No podía dormir. Probablemente llevaba horas tumbada en la cama dando vueltas. Mi cabeza no me permitía dormir, estaba constantemente pensando en lo que me había dicho Asher. ¿De qué lado estaba? ¿Qué iba a hacer? ¿Iba a confiar en Asher? Esas preguntas llevaban rondando mi cabeza desde ayer. No le había prometido nada a Asher, aunque en una parte honda de mi ser seguía confiando en él.
Me dí por vencida cuando el reloj de mi mesilla de noche marcó las dos de la mañana. Necesitaba despejarme urgentemente, algo que me hiciese pensar con claridad y aclarar todos estos pensamientos. Necesitaba correr, soltar adrenalina.
Decidida me levanté de la cama y me hice una cola alta. Me puse la ropa de deporte junto con mis zapatillas y salí de mi habitación de la manera más silenciosa posible, lo último que quería es que mis padres se enterasen que salgo a escondidas en la madrugada.
Bajó todos los escalones y recorrí el comedor hasta llegar a la entrada. Cogí las llaves y abrí lentamente la puerta intentado hacer el menor ruido posible. Una vez que salí a la fría calle sentí como podía respirar bien. Levanté la vista hacia el cielo admirando la preciosa luna llena.
Sí. Luna llena. Hombres lobo.
Ignoré completamente ese hecho y empecé a hacer estiramientos para calentar antes de empezar a caminar rápidamente y finalmente correr. Corrí más rápido de lo que me esperaba haciendo que mi cuerpo se sintiese bien, liberado.
Seguí corriendo por más de media hora dando vueltas al vecindario. Sin embargo, no podía despejarme del todo. Quería entrar en el bosque, ese que tanto conocía y donde se encontraba la casa en el árbol que tanto amaba. Decidida me dirigí hacía él, allí era el único sitio donde todos mis pensamientos se iban a ordenar.
En dos minutos; allí estaba el majestuoso bosque lleno de enormes abetos. Siempre me había encantado el bosque, era una zona segura para mí. Estaba casi en silencio, excepto por los búhos nocturnos. Levanté la linterna del móvil para iluminar el camino. Avancé unos metros más hasta llegar a la casa del árbol. Estaba como siempre: vieja pero segura. Me acuerdo de aquellas tardes cuando mi hermano estaba empezando la quimioterapia que veníamos aquí y pretendíamos ser otras personas, personas que no tenían problemas viviendo en un mundo ideal.
Todos aquellos recuerdos me trajeron una sonrisa en la cara. Estaba apunto de subir cuando escuché algo a mi izquierda. Dirigí mi linterna hacia allí, pero no había nada. Eran imaginaciones mías de seguro. Volví la linterna hacia la casa cuando volví a escuchar otro ruido, esta vez detrás mía, más cerca.
Me giré corriendo. En ese punto estaba más allá de lo asustada, con el corazón en la mano. ¿Qué es lo que estaba rondando por aquí?
Estaba apunto de salir pintando de aquel lugar cuando una figura apareció de entre los árboles. Era un chico, más o menos de mi edad. Alto, aunque tampoco mucho, de contextura fuerte y con el pelo rapado al cero. Sus ojos eran completamente negros, daba miedo. Tenía un aura sobre él que no me gustaba nada.
—Así qué.— Dijo con voz profunda acercándose a mí.— Tú eres la Mate de Asher. Encantado de conocerte Camila, es todo un placer.
Esto se estaba poniendo feo, no tenía pinta de estar complacido y mucho menos de ser amigo de Asher.
Negué con la cabeza fuertemente.— No sé de lo que me estás hablando.
Él elevó una ceja con gesto de burla. Ceja que , por cierto, estaba con una cicatriz.
—No me gustan que me mientan Camila. No soporto a los mentirosos. ¿Sabes lo que les hago?
Volví a negar con la cabeza.
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El Alpha es Mío
WerewolfAsher es odioso, chulo,prepotente,sexy y... un hombre lobo. Él es el nuevo profesor de Camila y ella no lo soporta. Ella no sabe nada de su secreto y mucho menos, que él es el Alpha de su manada y ella su Mate. Cuando Camila se entera, no quiere sab...