Aquel día fue el peor de todos, tuve que pagar un seguro en un centro de salud para obtener una licencia falsa y poder presentarla en la universidad.
Si aguantaba era por mi mamá, yo no tenía como pagar una carrera que costaba millones al año y mucho menos quería poner en una situación de angustia a mi madre, al fin y al cabo, mi padre al menos se tenía que hacer cargo de mi educación, bastante tuvo que hacer mi mamá para sacarme adelante.
Tenía que ser un buen profesional para devolverle todo lo que hizo por mi, ella merecía lo mejor.
Me conseguí los apuntes con Richard, no entendía como es que pasaron tanta materia en un par de horas.
- Ya me duele la mano - dije soltando el lápiz.
- Ya no te queda nada, mira... - dió vuelta la hoja - solo te queda una.
- No quiero volver a esa clase, te lo juro.
- Aún queda gran parte del semestre, además solo está de reemplazo, quizás tienes suerte y se vaya antes - soltó.
- ¿Y tú cómo sabes eso?
- Karina.
- ¿Y ella como sabe?
- Anda detrás del profesor, alguien se le quiere meter por las piernas.
- Quizás le sirva para que se le quite lo amargado.
- ¿No te da celos?
- ¿Qué cosa?
- Que Karina se meta con él, osea, ella estuvo contigo.
- Ella no me interesa, solo quería quitarme las ganas, que haga lo que quiera, me da igual - elevé mis hombros.
- Por eso me agradas bro - me llevó a él para imitar unos golpes.
- ¿Vamos? No quiero volver a pagar por un certificado médico - reí.
Richard ya era mi amigo, el único amigo real que consideraba en realidad, por un momento tuve ese temor de que no encajaría con nadie en mi salón y que andaría solo, pero fue todo lo contrario.
El profesor nos formó en duplas, yo quería estar con Richard pero como siempre todo lo hacía a su modo. Me terminó por dejar con una de las más calladas del salón, al menos tenía fe de que me podía sacar una buena calificación.
- ¿Cómo te llamas? - pregunté al sentarme.
- Liliana - respondió poco audible.
- No muerdo - dije al sentir su timidez - bueno si, a veces, pero en circunstancias especiales.
- No quiero saber tanto - dijo riendo un poco.
Durante todo el semestre tendría que trabajar con ella, teníamos que crear un proyecto arquitectónico para en su tiempo exponerlo.
Ella claramente manejaba mejor los conceptos que yo, tenía ideas muy buenas y yo, solo la escuchaba.
- ¿Como van?
- Aún estamos viendo cómo comenzar - respondió mi compañera de proyecto.
- Perfecto, necesito un boceto de su idea ¿quién lo hará?
- Ella - apunté a Liliana.
- ¿Yo?
- Sí, tú.
- ¿Por qué ella?
- Porqué si, en estos tiempos hay que impulsar a que ellas se incorporen más a las arquitectura ¿no? Eso estoy haciendo.
- ¿Qué? - preguntó él confundido.
- Lo dijo usted, no me venga con cosas - me defendí.
- A ver - tomó una de las hojas blancas y la puso frente a mi - inténtalo.
- No gracias, que lo haga ella.
Se puso detrás de mi asiento acercando el lápiz a mi mano - toma el lápiz.
- Pero profe... - no alcancé a terminar cuando me hizo tomar el lápiz.
- Todo está aquí - puso una de sus manos en mi cabeza - y aquí - posicionó su mano libre sobre la mía - traza líneas apenas llegue una idea a tu mente, no importa si te equivocas, la clave está en intentar.
- No sé me viene nada a la mente - respondí sincero.
- Intentemos, toma la regla - pidió. Hice caso a lo que decía.
Puse mis dedos en la mitad de esta, puso su mano encima de la mía haciendo presión para que esta no se mueva mientras que su otra me ayudaba a sostener el lápiz.
Comenzó a mover nuestras manos dibujando líneas, yo solo observaba.
- Listo.
- ¿Un rectángulo? - pregunté.
- Sí, imagina con eso.
- Veré qué sale.
- Inténtalo, quiero ver más que líneas - susurró para ir en ayuda de mis demás compañeros, eso había sido algo extraño.
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Más Que Un Profesor - Chriserick
Fiksi PenggemarEl respeto entre un profesor y un alumno debe ser mutuo. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-