El Balcón

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Sebastián

—Beatriz ¿donde esta Jean? —preguntó entrando en la cocina, llevó todo el día trabajando y no he tenido tiempo para él, Sofía a veces se pone caprichosa. No entiende que yo con ella no quiero nada.

—Esta en su habitación señor Sebastián —dice sin dejar de lado su actividad con los platos.

—Gracias —respondí.

Subí al cuarto de Jean y lo encontré fuera sentado en el balcón de su habitación mirando las pequeñas plantas, hace un tiempo mande a decorarlo para él y para que no se sintiera aburrido todo el tiempo. No me gusta que duerma todo el día, además lo deje decorarlo a su gusto.

—Hola Jean—saludo y me acercó a él con un pequeño beso

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—Hola Jean—saludo y me acercó a él con un pequeño beso.

—Hola Sebas ¿terminaste tu trabajo con Sofía? — en su voz un evidente sarcasmo, aún se siente celoso, es tan tierno cuando lo hace. No me interesa ponerlo celoso pero, así me incita a besarlo.

Me senté detrás de Jean y lo tomé por la cintura haciendo que se acomode entre mis piernas para abrazarlo.

—Ya no estés así Jean, a mi no importa Sofía.

— Es que... Sebastián... es decir tiene curvas, un bello rostro, su cabello es tan lindo, ella es hermosa y yo... No.

—Quizás ella sea hermosa pero tu eres mucho más tierno y lindo, Jean no te cambiaría por ella. Ahora estamos bien.

Jean

¿Por que me siento así? Yo de verdad le gusto... Yo estoy creando este sentimiento en él y solo para sacar provecho. Me siento mal.

Tal vez si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias podríamos estar juntos...  yo estoy decidido mi padre me sacara de aquí y tendré que olvidarme de Sebastián.

Pero...

Quiero poder recordar estos momentos con él, estos momentos en que estamos bien y no hay gritos, peleas ni maltrato, así... Así quiero que sea siempre.

Di la vuelta para poder verle la cara y le di un beso en la comisura de los labios.

—te quiero —susurre sobre sus labios —te quiero Sebastián —el beso se intensificó sus manos tocaban mi cintura con deseo. Se siente tan bien.

—Jean vamos adentro —corto el beso e intento levantarse pero lo detuve.

—quiero que sea aquí— dije con las mejillas rojas, es una fantasía que me venía rondando desde hace mucho y creo que a Sebastián le gustará.

—¿quieres que tengamos Sexo aquí? En el balcón...

—si eso — empeze a besar su cuello lentamente. Sabía que no se negaría.

Sebastián tomó mi camisa y fue  desabrochando con delicadeza dejando expuesto mi pecho, empujó un poco y me recostó en el suelo frío, sus besos se sentían húmedos estaban recorriendo  todo mi cuerpo desnudo y sus manos masajeaban mi entrepierna.

—ah! —no pude evitar gemir cuando sentí su mano apretar mi pene.

—no conocía este lado tuyo Jean eres el mejor.

Yo tampoco conocía esto de mi ¿tan puritano era? Esto... Me gusta y ahora no tengo que negarlo puedo vivirlo y sentirlo con él. No me importa si nos ven, esta muy alto nadie se daría cuenta pero el solo pensarlo me provoca morbo y más ganas de seguir.

— solo besame—lo envolvi con mis piernas —antes de que me arrepienta—sonreí con picardía.

—oh no —tomo mi mano y la llevo a su entrepierna —no me dejaras así. —pude sentir lo duro que estaba ¿de verdad yo causó esto?. No me contuve y presione su hombría mordiendo mis labios.

—que pasa? —Sebastián noto mis gestos yo..

—¿quieres hacerlo verdad?

Asentí mirando su miembro.

Entre risas, jadeos y miradas apasionadas nos desnudamos por completo, es... Muy sexi. Mi alfa es muy sexi y solo yo puedo disfrutar de esto.

—oh Jean esa boca —los jadeos se escuchaban estaba dándole un oral.—sigue...ah

chupaba como podía era muy grande.

Arriba, abajo —ah! —arriba abajo — joder ah! Como lo haces tan bien?

Subí mi vista a la suya aun con su pene en mi boca la escena era muy erotica, Sebastián con los ojos apretados los labios rojos por tanto presionarlos y sus manos en mi cabello jalando.

—Mmg —se corrió en mi boca— que rico  —sonrió sin creerlo ¿trague su semen? Si; tomo mi cintura y me puso en cuatro sobre el suelo me penetro de un solo—ah! Sebas ¿soy más lindo que Sofía?

—mucho, mucho más lindo, tierno, sexi, delicioso perfecto que más quieres que te diga para que te convenzas de que eres mi omega especial.

—ah! — sus movimientos eran lentos al comienzo — Sebastián! Más rápido ah!

— chico pervertido— siguió embistiendo se siente tan bien, acaba de correrse pero aun estaba duro.

Me encanta.

El golpeteo de mis glúteos y su pelvis era más fuerte me estaba destrozando.

Su brazo rodeaba mi cuello, su miembro entraba y salía de mi. Me tenia apoyado en el barandal del balcón y mis gritos ni que se diga  daban al aire libre con fuerza.

—ahí! Ah!

—es aquí? —gemi —si, si es—se acerco y labio el lóbulo de mi oreja—oh Jean me gustas mucho tu cuerpo todo de ti eres genial.

—ah! Ah! Sebas-ah! También me gustas sigue más!

No podía hablar por los gemidos

Ambas manos fueron a mis glúteos separando ambas para disfrute del mayor - maldito morbo hacia esto más rico - luego subieron a mi cintura y con fuerza me sostuvo para embestir más rápido. Apreté más fuerte la baranda en la que estaba apoyado intente reprimir los gritos pero es imposible.

—maldición Jean esto es increíblemente bueno — su boca emitía sonidos muy dulces para mi.

— me voy a correr

—juntos Jean

—Aah! Si! — empezó a masturme y apoyo su cabeza en mi cuello.

—correte para mi

—ah! alfa—me corrí en su mano y el en mi interior pero tenía un preservativo ¿en que momento se lo había puesto?

Fue increíble, voltee para besarlo y el me cargo a lo que envolvi mis piernas en su cadera para entrar en mi otra vez.

— ¿aun tienes ganas? —mi risa se hizo escuchar. —eres insaciable.

—te llevare a la cama, para que descanses

—no estoy cansado —me recostó en la cama, lo tenía dentro y se sentía tranquilo como si estar así fuera lo más normal del mundo. Cuando salió de mi se recostó a mi lado y nos tapó con las sábanas.

—Descansa Jean, yo estoy agotado.

Reí despacio—. ¿Te deje así?

—Cállate omega pervertidos.

Me acerco a su pecho, beso mi cabeza y nos quedamos dormidos. Me siento raramente... feliz.

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