Aquel día Jennie me había convencido de salir con ella, y a la mala acepte pues ya habían sido múltiples veces las que ella me había invitado y yo ya había rechazado con cosas como que mi madre no me mandaba, que esa tarde estaba ocupada entre otras cosas sin embargo aquella tarde me di cuenta de que ya había agotado todos mis excusas.
Al principio creí que llegaba tarde pues, sin darme cuenta mientras me arreglaba el tiempo había pasado volando y al mirar mi teléfono en ese momento recién fui consiente de la hora, salí corriendo y tomé un taxi.
Al llegar toque el timbre y desde el comunicador una voz me contestó
-¿Jennie?- pregunte
-Oh Rosé- replicó la voz y a continuación la puerta fue abierta, su casa no me pareció tan peculiar pues incluso el sector ya era conocido ya que ya había pasado cientos de veces por este para llegar a mi casa, las casas que se encontraban en la zona eran bastante grandes y muy lindas, pues se podría decir que eran conocidos como uno de los lugares de gente más adinerada de Seúl, y de la misma manera entrar a su casa no me sorprendió para nada pues se podría decir que estaba decorada casi de la misma manera exorbitante que la mía.
-Buenas tardes- dije al entra a la casa pensado en que su madre podría estar, aunque no recibí respuesta
-Entra estoy aquí- gritó Jennie, desde supongo que era su habitación, al pasar me di cuenta de que en realidad no había nadie en casa y que nos encontrábamos solas, supe que era el cuarto de Jennie cuando al entrar en este pude ver cómo las paredes estaban pintadas de rosa palo, los muebles eran blancos y las cobijas también tenían un tono rosa mucho más brillante y llamativo, algo de lo que era de esperarse por la forma de ser de ella
Me senté en su cama pues al parecer ella estaba en el baño, mis ojos viajaron por cada lugar, y solo se detuvieron al ver aquella repisa donde aún se encontraban muñecas con las cuales supongo que Jennie solía jugar cuando era niña.
La puerta fue abierta y mi reacción fue inevitable al ver que Jennie recién se había bañado, su cabello mojado caía sobre sus hombros mientras que una toalla envolvía todo su cuerpo.
-Solo necesito cinco minutos- dijo caminando a su armario y buscando ropa
Hay me di cuenta de que Jennie era alguien que de hecho no era nada puntual y también a alguien que no le incomodaba mucho que otros la miraran solo en brasier y bragas, pues al encontrar algo que finalmente le gustó, simplemente dejó la toalla aún lado y empezó a cambiarse de ropa, mi relación rápida fue desviar mi mirada a mi teléfono, pero de vez en cuando levante mis ojos, su cuerpo era incluso más hermoso que su rostro, y en este momento maldecía aquel uniforme al cual nos forzaban a llevar pues ese maldito era el culpable de esconde tan majestuoso cuerpo, ella era bastante delgada sin embargo a diferencia de otras chicas escuálidas en su cuerpo habían unas hermosas curvas que le daban mato realce a su cuerpo, y sus pechos eran bastante prominentes, a pesar de que fuera así de delgada, y solo estaba empezado, cuando de hecho decido que aquella ropa tal vez no era la adecuada y decidió cambiarse otra vez y esta vez también cambió otra prenda pues dijo que aquel brasier morado se notaría en el vestido que luego se puso, y sin pudor alguno se quitó este, en realidad no sé si fue consiente de que para ese momento me había quedado embobada mirando sus pechos y aquellos pezones que llevaban el mismo color que sus labios, tan rosaditos y bonitos, que incluso te daban ganas de acariciarlos.
Aquella tarde me dije a mi misma que aquel calor que entró a mi cuerpo fue por la incomodidad y no por qué tal vez ver a una chica casi desnuda había causado que todo dentro de mí se removiera.
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RESILIENCIA|+18|Jennie x Rose
FanficCeder a las tentaciones que en mi mente existía iba más allá que solo pecar. Se podría decir que todo empezó aquel viernes por la noche cuando ella decidió invitarme a una pijamada en su casa y mientras mis sentidos estaban más despiertos que nunca...