Más Que Un Profesor - Chriserick

Capítulo 12

- Estamos en el salón, puede entrar alguien - dije sintiendo que su mano ya estaba debajo de mi polera.

- ¿Me crees tonto? Eso está más qué listo.

- No si ya me di cuenta.

- No debería costar tanto, espacio tenemos.

Me quedé en silencio, ahora que analizaba su pregunta no sabía realmente si lo que hicimos en el auto me había gustado.

Yo solo seguía sus besos, me seguía pareciendo igual de extraña la situación en la que estaba.

Su pierna entre la mía comenzaba a hacer de las suyas, podía ver aquel bulto en mi profesor y el mío en la misma situación.

- Arriba - dijo mientras me cargaba para dejarme sentado en la mesa - no puedes hacer ruido.

- Lo sé.

Levanté mis brazos en lo que quitaba mi polera, sus cálidos labios recorrían parte de mi pecho, aproveché para desabrochar su camisa, era la primera vez que veía la piel de su abdomen.

- ¿Quieres enredarme en tus juegos? - pregunté.

- Yo no juego, ya no somos niños - apegó más nuestros cuerpos - que sea solo sexo.

Tuve que bajarme de la mesa un momento para quitar lo que me quedaba de ropa. Christopher con una de sus manos hacia que nuestros miembros hagan un roce al mismo tiempo.

Alguna vez me imaginé teniendo sexo con una maestra, pero jamás pensé que tendría relaciones con un profesor, nunca estuvo en mis planes, de hecho jamás lo pensé.

Tenía su mano en mi nuca mientras entraba y salía, con mis manos intentaba hacer fuerza para que mi cuerpo no resbale.

A diferencia de aquel día en el auto, sus movimientos eran más coordinados lo que estaba haciendo que comience a sentir placer.

Tiré mi cabeza hacia atrás, los labios de Christopher se fueron a mi cuello aprovechando la ocasión.

- Eso - susurró - disfruta, siente.

- Es raro - respondí.

- ¿Quieres cambiar de posición? - solo me limité a decir que si con un movimiento de cabeza.

Acercó la silla hasta nosotros, tenía mi mano en mi pene para masturbar un poco mi erección.

- ¿Que haces?

- De pie o sentado.

- ¿Qué?

- Solo escoge.

- ¿Parado?

- Perfecto - sonrió poniéndose detrás - sube la pierna.

Esto era vergonzoso, realmente sentía mis mejillas arder. Hice caso, subí mi pierna a la silla en lo que él se acomodaba para hacer ingreso nuevamente.

Si algo tenía en claro era que todas las posiciones te daban un placer distinto y vaya que era verdad.

Tapaba mi boca para evitar los gemidos que estaba provocando en mi, lo que menos quería era levantar algún tipo de sospecha.

- Espera...d-detente, solo un poco - intenté recuperar la respiración.

- ¿Qué pasó?

- Necesitaba respirar - dije riendo.

- Eres ágil - me giró para que lo miré - aunque podría ser mejor.

Se apoderó de mi erección con un propósito, hacerme llegar. Sus movimientos rápidos lograron su objetivo, sentí como aquel líquido salió llegando en ambos.

Me recostó en la mesa para seguir, estaba agitado pero ya con mi respiración más regulada.

En mi espalda se formó una curva al sentir nuevamente sus embestidas, mi cuerpo estaba algo pegajoso debido al sudor.

Terminó por quitarse el preservativo para correrse sobre mi abdomen.

Limpié mi cuerpo para volver a ponerme mi ropa al igual que él, ni siquiera sabía que hora era.

- Estuviste bien - dijo en lo terminaba de abrochar mis tenis.

- ¿Gracias? - dije sin mirarlo.

- Un verdadero actor porno - insinuó a lo que levanté mi mirada - nos vemos bien ¿eh?

- Debe ser una broma - negué al ver que miraba algo en su celular.

- ¿Creías que me iba a quedar con los brazos cruzados?

- Borra eso - intenté quitarle el celular.

- Ven acá - tomó mi mandíbula con gran fuerza - en tu vida vuelvas a chantajearme, puedo ser peor que tú.

- Suéltame.

- Cállate - apretó un poco más - quizás con esto pueda quedar sin trabajo, pero a ti te sacarían de la carrera, si caigo yo, caes conmigo.

- Me estás lastimando, suéltame.

- Desaparece de mi vista - soltó mi cara haciendo que casi pierda el equilibrio.

No podía creer que haya caído en su juego, esta vez el que me tenía en sus manos, era él.