RESILIENCIA|+18|Jennie x Rose

Conversacion casual

Durante aquellos días Jennie no parecía exactamente distante, aunque tampoco es como si nuestra relación hubiera mejorado, quizá incluso podía compararlo con algo normal.

Estábamos en la clases de deportes y casi no habíamos hablado ni siquiera cuando corrimos juntas en el calentamiento, al principio pensé que quizá había pasado algo, tal vez yo le había dicho alguna cosa por error, sin embargo fue totalmente distinto cuando nos sentamos unos segundos en las gradas para descansar.

Había estado meditando algo y solo lo noté cuando me detuve a admirarla, incluso se había arrimado en sus rodillas.

Pero ni siquiera supe cómo preguntarle qué pasaba, al igual que siempre y supongo que en realidad tal vez jamás hubiera sabido cómo llegar a aquel tema que continuaría.

Lo bueno de estar en una escuela de solo mujeres era que habían cosas de las que podías decir o hacer libremente sin que un estupido niño te juzgara, así que cuando una de nuestras compañeras empezó hablar para nosotros era una conversación normal.

No podría decir cómo exactamente había empezado, pero la conclusión de aquello sí fue de suma importancia.

Había empezado hablar sobre cómo había perdido su virginidad en una fiesta, contando que ese día estaba tan caliente que se le había hecho inevitable que pasara.

Entre otras compañeras habíamos, continuado hablado respecto al tema y otras también compartieron otras tantas experiencias sin embargo Jennie permaneció en silencio y solo decidió hablar cuando estuvimos solas.

-Es extraño- había empezado diciendo -Ningún hombre me ha hecho excitar lo suficiente como para hacerlo.

Quizá para cualquier otra persona un comentario como ese hubiera pasado desapercibido, sin embargo para mí tomó otro sentido ya que justamente la persona a quien más veces le había oído decir que era demasiado heterosexual ahora me decía que un hombre no hacía que se excitara lo suficiente.

Y no mentiré que al escucharla decir aquello parte de mí se emocionó incluso sin que yo misma aceptase cuál era mi inclinación con respecto a eso, ya que por ese momento no quise darle etiquetas a nada y no es que fuera alguien que había empezado a pensar cómo alguien más liberal por qué parte de mí sabía que no quería aceptar lo que realmente me estaba pasando.