suficiente para pagarle los estudios y sus caprichos. Pero me alegré por ella si era lo que buscaba.

- Me alegro si es lo que querías. ¿Esta muy lejos de aquí? - Pregunté.

- A 3 paradas de metro. - Me contestó.

- ¿Y cuando empiezas? - Le pregunté.

- Mañana. - Me contestó. - Necesitaban a alguien urgente.