C 21

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Un día más volvió a casa después del trabajo en el consejo. Hoy al parecer ya había llegado Yuzu. - Estoy en casa.- Y se dirigió hacia la habitación.

- Ha-has vuelto... Pues voy a ir preparando la cena... - Saliendo hacía la cocina.

La morena suspiró. ¿Por qué no era capaz de mirarla siquiera? Pese a haber estado leyendo sobre relaciones, no entendía ese comportamiento... Parecía que la odiara. ¿Hizo algo mal? Entró a la habitación mientras deshacía el nudo de la corbata. Se fijó en las revistas que había encima de la mesa. Debajo de una de ellas había algo que llamó su atención. Era un cuaderno con el título "¡Plan para ser feliz y ponerse melosa con Mei!" ¿Qué demonios era eso? Lo guardó en un cajón de su escritorio para leerlo más tarde. Se quitó el jersey y fue a la cocina.

- Mei. Esto... ¿Tienes el fin de semana libre?

- Tengo que estudiar para los exámenes pero podría hacer un hueco.

- ¡Genial! ¿Sa-sabes? Este fin de semana...

- Espera, Yuzu. Déjame hablar primero.

- ¿Eh?

- ¡Se está quemando la comida!

- ¡Uaaaaah! - Corrió hacia los fogones y al quitar la sartén se quemó la mano. - ¡Cómo quema! - Abrió el grifo y puso la mano debajo. La morena se acercó a ella un poco preocupada.

- Estás actuando de forma muy rara. ¿No tendrás fiebre?

- ¡E--e--estoy bien! - Gritó empujandola, dejando a la otra chica descolocada. - ¡Podemos comer arroz, no pasa nada!

- ...

Tras esto, la menor de las muchachas se sentó en el salón mirando a Kumagoro, como si aquel oso pudiera darle una respuesta... "Bien, analicemos la situación." pensó "Evita mirarme, hablarme, me empuja si me acerco... pero quiere hacer algo el fin de semana y escribe en un cuaderno un "plan para ser feliz"... debo leerlo."

Cenaron sin dirigirse la palabra. Después fue a ducharse. Escuchó a alguien entrar.

- Mei. No quiero molestar pero antes no he acabado de hablar. Resulta que... - Se hizo el silencio.

- ¿Qué pasa? - Dijo abriendo la mampara.

- ¡Uaaaah! ¡Olvidalo! - Saliendo corriendo del baño.

- ... - La morena cada vez entendía menos.

Se puso el pijama y fue a la habitación, donde estaba su hermanastra tumbada en la cama. Se sentó en el escritorio, sacó del cajón el cuaderno y se puso a leerlo. Al parecer era una guía de cómo actuar en las citas. Era algo que la vendría bien. Pues ella nunca había estado en una situación así y no sabía cómo desenvolverse, así que usaría el conocimiento de aquella libreta.

- ¡Mei! ¿Te gustaría tener una cita conmigo este fin de semana?

Así que... ¿era eso? Le daba vergüenza preguntarla... Cogió el cuaderno y se giró lentamente hacia la rubia. Cuando se lo mostró, Yuzu no sabía donde esconderse, estaba aterrada, empezó a sudar y sus ojos estaban llorosos.

- Eso es... pues...- Intentaba explicarse mientras la otra chica se levantaba y acercaba a ella.- es que para esa clase de cosas... se supone que yo tengo que guiarte, como hermana...- la morena se quedó a pocos centímetros mirándola a los ojos. - mayor... así que pensaba...

- Por fin me miras a los ojos. - Dijo mientras le acariciaba la mejilla con la mano izquierda. - ¿Qué hubiera pasado si llego a pensar que me odias al ver tu extraño comportamiento? - Se enderezó y cubrió la boca con la libreta. - Iré a la cita. Ese es el primer paso, ¿no? - La mayor cayó de espaldas en la cama y se tapó la cara con ambas manos. - ¿Yuzu?

¿El sueño que le salvó la vida? [Citrus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora