XVIII - El plan

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Un sonido hueco me había despertado de una siesta que decidí tomar, por lo emocionalmente cansada que me encontraba, dormir aliviaba mi pesar. Me incorporé sobre mi codo en mi cama observando alrededor del dormitorio, nadie se encontraba allí y deduje que podría haber sido la puerta.

Seguramente mis padres vinieron a inspeccionar, sabían que algo me estaba sucediendo pero ninguno, tanto ellos como yo, mencionaba nada sobre mi situación a pesar de que mamá estaba al tanto de que era con Hunter, sin embargo... ¿cómo les explicaba eso?

Todos pensaban que yo tendría un romance con cazador, hasta yo lo especulaba, pero ahora al parecer todo fue en nuestra cabeza, oficialmente nunca tuve ninguna relación con él que no fuera más que amigos. El día que explotó una bomba que yo no sabía de su existencia fue el día que intenté que formalizáramos aquello.

Me dolió tanto que me haya ocultado algo tan delicado, y me enojó de sobremanera que yo me haya comportado de tal modo. Sabía que estuve mal con dejarlo con la palabra en boca pero él estuvo mal en no decirme que estaba perdiendo la vista.

Yo sabía demasiadas cosas, y no lograba diferenciarlas entre las correctas y las no.

¿Nunca me lo iba a decir? ¿Sacó malas conclusiones de mi persona que no confió en mí? Pude haber sido una buena compañera para él, y ahora sentía que aquella confianza que pudimos haber tenido, estaba agrietada.

Aprendí tanto con él, experimenté nuevas sensaciones. Me había convertido en una nueva Soraya sintiéndome más libre, más fresca, más espontánea pero al descubrir su enfermedad sentí que perdí mi bondad al alejarme.

Solo habían pasados dos días de aquel feo encuentro, pero me parecía una eternidad. Ayer ni siquiera me levanté en toda la mañana y por la tarde tuve que fingir lo mejor que pude cuando papá me preguntó por qué no salía con mis amigos y estuve durmiendo toda la mañana.

Mi mejor excusa fue que estaba en mi periodo menstrual, por lo que tuve que beberme el té de menta que me había acercado a mi dormitorio.

"Si tan solo Hunter pudiera aceptar su condición, estaba segura que podría ser muy capaz como mi padre." –pensé mientras bebía de la taza humeante. Luego papá ya no pasó a visitarme en mi habitación, y lo agradecí internamente.

Podía seguir acostada en mi cama todo el día, no había nadie en casa hoy miércoles, desperté en la mañana para despedirme de mis padres cuando iban a sus respectivos trabajos y luego volví a mi cama, donde hice la siesta.

Julio debía traerme el almuerzo, como papá siempre lo mandaba, así que seguramente debió ser él quien tocó la puerta. Me giro en la cama hacia mi mesita de luz, en busca de mi teléfono, por más que lo tenía encendido, los datos celulares y el wi-fi se encontraban desactivados, para que no me llegasen mensajes de gente que no quería saber nada, no obstante al lado del iPhone encontré unos papeles con un sobre bien colocado en mi mesita de luz. Lo agarro con manos temblorosas y no evito fruncir el entrecejo.

Era de mi universidad y al leerlo siento un agudo dolor en el pecho, diferente al que ya tenía, no puedo evitar pensar que en verdad no me gustaba lo que estoy estudiando.

A lo qué me refiero es que no me sentía como para ser una maestra el resto de mi vida.

Se trataba de una nota de inscripción y ya estaba anotada para el tercer año, al otro lado de la hoja estaban todas las materias que tendría que llevar, se me llenaron los ojos de lágrimas y no pude evitar que cayeran por mi mejilla al leer evolución de la sociedad, ciencia política, debates, opinión pública... era todo lo que no me importaba en la sociedad.

¿Cómo les decía también esto a mis padres? Decepcionaría completamente a mi padre, él estaba tan orgulloso cuando me aceptaron a la universidad donde también él y mamá habían asistido.

La estrella más brillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora