15.
Lux.
Hay muchas personas afuera, agarradas de la mano, caminando felices. Lucen tan felices mientras lo único que yo hago es llorar, lamentarme bajo el techo de mi habitación, con el cigarrillo acompañando la pila de culpa que soy.
Yo solo quiero estar con alguien también.
Quiero servir para algo en éste jodido mundo, quiero la inmortalidad de la trascendencia en el tiempo.
Miedo al olvido.
Eso.
Debe haber algo que me mantenga lúcido en la mente de muchos, aun después de mi muerte, de mi antipatía, de mis desgracias.
Mil disculpas si parezco algo... distante, triste, melancólico. No podría sobrevivir a ésta realidad siendo de otra manera.
El agua en mi techo se filtra de a poco. Mi vista permanece allí, sin un solo pestañeo que altere el equilibrio de mis pensamientos, que me devuelva a la tierra. Simplemente, comienzo a cerrar mis ojos, ahogándome en los recuerdos de las autopistas nubosas que rodean la ciudad, del caudaloso río emitiendo algún sonido cuando el agua choca con las rocas de la superficie, de las praderas en el bosque. Había algo en el ensangrentado payaso tras la valla que me incitaba, que... me marcaba un camino que en ese entonces no estaba dispuesto a conocer, a recorrer.
Pero nos vamos hundiendo.
De pronto, la cama se hunde a mi lado, como siempre, sé de quién trata. El olor a canela fresca se filtra sin permiso en mis adentros. Los dedos largos que se pasean en mi torso desnudo y la manera en la que junta su nariz a mi piel, son una costumbre desde que tengo memoria.
Abro los ojos.
La cabeza de Amelia yace sobre mi pecho, mientras el humo del cigarro en mi mano colgante fuera del colchón, se desenvuelve en el frío de la habitación.
Mi madre levanta su vista hasta mis ojos. Sus dedos ahora buscan mi desordenado cabello sobre la almohada.
―Eres tan guapo... ―sus dedos resbalan desde el alboroto en mi cabeza hasta mi cuello―...y tan fuerte.
El timbre del teléfono comienza a sonar, titilante, taladrando mis oídos y mi perfecto silencio.
Amelia se levanta, su vestido de seda resbala, acomodándose a su cuerpo, ondeándose mientras da pasos fuera de mi estancia.
Apoyo mis manos en el colchón, tirando el cigarro hacia el basurero en la esquina y me pongo de pies para espiar a mi madre al teléfono.
―Claro ―responde ella, observando las latas en la alacena, con el teléfono en mano―. Estaré ahí, sabes que sí, amor.
Me resguardo detrás de la columna en la sala, escuchando atentamente.
―Bien, nos vemos ―cuelga, con la sonrisa más entusiasta que he visto jamás, en sus labios.
Finalmente, me encamino de vuelta a mi cuarto, para buscar una sudadera, un par de zapatillas y unos cuantos billetes.
![](https://img.wattpad.com/cover/135592423-288-k558698.jpg)
ESTÁS LEYENDO
LUX
Mystery / ThrillerAmnesia, es lo que me define, aburrimiento, es lo que me reina, y muerte, es lo que grito cuando salgo de caza.