Capítulo 9

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- Mi mochila - toqué mis hombros al no sentirla. Regresé al estacionamiento por ella, lo que menos hubiera querido era regresar. Su auto iba avanzando, le hice una seña para que se detenga, necesitaba mis cosas - olvidé...

- Tu mochila, lo sé - sonrió de lado para bajarse.

- Gracias - avancé hasta él para tomarla.

- Súbete, te voy a dejar.

- No, gracias.

- No me digas que eres vergonzoso, en el salón demuestras otra cosa - dijo mirándome.

- Tengo que irme - intenté avanzar pero su brazo me lo impidió.

- No tan rápido - pegó su cuerpo al mío - ¿tienes prisa?

- Qué...

- No has sido un buen alumno Erick, hiciste una buena jugada.

- Lo sé.

Tenía mi mirada en él, en ese preciso instante me sentía confundido, mi profesor estaba actuando bastante raro.
Se acercó un poco más a mi, esta vez posando su mano en mi espalda, estaba tieso, no hacía otra cosa más que mirarlo.

Sus labios se posaron en los míos, abrí mis ojos en gran cantidad debido a la situación, aquella mano que estaba en mi espalda comenzó a bajar, giré un poco mi cara para impedir que me siga besando.

- Usted...¿e-es gay? - pregunté sin quitarle la mirada.

Solo rió para abrir la puerta trasera del auto - averigüalo.

- Me está diciendo que...nosotros...no no no, espere yo no soy así.

- ¿Te vas a quedar con la duda?

- Sí, además yo no soy homosexual, no me gustan los hombres.

- ¿Cómo lo sabes?

- Me estoy sintiendo incómodo, no es gracioso - dije ya más serio.

- Lo que menos quiero es hacerte reír - dijo cerca de mi oído - escucharte gritar sería más satisfactorio.

Mi cara estaba ardiendo, sentía mucha vergüenza, jamás me esperé esto y muchos menos de él.

La respiración que antes estaba calmada iba en aumento, un calorcito algo particular me comenzó a invadir y algo comenzaba a cobrar vida.

"Qué no se ponga dura" repetía una y otra vez en mi mente.

- Súbete - susurró llevando su mano al cierre de mi pantalón - salgamos de aquí.

- Nos pueden ver - respondí quitando su mano.

- Necesitas ayuda allá abajo.

- Puedo solo.

- ¿Seguro? - preguntó elevando una de sus cejas. Desvié mi mirada al suelo, estaba nervioso, no por él, sino por la situación en la que me estaba poniendo.

Opté por subirme, la verdad no sé qué mierda estaba haciendo, pero él tampoco me dejaba ir.

Iba totalmente callado en el asiento trasero, no quería ni siquiera mirar hacia adelante.

Se detuvo en un lugar que parecía bastante silencioso, vi que tomó algo pequeño, un condón. Bajó para cambiarse de asiento, mis manos por más que intentaba calmarlas no dejaban de temblar, ese carácter que suelo tener no sé en donde había quedado.

Se acercó sin ningún rodeo, mientras me besaba no podía cerrar los ojos debido a que esto no era con sentimientos.

Su mano subía y bajaba con movimientos realmente satisfactorios, su boca fue a dar en mi erección, lo miré con cierta impresión pero el placer que estaba sintiendo en ese momento me llevó a cerrar los ojos.

Con cierta incomodidad quité mis pantalones al igual que él, su erección estaba pronunciada y no niego que sentí miedo.

Me ayudó a sentarme en sus piernas, comenzó a prepararme con ayuda de sus dedos, no se sentía bien.

- ¿Listo? - preguntó en lo que se ponía el preservativo. Asentí sin estar seguro realmente.

Estaba costando un poco que su miembro ingrese, apreté mis labios con bastante fuerza y mis ojos estaban cerrados.

Apoyé mis manos en el asiento de adelante, él me ayudaba a subir y bajar pero a medida que lo hacía con más intensidad sentía molestia.

- ¿Por qué tan silencioso? - apoyó su frente en mi espalda - ¿no vas a gritar?

- No - dije bajo.

- ¿Por qué? - posicionó su mano en mi pene para masturbar - no te hagas el santo que de eso tienes bien poco.

Abrí mi boca sin sacar a flote el grito, que tipo de pervertido era mi profesor.

Más Que Un Profesor - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora