Capítulo 18

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- ¿Estás bien? - pregunté mientras sacaba las llaves de su casa.

- Sí, me divertí mucho.

- Tenemos que repetirlo entonces.

- Claro - sonrió - espero no sentirme mal mañana.

- Nada que no solucione una pastilla y harto líquido - aconsejé.

- Nos vemos el lunes, y de nuevo gracias.

- De nada - besé su mejilla - háblame mañana.

Esperé hasta que se meta a su casa, sin duda nos llevaríamos bien. Caminé hasta la esquina de la calle, no se veía gente a esta hora y la mayoría de las casas no tenían luces.

- ¿Cómo la pasaste? - preguntó apenas me subí a su auto.

- No te haga el interesado, a lo que vamos - puse el cinturón de seguridad.

El camino fue silencioso y bastante incómodo, estaba haciendo todo lo contrario a lo que le dije, de seguro me lo sacaría en cara.

Apenas pasamos a su casa lo seguí directo a su habitación, ambos teníamos prisa al parecer.

- Suéltame - lo empujé haciendo que quede tendido en la cama.

- Llegaste agresivo - mordió su labio inferior.

- Quizás - subí hasta sentarme en su regazo - supieras lo que puedo llegar a hacer.

- Tentador, quiero verte.

Empecé a moverme encima de él, su mirada seductora y provocativa me encendían aún más.

Desabroché su pantalón para facilitar la entrada de mi mano en su bóxer. No estaba seguro de lo que iba a hacer, pero siempre es bueno probar cosas nuevas.

Dirigí mis labios a su pene posando mi lengua en la punta, recorría en círculos mientras quedaban rastros de mi saliva. Sentí un jadeo de su parte, era evidente que eso le gustaba.

Introduje a mi boca lo que más pude de su erección, mi mano estaba en sus testículos dando especies de masajes, le iba a demostrar que yo podía darle igual o más placer de lo que él imaginaba.

Sentí una textura extraña en mis labios, me acerqué a los de él para que ambos sintamos aquel sabor.

- Tu celular ¿dónde está?

- Lo tienes casi sentado - respondió.

Lo saqué de su pantalón junto con el mío, no quería engaños - hay que prevenir - dije dejando ambos celulares en el suelo.

Quité su ropa en cosa de segundos, no me tomé la molestia de ser delicados, sería torpe igual que él.

- ¿Es mi idea o quieres llevar el control? - no respondí absolutamente nada.

Cuando ya estaba sin ropa me volví a subir en él, humedecí su erección para que no cueste tanto su ingreso.

Puso sus manos en mis muslos mientras yo subía y bajaba en él, mi erección hacia roce en su abdomen y podía ver la cara de satisfacción que tenía.

- Oh...vaya mierda... - soltó luego de que aumentara la velocidad de mis movimientos.

- Admite que no te resistes a mi - puse mi mano en su cuello. No sé qué me pasaba realmente, sentía la necesidad de ser violento.

Abrió su boca con una especie de sonrisa mientras sus ojos permanecían cerrados, estaba haciendo bien trabajo.

- ¡AH! - grité al sentir mi cuerpo en la cama, aprovechó que me descuidé para posarse sobre mi.

- ¿Quieres jugar? - dió una palmada - juguemos.

Procuró introducir su erección hasta el fondo para tomar entre sus brazos mis piernas, embestía de forma violenta provocando varios gritos míos, era imposible contenerlos para ser sincero.

- A-AAAH CHRISTOPHER...POR LA MIERDA... - grité ya desesperado.

- Eres un maldito caliente - se acercó a mí tomando mi nuca - me excitas.

- ¿Si? - apreté su mandíbula - demuéstralo.

- Encantado...

Apreté las sábanas de su cómoda cama, nuestras respiraciones chocaban, el esfuerzo corporal que estábamos haciendo de seguro nos dejaría desgastados.

- ¿Te vas a portar bien? - preguntó agitado y ya poco audible.

- No, no lo haré...

- ¿No?

- ¡Aaaah! N-no...

Entre mordidas, jalones de cabello y malas palabras, terminamos por quedar rendidos. Christopher por un lado seguía encima mío mientras yo trataba de controlar mi respiración, el cobertor era un desastre, jamás había sudado tanto en mi vida.

.......................

Les cumplí 😏❤

Más Que Un Profesor - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora