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-Grises para Neo.






Lux.








Días de mierda, así los llamaba yo.

Eran esos días en los que estás con el tiempo tomándote del cuello y casi ahogándote, eran esos días en los cuales teníamos casi cuatro exámenes por día y en cada uno de ellos, Huxley me lanzaba papeles para que le ayude con respuestas, respuestas que ni siquiera tenía, no las tenía porque simplemente todas mis noches habían sido noches de mierda, no había dormido hace ya una semana, una semana en la que Neo ni siquiera me había dirigido la palabra, y es exactamente una semana lo que llevo trabajando en la cafetería del centro, cobrando y pasando caja. Es estresante, es jodido. En aquella semana he tenido que soportar a Rocco todos los malditos días en mi casa, cada atardecer en cuanto llego después del trabajo puedo verlo cocinando junto a Amelia, besándola y demás. Estoy harto. Me da asco.

―Lux ―escucho mi nombre desde los labios de Huxley por tercera vez desde que comenzó el examen de química. Mi lápiz retumba en la mesa sin cesar como si el sonido del retumbar pudiese darme las respuestas que necesito―. Lux ―murmulla mi amigo una vez más acabando con mi paciencia.

Le hago una seña para que espere mientras vuelco mi vista a Boomer quien parece muy concentrado escribiendo sobre su examen.

Aprovecho un descuido del viejo profesor para hacer rápidamente una bola de papel entre mis dedos con un pedazo del final del examen y por consecuente, arrojarle la bolita a Boomer en la cabeza.

―Boomer ―susurra Huxley a mis espaldas. Finalmente, Boom nos mira sobre su hombro, lanzándonos una mirada bastante molesta.

Levanto una ceja, insistiéndole en que nos ayude, e imagino que Huxley le hace señas desesperadas de las preguntas que necesita, por lo que regreso mi vista al rubio y a su hoja de examen donde no hay nada más escrito que su nombre. Boomer por su parte, le hace señas a Huxley tratando de hacerle entender las respuestas pero Huxley desafortunadamente, no sabe leer labios. En eso, un papel pequeño es estampado sobre mi mesa al tiempo que alguien pasa junto, se trata de Neo.

Tomo de manera apresurada el papel donde mis ojos se alegran al hallar todas las respuestas juntas. Miro por un segundo el cabello blanquecino de Neo balanceándose a la par que camina, ella coloca el examen en el escritorio del profesor y sale del salón sin más.

―Cinco minutos, señores, cinco minutos ―pronuncia el hombre con lentes, echando un vistazo a todos, pero yo ya hundo el papel con las respuestas bajo mi hoja de examen.

―Pásame el papel, Nervous ―vuelve a murmurar Hux.

Copio lo que puedo con letra muy descuidada en mi examen, por último, rayo mi nombre y suelto casualmente mi lápiz junto al papel pequeño para que el "comedido" Huxley, se agache a recogerlo.

―Se te ha caído, compañero ―Él me pasa mi lápiz y guarda el papel.

Yo me pongo de pies, recojo mis cosas y camino hacia el escritorio a dejar mi examen junto a Boomer. Ambos salimos del Aula.

―¿Qué tal estuvo? ―me cuestiona Boom y yo solo sonrío rascando mi nuca hasta que mis ojos caen sobre Neo quien abre su casillero el cual se sitúa junto a Boomer y yo.

―De nada ―ella me dedica una mirada aliviada, tomando algunos libros de su locker.

―¡Carajo! ―la puerta es abierta de golpe, y por ella sale Huxley.

―¡Señor Chardon, voy a bajarle tres puntos a su examen por ese vocabulario! ―se escucha como el profesor regaña a Hux desde dentro del salón.

LUXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora