El Alpha es Mío

C A P Í T U L O 4: U N A S A L I D A M E M O R A B L E (2)

—Pues no. Jack ha ido a por algo de beber. Oye, ¿tú me estás siguiendo o algo? Porque anda que no hay bares y discotecas por aquí para que justamente nos encontremos en la misma. — Le respondí con tono de reproche.

UOOOOOO, gritaron todos sus amigos. Asher puso una sonrisita de orgullo, como si le gustase que yo le atacara.

—La primera en la frente. Yo soy Alex, el primo favorito de Asher.—Dijo tendiéndome la mano. Tenía la cara amigable. Al igual que Asher, tenía la piel morena y el pelo castaño. Aunque él era bastante más bajo que Asher, de hecho dudaba que llegase al metro setenta.

—Hola.— Contesté estrechándole la mano.

—Estos son Peter, Max y Harry. Son primos nuestros pero lejanos.— Dijo señalando a cada uno.

Todos ellos me saludaron y yo respondí del mismo modo. Centré mi atención en el teléfono móvil para mandarle un mensaje a Jack. ¿¡Qué cojones estaba haciendo!?

—No te estoy siguiendo.— Me susurró Asher en el oído.

Juro que fue la mejor sensación de mi vida. Él derrochaba calor. Llevaba una colonia que olía a dioses, desearía poder olerla todas las noches.

¿Pero qué estoy pensando? Cada vez estaba más fatal de la cabeza. Me aparté de él inmediatamente intentando quitarme esos pensamientos de la cabeza.

—Parece lo contrario.

—Tendrías que estar agradecida, ya que tu amiguito te ha dejado aquí sola. Podría haberte pasado algo, hay demasiados gilipollas por aquí.

No pude evitar rodar los ojos.

—Sí,sí. Muchas gracias. Me estás salvando la vida. Anda que tú no serás uno de esos gilipollas.

—Yo nunca te haría daño, Cami. Nunca.

—¿Cami? ¿Otra vez con eso?

—Parece que te molesta demasiado por eso me encanta llamarte así. Cami.

—¿Pero qué estás diciendo? Eres mi jodido profesor de universidad.

—¿Y? ¿Acaso me llamas tú señor Clark?

Yo estaba más allá de lo frustrada.

—Mira, déjalo. Llámame como quieras.

Tenía un mechón de pelo sobre mi cara que me molestaba. Intenté cogerlo pero se me escurrió. Asher, al ver la situación, se inclinó y cogió el mechón colocándolo detrás de mi oreja.

La sensación de cercanía, con el calor y el maravilloso olor que él desprendía empezaron a calentarme de nuevo. ¡Maldito cuerpo y las dichosas hormonas!

Al momento me llegó un mensaje de Jack: Voy de camino.

Sonreí, Jack ya venía.

—No puedo creer que estés enamorada de ese.

Me pareció escuchar algo de celos. No podía ser, de seguro que eran imaginaciones mías.

—No estoy enamorada. Te repito otra vez que solo somos amigos.

—¿Estás segura?

¿Cómo no voy a estar segura de algo así?

—Sí, lo estoy. Además, ¿ a ti que te importa si estoy saliendo o no con él?

Me observó durante unos segundos.

—Me importa porque me importas tú, aunque no lo parezca.

Estaba totalmente en shock. Asher acababa de ser amable conmigo y no solo amable, si no, también.... ¿tierno? Iba a contestarle cuando Jack apareció entre la multitud con una copa en cada mano.