¿El sueño que le salvó la vida? [Citrus]

C 14

Al día siguiente, tras la ceremonia de clausura del trimestre se escabulló entre la multitud. Tomó el metro para dirigirse al lugar de encuentro. Allí llegó otro mensaje, "Esperaré fuera de la estación. Dime qué llevas puesto. Irás como acordamos ¿no?" . Se preguntó cuál sería el acuerdo. Suspiró. Llegó a la parada que tocaba antes de lo que esperaba. Salió y se dirigió al arco en el que había quedado. Miraba el móvil con impaciencia. Tras un rato se le acercó un hombre.

- Hola, ¿Eres tú?

- Buenas tardes. - Haciendo una reverencia.

- Pensaba que serías diferente...

- Perdón, realmente usted estuvo hablando con una amiga. Pero ella no puedo venir, así que estoy yo en su lugar.

- ¿Una amiga?

- Sí señor.

- Ya veo...

- ...

- ¿Y estás segura de esto?

- No realmente no, pero lo haré.

- ¿Sabes que? Mejor lo dejamos aquí.

- ¿Qué? - Intentando que no se viera su sorpresa.

- Sí, no eres lo que esperaba y no parece que quieras hacerlo. - Rascándose la cabeza.

- ...

- Nos vemos chica. - Alejándose entre la multitud mientras levantaba una mano.

- Adios. - Mirando incrédula cómo se alejaba.

Se libró por pura suerte. Ahora que se había quedado sin plan no sabía qué hacer. ¿Debería hacer tiempo para volver a casa? ¿O aprovechando que seguramente Matsuri se habría llevado a Yuzu podría ir a casa? Una visión la sacó de sus pensamientos. ¿Qué hacía ella allí? Entonces empezó a vibrar el móvil. ¿Podría ser que la que llamará fuera aquella rubia? No sabía como contestar la llamada en aquel aparato, apretó la pantalla sín más y colgó. Suspiró y simplemente se acercó a ella por detrás.

- ¿Dónde estás ahora? Mei...

- ¿Yuzu?

- ¿Eh? - Girando hacia la morena.

- Perdona... No sé cómo se contesta en este teléfono y he colgado sin querer.

- Joo Mei. - Corrió hacia ella y la abrazó llorando.

- ... - No entendía del todo por que lloraba, pero sentía su calidez inundandola. Alzó la vista y vió a Matsuri mirandolas. Parecía haberse dado cuenta que no lograría separarlas.

En el tren de regreso, estaban las tres sentadas en un vagón vacío. La rubia estaba entre las dos durmiendo, apoyada en el hombro de la morena, cosa que aprovecharon para hablar.

- ¿Qué tal?¿Te has divertido esta Navidad?

- ¿Te estás riendo de mí? Se acabó el juego. Estoy segura de que Yuzu-chan me odia. Y además me robaste mi sitio como su hermana menor. Al final... No hay nadie que cuide de mí.

- ... Tú y yo somos parecidas. Yo también buscaba afecto. Bloqueando a los que me rodeaban, odiandolos, cerré mi corazón y no aceptaba a nadie. Antes de darme cuenta, estaba vacía.

- Vacía...

- Sí, pero... en este mundo existe gente entrometida que te dará su amor aunque no se lo pidas. Y también hay gente arrogante y fría, para quienes conocer a esa persona es una bendición.

- ... Pero fue muy imprudente por tu parte que intentaras darme una lección. ¿Qué habría pasado si él te hubiera obligado a ir con él? ¿Qué habrías hecho si hubieras sido forzada?