VII - 25 días después

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Era Noche Buena, me encontraba exhausta intentando sonreír de igual manera a mis abuelas mientras rememoraban ésta misma fecha hace bastante tiempo cuando mis padres decidieron celebrar juntos la navidad. Mamá discutía con entusiasmo con tío Tomás sobre esa noche, alegando que no se había producido demás solo porque "Los Galler" iban a llegar.

-Admítelo, Gianna. Si fue la única vez que limpiaste la casa completita. –Tomás Migliore ríe divertido luego de decir aquello.

-Eran visitas. Obviamente iba a limpiar. –se defiende mi madre.

-Recuerdo que esa noche, Liv me contó que los vio besándose. Fue muy simpático porque ella no sabía cómo explicarse. –confesó mi abuela Camille.

-¡Eso no es cierto! –volvió a contradecir mamá, esta vez incluso mi padre rió. Yo también, por las travesuras que esos dos alguna vez tuvieron.

-Gianna, confiésalo. Esa noche me besaste. –papá dice, ganándose un golpe de parte de su esposa. Todos rompemos en carcajadas.

-¿Es que nadie va a estar de mi parte? –pregunta ella, rueda los ojos, simulando enfado pero todos sabemos que solo está bromeando.

Mientras la familia sigue hablando, escucho a vagos sus palabras deseando que la familia de tía Liv hubiese podido venir y no pasarlo allá en su país, en verdad ésta reunión hubiese sido más divertido si Owen o Ella estuviesen aquí otra vez, no tengo a otros primos cerca, de hecho no tengo otros primos, porque el loco del tío Tomás parece no querer hijos, y se quedará sin herederos porque ya va teniendo más de treinta y cinco.

Reviso mi celular y veo que son casi las dos de la mañana, un sueño tremendo me agarra y decido que es hora de dormir. Estaba cansadísima porque me había pasado estudiando veinticinco días de diciembre y en tres días más tendría un último examen.

Me escabullo de la gente presente en mi casa y voy directo a mi dormitorio. Me propongo a poner en modo No Molestar el iPhone cuando me llega una notificación de Instagram. La verdad no puedo creer lo que veo, tengo que agradecer al supremo en cuanto abro mi bandeja de entrada.

@hunterlom : Princesa! Solo pasaba a desearte una muy feliz Navidad

Ya lo he abierto, por lo que le sale el visto. Además tenía sueño y estaba a punto de irme a dormir, no obstante, el cansancio se había esfumado.

@soragami: Hey, cazador, muchas gracias y feliz navidad para ti también ;)

No esperaba a que me contestara, pero me tumbé en la cama para cuando vi que estaba escribiendo. Sonreí al leer su mensaje.

@hunterlom: no esperaba a que me contestaras tan rápido.

@soragami: bueno, tenía el celular a mano, no te ilusiones.

@hunterlom: *corazón partido* ya lo hice

@soragami: jajaja es una pena

@hunterlom: bueno, es un poco tarde, por lo que debería dormir ya y te estoy robando tiempo de estudio ;)

@soragami: oh, olvidaba que eres un anciano y tienes que dormir temprano. ¿Hablamos entonces?

@hunterlom: por supuesto que sí. Si me pasas tu número de teléfono ;)

Veinticinco días después de haberme ignorado y solo dar un me gusta a mi publicación aquella vez, piensa que le daré mi número está muy equivocado. No soy tan fácil como parezco, por lo que un visto no le dolería tanto.

En la mañana de ese veinticinco de diciembre, me encuentro con Amaya pidiéndome que repasemos la materia que rendiremos el miércoles, por lo que nos pasamos la tarde leyendo y tratando de explicarnos algunos de temas de psicología y sociología. De vez en cuando vamos a molestar a mi padre pidiendo explicaciones y suena tan fácil en cuanto él lo dice, pero a la hora que debemos explicar nosotras se nos complica.

La estrella más brillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora