Recuerdo como un día luego de la escuela tuve que ir a la casa de la querida Soo, una amiga con la cual había tenido la fortuna de haber sido puesta en el mismo equipo de trabajo.
Normalmente los trabajos de pareja, siempre los hacía con Jennie sin embargo, la maestra había sido quien había sorteado a las parejas esta vez y aunque de cierta manera me dolió pensar, en que estaba perdiendo una oportunidad para estar con ella, la idea de que Soo me hubiera tocado como pareja no me enfadaba.
Ella era de ese tipo de chicas con las más altas calificaciones, las que por así decirlo se esfuerzan más de lo que el maestro pide, ellas a las que en todas las materias les va bien, incluso en educación física, pero aparte de eso Soo, también era alguien que para mí era de cierta manera era fácil de tratar, no era engreída, y si le pedías la tarea, que por supuesto había terminado y hecho por adelantado, siempre estaba dispuesta a prestártela, y aparte de todos aquellos atributos, tenía una belleza diferente, era todo lo contrario a Jennie en definitiva, sin embargo algunas veces, yo misma me había encontrado pecando, y extrañamente mientras estaba drogada, optaba por revisar su Instagram.
Al final, aquello era sólo otro secreto que moriría conmigo.
Sin embargo eso era otro tema.
Soo tenía una hermana mayor, y gracias a las historias que Soo contaba y a un par de veces que llegue a escuchar a su propia hermana hablando, supe que ella al igual que unos cuantos como Jennie pensaban diferente, aunque en realidad luego entendí que más bien unos fingían mejor que otros.
Aquel día al estar en casa de Soo puede escuchar un par de gritos que provenían de la cocina, Soo me anuncio que su madre y hermana estaban peleando de nuevo y en un principio me pareció sorprendente, pues mi madre primero muerta antes de que alguien escuchara peleas que hicieran tambalear nuestro estatus de familia perfecta, y nuestra familia no era la única que pensaba así, y por la misma razón me pareció totalmente sorprendente que ellas se estuvieran gritando en la cocina.
Para Soo más que vergonzoso, aquello le había parecido casi gracioso, y hasta me dijo que guardara silencio para escucharlas, ya que al final la mayor parte de las cosas que decían, te ponían a pensar. Y si que tenía razón.
Aquella tarde escuché como la madre de Soo le daba una razón bastante significativa, para que la misma no tuviera sexo, aunque supongo que aquel mensaje llegó tarde.
Y con palabras temblorosas y los nervios de punta, había dicho cosas que la mayoría de padres no podían decir ni en sueños, que vulgar dirían muchos si la escuchaban, pues más que una pelea resultaba que era una conversación diferente.
Y aunque las palabras de la madre de Soo eran dedicadas para su hija me llegaron profundamente a mi, había dicho que el problema de tener relaciones sexuales la primera vez, de cierta manera destruye la mayor parte de tu relación amorosa, pues luego la relación solo se basa en encontrarse y buscar lugares para tener sexo, si habrán momento donde no sea así, pero por algo dicen que luego el sexo es el 50% en una relación.
Y de inmediato lo entendí, y más bien lo transformé a mi manera, relacionado con Jennie y la marihuana.
Y si, solía ir a visitarla, pero muchos encuentros ahora se basaban, en ir a su casa esperar que su madre se fuera y drogarnos, era casi una rutina, una muy divertida, pero luego así como lo dijo la madre de Soo, siempre que optábamos por salir, también estábamos pendientes de encontrar un lugar para drogarnos.
Y justo en el cumpleaños de una amiga con la cual nos llevábamos bastante bien, fue cuando vi algo más.
La fiesta había sido de gala, exclusiva, y muy cara, casi al igual que siempre.
Yo solía ser puntual a diferencia de Jennie así que llegue antes. Esperarla casi nunca era complicado, pues, más que enfocarme en el tiempo, me ponía a pensar en cómo sería cuando llegara, me gustaba imaginarme todo tipo de cosas, cosas que luego haríamos, sin embargo, cuando llegó, trajo a alguien con ella.
Trajo a ese chico con el que días atrás había subido ese video en el que se besaban.
Llegaron tomados de la mano, y sonriendo, supongo que tenían una conversación divertida, ¿quien sabe?.
Jennie llevaba un vestido blanco con una listón rosado en el medio, su cabello suelto caía por su espalda, y como siempre se veía hermosa, perfecta.
En ese momento no lo note, sin embargo luego al abrazarla me daría cuenta que su vestido tenía una especie de corset en la parte de atrás, el cual Jennie me contaría más tarde que su pareja había ajustado.
Antes de venir a la fiesta sus padres no había estado en casa así que él había tenido la oportunidad de ayudarle a cambiarse.
Algo que de cierta manera me reconfortaba era pensar que, aunque Jennie no estuviera conmigo, yo siempre tendría más que ellos, yo siempre sabría más que ellos. Sin embargo la idea de pensar que él también la había visto sin ropa me horrorizó y más que nada me dolió. Pero al igual que siempre fingí que me daba lo mismo.
Las fiestas y los lugares con muchas personas nunca habían sido mi fuerte, así que cuando Jennie me dio la señal para que saliéramos de lugar, no dude ni un segundo en aceptar.
El lugar donde la fiesta se daba eran en un hotel, al cual antes ya había venido, y conocí su gran jardín, y la piscina, también la cancha de tenis, la cual por ahora estaban desiertas, las luces estaban apagadas, y podías acceder a los vestidores sin ser visto, aquel sería un buen lugar para fumar.
Y así lo hicimos, pero luego, llegamos hasta un trampolín que había sido dejado al alzar, cerca de unos árboles, ni siquiera tuvimos que hablarlo antes de quitarnos los tacones y subir en este.
Y si, en un principio fue divertido, ni siquiera recuerdo cuánto tiempo estuvimos ahí, pero si se que ver el cabello de Jennie saltando de un lado para el otro sin preocupación alguna me encantaba.
Wook que era su pareja en ese momento solo se había limitado a vernos mientras no dejaba de reírse, supongo que por efecto de la marihuana.
Lentamente sentí como mis piernas temblaban, el aire empezaba ha acortarse, casi estaba jadeando, me había cansado sin darme cuenta, aquello fue una señal para saber que era hora de bajar.
Wook ayudó a que me bajara y mientras yo me volvía colocar los tacones ayudó a Jennie, pero a diferencia de conmigo, la tomó de la cintura y esta puso sus brazos en su cuello, y luego enredó sus piernas en él.
Habían empezado a besarse, casi desesperadamente, como si yo no estuviera ahí, como si yo no existiera.
Jennie jamás le había dicho a ninguno de los chicos con los que salió, que tenía un gran gusto por la marihuana, así que, que él lo supiera, era solo otra prueba de que ella había dejado que otra parte de si misma quedara al descubierto frente a él.
ESTÁS LEYENDO
RESILIENCIA|+18|Jennie x Rose
Fiksi PenggemarCeder a las tentaciones que en mi mente existía iba más allá que solo pecar. Se podría decir que todo empezó aquel viernes por la noche cuando ella decidió invitarme a una pijamada en su casa y mientras mis sentidos estaban más despiertos que nunca...