C A P Í T U LO 16: M I E N T R A S T A N T O

4.8K 234 27
                                    

 —Hay que acabar con él, Asher. — Respondió Bleid, la madre de Karla a la que asesinó la otra manada.

Asher asintió.

—No me gustaría otra cosa más. Pero hay que pensar con cabeza Bleid. Sé que mataron a tu hija y por ello toda esta cosa empezó. Ahora también quieren todos los negocios que manejamos porque los suyos no están saliendo a flote. ¿Una manera fácil de solucionar eso? Acabando con sus rivales.

Bleid se levantó enfurecida.

—¡Mataron a mi hija! —Dijo sollozando. Las lágrimas rodaban por sus ojos, ojos que estaban empezando a transformar en algo no humano. — ¡Nunca entenderás lo que se siente!

Bleid se había transformado por completo. Miré a alrededor mía, preguntándome si esto era habitual y obtuve mi respuesta: no. Todo el mundo estaba sorprendido, incluso Rosé tenía la cara pálida.

—¿Qué pasa? — Le pregunté en voz baja.

—Está desafiando a mi hijo. Puede ser desterrada por esto de por vida. — Me contestó atónita.

Miré a Asher, él estaba tranquilo como si un lobo no estuviese delante de él amenazándolo.

El hombre que estaba sentado al lado de Bleid se puso delante de ella y empezaron a hablar en voz baja. Ella se transformó poco a poco en su forma humana mientras era abrazada por él. Entre lágrimas dijo:

—Lo siento, Asher. De verdad que lo siento. Yo nunca he...

—Está bien Bleid. Sé por lo que estás pasando. Espero que no lo vuelvas a hacer, porque sino no podré perdonarte.— Bleid asintió rápidamente.— Está bien, vete a descansar un rato, anda.

Bleid y el hombre, que suponía yo que era su pareja, se alejaron lentamente hasta salir de la casa.

—Bueno, siguiendo con el tema del que hemos venido a hablar. ¿Alguna idea?

Todo el mundo permaneció en silencio, se sentía ansiedad en el ambiente. Todos querían acabar con Jeff, pero no se podía hacer así por así.

—Hay que sacar a las mujeres esclavizadas que tiene allí.— Dije en voz alta sin darme cuenta. En el tiempo que llevaba en el mundo de los hombres lobo, siempre intentaba quedarme al margen. Pero ya no podía seguir así, mi vida y la de los que me rodeaban estaba en peligro.

Asher me miró con sorpresa aunque lo ocultó rápidamente. Hubo algunos gestos de sorpresa y después todo el mundo empezó a hablar.

—Por favor, vamos a hablar como lobos civilizados.—Dijo Rosé en voz alta. Me echó un vistazo divertida.—Bueno, casi todos.—Escuché algunas risas y no pude evitar soltar una risita.— Dejemos a Camila hablar sobre lo que tiene en mente y después ya decidimos. ¿Estamos todos de acuerdo?

La manada no protestó en señal de aprobación. Me giré a ambos lados y me estaban mirando con expectación, como si realmente creyeran que lo que había dicho era una buena idea. Miré a Asher y me dió una mirada de ánimo.

—Cuando Jeff me... bueno, casi me mató.—Empecé a decir entrecortada, el mero hecho de recordar aquel horrible momento me revolvía las tripas de una manera impresionante— Me amenazó diciendo que podía servir como una de sus tantas putas en la manada porque era bonita y él me haría dócil.

Escuché maldecir a Asher y varias expresiones de sorpresa se escucharon en la sala.

—Lo que quiero decir con esto.—Proseguí.— Es que estoy segura que tiene muchísimas mujeres maltratadas y en contra de su voluntad en la mierda que él llama casa. Sus hombres de seguro que las violan a diario y sabiendo de ello me siento horrible, no me puedo imaginar por lo que tienen que estar pasando esas pobres mujeres o lobas o lo que sea. El punto es que las tenemos que salvar. Sé que no es la manera de destruir a Jeff y a los suyos, pero esas mujeres también trabajan en sus negocios y si hacemos que se unan a nosotros, tendremos a más en nuestra manada y ellos perderán un pilar fundamental.

El Alpha es MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora