Más Que Un Profesor - Chriserick

Capítulo 23

Abrí la puerta sin rodeos, la imagen que tenía frente a mis ojos sin duda no era la más agradable. Cerré la puerta retrocediendo un poco, al sentir la pared reaccioné a caminar.

- Richard, vamos - dije sin mirarlo.

- ¿Que pasó?

- Solo vamos - sequé una lágrima que salió.

- No - me giró con fuerza - que pasó.

- Aquí no, caminemos un poco más y te cuento.

Trataba de mentalizarme en no llorar, no quería llorar pero no sé qué pasaba, las lágrimas bajaban sin ninguna autorización.

Lo llevé a un lugar apartado dentro de la universidad, dónde pudiéramos estar solos.

- Dime.

- No sé cómo decírtelo, no le he contado esto a nadie - tomé un respiro.

- Sin rodeos y todo tal cual - respondió.

- Richard, creo que soy gay - solté con los ojos nublados por las lágrimas.

- ¿Crees?

- No lo sé, esto es muy raro - bajé la mirada - estoy en una relación, bueno estaba.

- ¿Lo conozco?

- Sí, lo ves siempre - dirigí mi mirada a él - es Christopher.

- ¿El profesor? - se puso de pie - no te pases Erick.

- Nadie lo sabe, nadie lo puede saber, si te lo estoy contando es porque te tengo confianza.

- ¿Estabas llorando por él? Que te hizo - subió las mangas de su poleron - dime y le parto la cara.

- Cálmate - pedí - no vale la pena meternos en problemas.

- A ver - se sentó en el suelo frente a mi - que te hizo.

Aquella imagen volvió a mi mente, sabía que esto iba a pasar algún día.

- Lo ví en el salón...teniendo relaciones con Karina - contesté con pena - se supone que estaba conmigo.

- ¿Eran novios?

- Algo así, no me lo pidió como tal pero teníamos algo más serio.

- Que hijo de puta - dijo entre dientes.

- No sabes lo feo que sentí verlo ahí, sentado mientras Karina hacía de las suyas. Sabía que era un perra y que sería un problema entre nosotros.

- ¿Te dolió verdad? - asentí a su pregunta. Debí suponer que no me tomaría enserio.

- Jamás había sentido atracción por un hombre, quise darme una oportunidad para aclarar lo que quería, tengo dudas de mí sexualidad, con él no te niego que disfruto, siento placer cuando tengo relaciones con él.

- ¿Osea que recibes? - preguntó causando un sonrojo en mis mejillas - sin vergüenza Erick, yo respeto tus gustos.

- Sí, no se siente mal - dejé salir una pequeña risa tímida.

- ¿Qué harás?

- No lo sé, estoy enojado, tengo rabia - apreté mi mandíbula - fui un tonto, no debí estar con él.

- No es tu culpa.

- Sí, en parte sí, yo sabía cómo era él y aún así acepté tener algo más serio. Si no quería estar conmigo para qué mierda me lo pidió...

- No te vuelvas a dejar entonces - me puso de pie - piensa en ti, en lo que tú quieres, si te gustan los chicos búscate otro, si te gustan las chicas conoce a una, mírate - se alejó un poco - eres lindo, puedes tener a quien quieras contigo.

- No sé qué hacer Richard, no tengo claro nada.

- Nadie tiene su sexualidad definida, quién te dice que el día de mañana yo pueda estar con un chico también.

- Richard tú ya tienes tus gustos - puse los ojos en blanco.

- Bueno, solo quiero subirte el ánimo - rió - salgamos de aquí.