Se encontraba sentada frente al escritorio, leyendo el libro que había cogido hacía un par de horas, cuando llamaron a la puerta. Era un enfermero, que la llevaría al despacho de la psiquiatra. Cerró el libro y lo dejó encima de la mesa. Se levantó y siguió al enfermero en silencio por los pasillos. Al llegar al lugar, el hombre se paró junto a la puerta. - Aquí es. - Indicó. Hizo una reverencia y se fue. Tocó la puerta, desde dentro se oyó un - Adelante. - Abrió la puerta y entró a la sala.
- Buenos días. - Dijo levantándose de la silla. Era una mujer de pelo grisáceo hasta los hombros y ojos verdes.
- Buenos días. - Caminó hacia el escritorio, quedando en frente de aquella mujer.
- Soy Whekric Seu, su psiquiatra. - Tendiendo la mano.
- Aihara Mei. - Respondiendo el saludo.
- Siéntese. - Señalando la silla que había frente al escritorio.
- ... - Se sentó.
- ¿Sabe por qué está aquí? - Agarró un bolígrafo y comenzó a escribir en un papel que tenía delante.
- No.
- ¿Qué es lo último que recuerda?
- Entrar a bachillerato, pero me temo que eso fue hace ya bastante tiempo.
- En efecto, de eso han pasado casi diez años.
- Y, ¿qué ha pasado en estos años? - Enarcó una ceja.
- Eso es algo que deberá descubrir usted, o quedarse con la duda. - Levantó la mirada. - Lo que quiero decir, es que si algún conocido viniera y le contara lo que pasó, le contaría su versión, como él o ella lo vivió, pero no cómo lo vivió usted. Será como una historia, no su vida. Nadie sabrá lo que pensaba realmente.
- ¿No cree que si me contaran me ayudaría a recordar?
- Ese método no suele funcionar y podría frustrarse por no recordar aun sabiendo lo que pasó. Además, si funcionara y volvieran los recuerdos de golpe, podría ser peligroso, podría volver al estado ausente. - Suspiró al ver la mirada decidida de la otra chica.- Parece que llegué tarde y ya está decidida. Aún así le recomiendo que no lo haga, pero si lo hace, no intente averiguarlo todo, sobre todo el porqué está aquí, pues fue lo que detonó ese estado. Vaya poco a poco desde el principio.
- Entiendo.
- Bueno, seguiré con las preguntas, ¿cuándo recobró la conciencia? - Volviendo a centrar su atención en la hoja de papel en la que escribía.
- Esta mañana.
- ¿Qué fue lo primero que hizo?
- Intentar reconocer la habitación, hasta que llegó el enfermero.
- ¿Qué sintió?
- Confusión.
- ¿Algo más?
- Un poco de miedo, por no recordar nada.
- ¿Tal vez sienta ansiedad?
- Mínimamente.
- ¿Fue capaz de reconocer a alguien o algo?
- No.
- Hoy vino su marido, ¿qué sintió al verlo?
- Me extrañó, no sabía que estaba casada.
- ¿No reconoció a su esposo?
- No.
- ¿Le alegra que viniera a visitarla aunque no le reconociera?
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¿El sueño que le salvó la vida? [Citrus]
Hayran KurguEl padre de Mei vuelve para contarla que se volvio a casar, lo que hace que quiera abandonar todo, pero alguien se lo impide. Al principio choca contra esa persona, que más tarde se convertirá en punto de inflexión. Citrus AU Sobrenatural