UN OMEGA ESPECIAL

Si El Tiempo Se Comprara

 Hace 4 años

—Hijo pásame los globos y la serpentina, anda tu madre ya va venir —Steve estaba tan apresurado porque su esposa llegaría pronto y todo debía estar listo para una fiesta sorpresa.

—Si papá ya voy relájate —respondió Jean quien se encontraba más tranquilo que su padre, si le daba gracia y emoción verlo hacer todos esos méritos por el cumpleaños de Andrea, su mamá, pero creía que no era para tanto alboroto—, ¿y pones todos estos globos para decirle que su sorpresa será la nueva película de El Capitán América Y El Soldado Del Invierno? —dijo leyendo la envoltura de DVD.

—Oh —Steve bajó de las escaleras para tomar más globos mientras respondía—. Jean, la sorpresa es que la amo tanto como para dedicarle tiempo, que es lo más caro del mundo —revolvió el cabello castaño de su hijo—. ¿Sabes por qué? —Jean negó—, porque el tiempo jamás vuelve, este día no se repetirá jamás, habrá otros días pero jamás serán iguales a este. Cuando tengas a tu alfa procura pasar los mejores momentos con él y no dejarlo nunca en segundo plano ni a él ni a nadie de tu familia, por más difícil que este la situación la familia será más importante. Siempre.

Actualmente

Jean no lo entiendo entonces, pero su padre tenía razón. Ahora mismo daría lo que sea por volver el tiempo atrás, extrañaba tanto a su mamá, a su papá y a aquellos tiempos en que la pasaban bien juntos en familia, ¿en qué momento se arruino todo?

Su madre falleció hace 2 años en un accidente de auto y su padre, ¿qué decir de él? Es triste ver que una familia se desmorona tan fácilmente, al primer desliz todo se va a la mierda. Steve era un buen padre, pero la falta de dinero lo desesperó, un hijo omega que mantener y la muerte de su esposa Andrea; todo era fatal para él, ya no pensaba bien. Jean intentaba convencerse de que su padre solo tuvo un mal momento y por eso le hizo lo que le hizo, intentar prostituirlo a la fuerza fue algo que no pudo permitir, había visto a su padre salir a altas horas de la noche y regresar de madrugada con la cara demacrada y oliendo a alcohol ¿Qué ocurría? No quería pensar mal de su padre, ese hombre que lo educó y que cuido de él tanto tiempo, pero las cosas eran más que claras, su padre andaba en malos caminos.

— ¿Niño Jean? —Beatriz entró a la habitación preocupada porque el castaño no había salido de ahí en varias horas—. ¿Qué haces aquí? Ven, baja a comer algo, te prepare un pastel de chocolate —dijo. Jean ni se molestó en mirarle solo asintió—. ¿Uh? ¿Pero qué te pasa? Dime —se acercó a la cama en la que estaba recostado y empezó a acariciar la espalda del menor cual madre preocupada—. ¿Te duele la marca que te hizo Sebastián, es eso? Si es eso debes decirlo para que lo llame y...

—No, no es eso Beatriz —se apresuró a decir, la voz le sonaba apagada—, si me dolía un poco al principio pero ya no —acaricio su cuello recordando—, solo estaba pensando en mi familia, no sé qué habrá pasado con mi papá, Steve.

—Te entiendo pequeño, no pienses en eso ahora ¿sí? —La mujer movió unos cuantos mechones de su rostro—. Mira piensa en que aquí tienes a gente que te quiere mucho y... Tienes a Sebastián, no creas que no me di cuenta de que tu celo misteriosamente comenzó cuando te encerraste en su cuarto ¿verdad?

Es cierto no había visto al pelinegro desde que su celo terminó, tenía que disculparse por la escena que armo aquel día.

—Espera —inquirió jean—, ¿cómo que misteriosamente?

—Bueno mi niño cuando dos personas son "destinados" —empieza la beta haciendo señas de comillas con sus dedos—, en sus cuerpos existen ciertas conexiones invisibles, una de ellas es que si el alfa entra en celo el omega, automáticamente, también lo hace al sentir su olor —Beatriz miro a Jean con picardía—. ¿Es que acaso no te diste cuenta de que aquel día en la cocina Sebastián estaba en celo? —el omega abrió los ojos rápidamente, eso explicaba la razón de porque entró en celo así de la nada, si para eso faltaban tres meses aún—, mi niño aún tienes tanto que aprender, cuando tu sentiste su olor de seguro te gustó mucho y pues tu cuerpo reaccionó instantáneamente.