No había visto ni hablado con Asher desde el domingo. No fui a clases el lunes con tal de evitarlo. Puse una pobre excusa sobre la gripe o algo así. Jack no estaba muy convencido de mi mentira pero seguía resentido y enfadado por lo que pasó la otra noche en la discoteca. Asher no solo me había arrebatado mi libertad, si no también había alejado a mi mejor amigo de mí.
Mi hermano rebosaba de alegría cuando supo que pasaría aquel día con él. Hicimos un buen desayuno por primera vez en mucho tiempo y fue a compartirlo con Freddi. Erick había entablado una muy buena relación con los primos de Asher. La verdad es que se portaban muy bien con nosotros.
A partir del martes todo volvió a la normalidad, la misma rutina de siempre. La universidad, casa, mi hermano. Yo estaba contenta, estaba de nuevo en mi zona de confort lejos de guerras entre mundos que yo no sabía.
A pesar de intentar ignorar todo lo sucedido, mi mente no paraba de darle vueltas al asunto. Por fin podía ver el sentido a algunas cosas. Entendía cómo Asher escuchaba cada cosa que decía aunque estuviese a varios metros de distancia o como se movía tan rápido de un sitio para otro. Y la cosa más importante; la sensación que sentía cada vez que él estaba cerca de mí. Ese cosquilleo que nacía en mí interior que me avisaba de su presencia.
Yo solo quería una vida normal, quería conocer a alguien, enamorarme, tener hijos, comprar una casa, pasarlo bien. Lo que hacía la gente con sus vidas. No quería un mundo de fantasía con hombres lobo. Ese no era el cuento que había imaginado. Estar con Asher significaba una vida llena de riesgos y no de comodidades como yo quería.
Suspiré leyendo el mismo párrafo por quinta vez. No podía concentrarme con todos esos pensamientos rondándome la cabeza. Tenía los finales a tan solo tres semanas y a penas había estudiado. Decidí rendirme ese día, dejando el papel a un lado.
Puse a revisar mis redes sociales, más bien cotilleé las redes de Asher. No había subido nada nuevo a excepción de una foto en Instagram. Estaban él y Alex en el bosque. La foto era preciosa. Asher estaba para chuparse lo dedos, como siempre.
—¡Cami! ¡Baja! —Gritó mi hermanito desde el comedor. Lo había dejado viendo los nuevos dibujos de Swinkes, unos gatos superhéroes.
Bajé las escaleras hasta el salón. Erick estaba tumbado sobre el sofá mirando la televisión.
—¿Qué pasa?— Le pregunté sentándome a su lado.
Él me cogió la cara y empezó a acariciarla. Amaba a mi hermano mas que nada en el mundo. Era tierno, bueno y agradecido. Sabía que pronto mejoraría y podría hacer su vida normal. Era todo un luchador. Estaba inmensamente orgullosa de él como nadie.
—Te quiero.—Dijo dándome un beso en la mejilla.
—Yo también chaval.— Le respondí con otro beso.
—¿Te puedo pedir un favor? — Preguntó haciendo ojos de corderito.
Uuuyyy, eso no pintaba muy bien.
—Pues depende de qué favor.— Respondí bajando el volumen de la televisión.
—Freddi me dijo el otro día que podía ir a jugar a su casa en cualquier momento porque esta semana se quedaba en casa de Rose y ella es muy permisiva.— Dijo a tropezones., estaba ansioso por mí respuesta.—¿Me dejas ir a jugar un rato? ¡Por favor!
—No sé Erick no creo que sea lo me.—
Erick me cortó la oración mirándome a los ojos seriamente.
—Escucha. Tengo ocho años y tengo leucemia. No he tenido apenas amigos porque estoy enfermo o porque se ríen de mí y por una vez que tengo a una amigo que no le importa que yo no tenga pelo y que nos llevamos bien, tu me dices que no puedo ir con él. Estoy encerrado en esta casa la gran parte del tiempo de mi vida. Solo necesito un descanso, Cami.
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El Alpha es Mío
WerewolfAsher es odioso, chulo,prepotente,sexy y... un hombre lobo. Él es el nuevo profesor de Camila y ella no lo soporta. Ella no sabe nada de su secreto y mucho menos, que él es el Alpha de su manada y ella su Mate. Cuando Camila se entera, no quiere sab...