Lo Haré Por Ti

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Narra Jean

Ojalá tuviera el poder de ver el futuro, me ahorraría muchos errores. Sebastián, ojalá estar contigo fuera más fácil.

Ya estaba volviendo a la casa de Sebastián, si, volviendo, mi padre me convenció de que eso era lo seria lo mejor, al menos hasta conseguir dinero.

Él dijo que necesita de mi ayuda, yo sé que puedo ayudarlo, solo necesito estar junto a Sebastián. Por el momento solo debo concéntrarme en el dinero para mi padre seduciendo a Sebastián, el es alfa y un yo omega, no será difícil, aún así siento una incómodad muy rara de solo pensar en lo que haré. No quiero.

(...)

Sebastián

Ya estoy desesperado ¿donde se ha metido? ¡Han pasado horas! ¡Esta seguridad no sirvió de nada! Incluso aún puedo sentirlo por la marca, eso es un punto a mi favor ¿Qué por que no estoy buscandolo? Qué ya lo hice, he llamado, salí por la ciudad buscando y nada, ¡nada! En este momento hay gente buscando, no pienso seguir preocupándome por ese mocoso, tiene mi marca y no puede irse asi de fácil. Volverá.

Me siento en el sofá, agobiado y cansado entonces lo senti, puedo sentir su olor no está muy lejos. Salí corriendo hacia la reja de afuera y ahí estaba se veía cansado, venia caminando por horas de seguro. Aquí entra el modo madre preocupada : ON.

-¡¿Donde demonios estabas Jean?!-no pude y no puedo controlar esa parte de mi, necesitaba reprenderlo y lo hice ¿acaso se imagina lo que sentí con él lejos?

-Sebastián yo... -me miro con ojos de cachorro abandonado, contra eso me rendí corrí aun más para abrazarlo abriendo la reja de un solo -lo siento.-me dijo y cayó sobre mi abrazandome también, pude sentir de nuevo su olor inundando mis fosas nasales, me sentí tranquilo después de varias horas.

Cargue a Jean para llevarlo a la mansión no dejaría que caminara más se ve muy cansado y me debe muchas explicaciones.

...

Se que esta dormido pero aquí estoy arrodillado a un lado de su cama mirando mientras duerme como un angélito, sus mejillas tienen un ligero color carmín, es tan tierno.

¿Por que huyo? ¿Acaso no habíamos llegado a un término medio? Sentí tanta desesperación al ver la habitación vacía, su olor es necesario para mi. El es necesario para mi. Acaricie su rostro, tan suave. ¿Que haría sin el? ¿Esto que siento es por la marca? No, quiero creer que lo que siento va más alla de eso, mis sentimientos hacia el ya no son reversibles.

-Jean no me dejes-susurro para mi, aunque al parecer me escucho por un empezó a removerse.

-Sebastián, lo siento - estaba hablando dormido, pero aun así sonreí, esta arrepentido.-oye estas ahí -esta vez se lo dijo claro, correspondi acariciando su cabello.

-si, pequeño estoy aquí.

-Sebastián perdón, no debi escaparme, fue horrible, afuera no hay vida para los omegas -empezar a sollozar, se había incorporado en la cama pero... ¿De que habla?.

-¿que te paso Jean? ¿Alguien intentó hacerte algo? -de solo pensar en que algún alfa estuviera tocando a mi pequeño me hierve la sangre.

- Si, intentaron violarme varias veces, me tocaban y decían cosas - su manos cubrieron su rostro estaba avergonzado.

- hey, no pequeño no te sientas mal, son unos bastardos. Ya paso - yo no puedo verlo así.

Tome sus manos y las aparte, pude ver su carita sonrojada, y algunas lágrimas, me incorpore en la cama junto a él y empeze a repartir besos húmedos por toda esa carita bajando por su cuello para respirar su aroma delicioso.

Jean

Esto esta mal, lo se, no debería mentirle a mi alfa pero es necesario "solo hasta conseguir el dinero" pensaba, pero la verdad es que siento mucha culpa y los besos de Sebastián nublada mi cordura, me siento excitado con su simple rose.

- Sebastián, tenía mucho miedo -cada expresión de mi rostro debía ser tierno, así lo seducía, mi olor incrementaba cada vez más, solte un gemido muy suave pedía a mi alfa.

- no estás solo Jean, yo estoy aquí.-me recoste con el aun basándome y acariciando mi cuerpo delicado. Sus labios bajan van por mi cuello, mordió la marca y una corriente de placer recorrio mi cuerpo.

Nos unimos nuevamente, espero que funcione... Papá.

Jean no se daba cuanta pero no solo Sebastián se estába enamorando...

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