13.
Lux.
―¡Ese maldito salvaje! ―Amelia suelta las ollas con ira para lavarlas, luego refriega duramente la base de las mismas―. Qué de las gracias porque no ha llegado a tocarte, porque si no... ―exprime la esponja lavaplatos con tanta furia, que me hace pensar que en cualquier momento, saldrá volando hacia el techo.
Y luego respira.
Por fortuna, Huxley y su padre pudieron detener al insolente oficial antes de que su puño tocase mi rostro.
―Sino le hubiese clavado las uñas... ―y aquí vamos de nuevo ―. La culpa la tengo yo por venir a este lugar lleno de imbéciles, ¡Brutos!
Respira de nuevo, intentando controlarse.
Ruedo los ojos e introduzco los dedos en el pequeño frasco con cerezas nadando en almíbar que se halla justo en frente. Luego de relamer mis dedos dulces, me pongo de pies, acaricio la cintura de mi madre con los dedos aun rojos gracias al colorante de las frutas, y observo su perfil.
―¿Saldrás, verdad? ―me sostiene la mirada, dejando a un lado las ollas.
Levanto los hombros mientras le doy una sonrisa hipócrita y sin más que manifestar, abro la puerta principal, la cual rechina, y el mismo chillido, es una alarma que provoca la locura de Jax quien corre a más no poder hasta mí.
―¡Lux! Te quiero aquí antes de las 8, amor. Debemos ser puntuales.
Mierda, lo había olvidado.
Peino mi cabello hacia un lado y luego hacia atrás, de manera frustrada. Como si no odiara lo suficiente a todos los idiotas de ésta ciudad, en la noche será el baile de gala para celebrar el inicio de las fiestas por la fundación de éste jodido lugar, y Amelia será la encargada de galardonar a Rocco como el "científico más prometedor de la zona"
El nuevo Frankenstein, diría yo.
Giro mis pasos hacia la cafetería central, dónde mis ojos contemplan una extraña escena apenas entro, Boomer parece frustrado, está sentado en las últimas mesas junto a una mujer de melena oscura, parecen discutir, pero, trato de ignorar las pequeñas mordidas de Jax en mis tenis para inclinar mi cabeza, y darme cuenta, de que la mujer, es Mónica. Boomer se percata de mi presencia y lo único que hace es frotar su rostro mientras mira hacia la ventana.
Dejo de ponerles atención, adentrándome en el lugar, llegando a la barra, donde me hace gracia ver a mi vecina, con ropa casual, por supuesto. Ella se sobresalta cuando Jax sube sus patas delanteras de golpe en el mesón.
―¡Oh! ¿Lux? ―frunce el ceño al verme. Levanto mis cejas a modo saludo―. Olvidé que un ratón te comió la lengua.
Bufo.
―¿Qué puedo servirles? ―me sorprendo al ver a Mirian, con un delantal a cuadros con los colores de la cafetería, trae en sus manos una libretilla amarilla.

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LUX
Misteri / ThrillerAmnesia, es lo que me define, aburrimiento, es lo que me reina, y muerte, es lo que grito cuando salgo de caza.