Más Que Un Profesor - Chriserick

Capítulo 25

- Disculpa por tardar un poco - dije al ver a Liliana en la puerta.

- No te preocupes, pasa.

- Gracias.

- ¿Quieres algo? - preguntó sentándose a mi lado.

- No, así estoy bien. Veo que tienes todo preparado - traté de sacar una sonrisa.

- Sí... ¿estás bien?

No sabía que responder, creo que era evidente que algo me pasaba.

- Adelantemos el trabajo - pedí - no quiero tener problemas con ese profesor.

- ¿Te gusta?

- ¿Eh? ¿De qué hablas?

- No te había querido decir porque no me meto en la vida de los demás, pero he visto algunos de tus gestos en el salón, algunos gestos del profesor hacia ti.

- Es un tema complicado, ni yo sé qué pasa por mi mente.

- Estamos en el siglo veintiuno, sal del closet Erick - soltó a lo que la miré.

- No es fácil hacerlo, menos en mi situación.

- ¿Que lo hace diferente?

- ¿Puedo confiar en ti?

- No lo sé, dime tú.

- Está bien - tomé un respiro - el profesor...bueno, Christopher era mi novio.

- Oh...no sabía eso.

- Me acaba de engañar, con Karina - dije sincero - no llevábamos tanto tiempo en realidad, pensé que tenía interés real en mi pero al parecer su calentura es más grande.

- Lo siento mucho - tomó mi mano - siento si toqué el tema, de verdad no lo sabía.

- Pero lo sospechabas. No te preocupes, no fuiste imprudente, me hace bien sacarlo.

- ¿Qué vas a hacer?

- ¿Qué harías tú?

- La verdad no sé, pero tendría mucha pena seguramente.

- Richard me dice que conozca a otras personas.

- Sería buena idea, no pierdes nada.

- Él no quiere verme con nadie, cree que puede mandarme a su antojo.

- Te escucho y es como para no creer - negó con la cabeza.

- Me celaba contigo - comenté.

- ¿Qué?

- Para que veas lo idiota que es.

- Quizás es bueno que estén separados por un tiempo, él te falló y tú tienes derecho a hacer lo que quieras.

- Si ¿verdad? - la miré fijo.

- ¿Qué...pasa...?

- Ayúdame.

- ¿A qué?

- El jura que tengo algo contigo, ayúdame a darle celos - pedí.

- No me quiero meter en problemas, luego me va a odiar.

- ¡Por favor! Solo le haremos pensar que tenemos algo, prometo que no te meteré en problemas.

- Ay...Erick...

- Pídeme lo que quieras.

- Lo haré, pero solo por ayudarte, no te pediré nada a cambio - respondió.

- Eres la mejor - me levanté para abrazarla - solo no te enamores.

- Que dices - rió - ojalá valga la pena.

- Veremos si realmente le intereso, si no es así - suspiré - lo dejaré ir.

- ¿Te gusta entonces?

- Sí, no te voy a mentir, pero eso no es motivo para que me deje pasar a llevar por él, tiene algunas actitudes que no me gustan.

- ¿Te ha golpeado?

- Nos hemos golpeado, ambos somos celosos, yo no me voy a quedar con los brazos cruzados.

- Eso está mal, si se quieren no deberían agredirse - volvió a mirarme.

- No todo es color rosa querida amiga, no han sido peleas grandes, pero podría decir que todas son por celos de alguno de los dos.

- No me esperaba eso del profesor realmente.

- Sabe cómo, cuándo y dónde hacer cada cosa, lo que menos tiene es un pelo de tonto.

Todo lo que dije es verdad, no tenía la necesidad de mentir o dejarlo mal por las cosas que acababan de pasar, lo quería pero eso no me iba a cegar.