—¿a donde me llevas Sebastián?
La pareja llevaba viajando horas en el Mercedes Benz de Sebastián por la carretera solo se veían árboles.
—ya te dije que es sorpresa, ¡impaciente! —respondió el mayor revolviendo el cabello de Jean a su lado en el copiloto.
— ¿que tan lejos esta? ¿Falta mucho? ¿Crees que podamos parar a comer? Quiero ir al baño
Su novio solo rodó los ojos riendo por las tantas preguntas que este hacia. Sebastián tenía planeado un día a lado de su nueva pareja oficial y entre sus planes visitarian un pueblo lejano.
—haremos lo que quieras, de hecho ya llegamos mira —dijo apuntando una cabaña bastante elegante para estar en medio de la nada.
—Oye dijiste pueblo en la mansión —acuso Jean.
—El pueblo está más atrás, iremos también anda baja
El menor hizo caso y bajo, el aire del lugar era muy refrescante el verde del pasto tan lindo.
—¿por que me trajiste aquí?
Sebastián bajo del auto y abrazo por la espalda a Jean seguido de un beso sobre la mejilla —esta era mi casa —observó con añoranza —yo vivía aquí con mi familia de pequeño.
Entonces lo comprendió, iba muy enserio con eso de la confianza ya había dado un paso más con su noviazgo en dos semanas se había abierto cual libro y Jean debía hacer lo mismo.
—amor... ¿Puedo preguntarte algo?—se volteo para tener vista completa de los ojos miel de su novio.
—claro
—¿que paso con tu familia?
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—¡idiotas! —grito Alex
—señor no sabemos que paso,—dijo un de los trabajadores beta—el camión que llevaba a los omegas apareció vacío.
—¡son unos incompetentes! —estaba furioso— Roberto encargarte de estos inútiles.
Roberto mano de derecha de Alex también Alfa se llevó con ayuda de otros a esos dos betas "incompetentes" . Probablemente para matarlos, eran muy pocos los que sobrevivían después de un error tan grave. Uno de los camiones que transportaba omegas en este caso apareció totalmente vacío, el chófer encargado estaba maniatado.
—Señor Alex esto estaba en las manos del chófer —una carta se coloco sobre su escritorio.
Alex era traficante de personas omegas, betas y alfas pequeños.
Últimamente sus cargamentos estaban siendo saboteados y no llegaban a su destino, alguien los liberaba en el camino. Estaba perdiendo miles de dólares.
La vida de Alex cambio mucho desde que se mudo de barrio con sus padres, su madre murió o fue vendida una de dos el nunca lo supo. Su padre le enseñó "el negocio " y no quedaba más se había adaptado, ahora era un traficante más haciendo de la vida de los demás un infierno. Abrio la carta y por la letra ya sabia que diría...
"Alex ya no se como hacerte entender, lo que haces esta mal, vendes personas, les quitas su libertad y la oportunidad de vivir una vida feliz para ofrecerlas como mercancía.
Deja esto, confío en que aun te queda algo de humanidad y entrarás en razón, deja libres a todas las personas que aún tienes contigo. Tu no eres así, si aun no piensas rendirte yo tampoco y tus transportes seguirán siendo interrumpidos no podrás vender a nadie"
Arrugo la carta y la tiro a la basura. Maldito pensó, llevaba haciendo lo mismo desde hace mucho. ¿Quien era? Ni el lo sabia, pero pronto descubriría quien era el que le estaba quitando su mercancía y se llevaría una gran sorpresa.
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— no debí preguntar—Jean estaba sollozando.
—tranquilo Jean, mi familia ya esta superada, amor no llores —levanto su cara y limpio sus lágrimas.
Ambos estaban ya dentro de la cabaña hablando sobre el pasado de Sebastián y Jean se había puesto algo sensible.
—pero... ¿Nunca supiste quien mato a tus padres? Es decir solo paso y nadie dijo nada...
—no, nadie dijo nada fueron muy rápidos Jean y yo apenas pude salir del callejón en el que nos encerraron — siguió dando caricias en la espalda del menor que estaba apoyado sobre su pecho en el sofá —la policía dijo que fue un ajuste de cuentas porque no se llevaron nada. Tampoco me importaba si nos robaban relojes o billeteras si con eso no los hubieran matado.
Luego de su muerte y con ayuda de otros parientes termine mis estudios seguí llevando a cabo la empresa de mi padre y renové esta cabaña para uso personal como ahora.
Sebastián no le contaría la parte más importante, que él si sabía quien los mato tenía el nombre grabado en su mente para toda la vida : Máximo Gorten el padre de su entonces mejor amigo Alex.
— hay amor no llores eso ya quedo atrás cariño ahora yo estoy contigo vale solo quiero pensar en eso —se levantó obligándo al menor a imitarlo —mira ya va ser de noche vamos en el pueblo habrá una especie de mercado donde venden chucherías.
Tomo su mano dispuestos a salir en el auto otra vez pero antes lo detuvo el omega.
—espera—en un rapido movimiento tomó su rostro y lo beso — Sebastián un omega nunca será igual que una familia completa pero al menos quiero hacerte sentir feliz —lo volvió a besar — estaré contigo...
Jean no tenía por qué saber que Sebastián había estado detrás de los pasos de Alex durante largos años intentando ayudar a su ex-amigo a rectificar y no seguir el camino de su padre como traficante de personas.
Hace mucho había descubierto por que Máximo hizo lo que hizo pero sabía que Alex no tenía la culpa y además para entonces Máximo ya había muerto de cáncer. Ambos eran unos niños cuando todo pasó no tenían que pagar ellos eso lo entendía, pero Alex había estado haciendo cosas indebidas que si tenían que ser paradas por alguien.—Sebastián...
—¿si?
—te amo —dijo por último— quedemos aquí esta noche quiero estar contigo.—Sin pensarlo mucho el alfa acepto dejándose llevar por las caricias de su pequeño omega hasta quedar apoyados en el sofá de nuevo.
Esta demás decir que Jean tampoco sabía que Sebastián y Alex su ex-amor se conocían.
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UN OMEGA ESPECIAL
Short StoryJean huyó de su casa cuando su padre intentó prostituirlo, lamentablemente cayó en manos de traficantes quienes no dudaron en ofrecerlo como mercancía fresca. Jean terminó expuesto en una subasta donde es encontrado por Sebastián, un alfa adinerado...