C A P Í T U L O 12: E L L A D O D U L C E

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Asher vino a buscarme esa misma tarde después del duro entrenamiento. Salí del amplio descampado en el que estaba y lo encontré apoyado en su camioneta azul, con los brazos cruzados sobre su amplio y fuerte pecho. Cuando me vio, se extendió por su cara una sonrisa tremendamente sexy.

—Hola, luchadora.

No pude evitar rodar los ojos y sonreír al mismo tiempo.

—Creo que tienes imaginación para otro mote más original. -le contesté acercándome- aunque bueno, a lo mejor te he dado demasiada chance.-dije esto último adoptando su misma postura.

Su sonrisa creció aún más.

—Allí está la fiera que llevas. Entra dentro.-dijo con un gesto de cabeza hacia su camioneta.

Arqueé una ceja,pero no me moví.

—¿Por qué tendría que entrar en tu camioneta? Apenas te conozco.

Fue el turno de él de rodar los ojos.

—Claro, porque soy un asesino en serio que quiere matarte en medio de la nada. Oh espera.- dijo fingiendo sorpresa.— ya estamos en medio de la nada.

Se me escapó una pequeña carcajada.

—Está bien, me subiré a tu furgoneta. Pero primero tienes que decirme a donde vamos.

Él frunció el ceño.

—¿No puedes esperarte? Es una sorpresa.

Yo negué fuertemente con la cabeza.

—Odio las sorpresas.

Suspiró.

—Esta bien. Vamos al cine, date prisa o sí no llegaremos tarde.

Estaba atónita. Esperaba que me dijese cualquier cosa menos eso.

—¿Qué? — Pregunté como una tonta. No sabía que decir.

Asher empezó a acercase a mí.

-Vaya,vaya. Parece que la luchadora se ha quedado sin palabras. Quien lo diría. Que sepas que los hombres lobo también vemos películas. A veces sobre nosotros mismos y déjame decirte que son muy cutres y totalmente desacertadas. Espero que no me hagas ver una película de esas, hay una de miedo que me gusta.

Después de un breve silencio, Asher me colocó un mechón de cabello suelto que estaba sobre mi rostro.

—Vamos Cami, llegaremos tarde si te pasas todo el rato allí atontada.

No dije nada, mi cerebro gritaba que no le hiciese caso, pero mis piernas no me obedecieron y me subí a la camioneta.

Asher se subió dos segundos después de mí. Estaba radiante, parecía tan humano en aquellos momentos que aún me costaba creer que era un hombre lobo.

********

Tras parar un momento en mi casa para cambiarme y asearme velozmente, dos o tres vueltas al aparcamiento, estábamos en la puerta del cine.

No tenía ni idea de que ponerme, ¿era una cita o no? Arreglada o informal, no tenía ni una maldita idea de lo que era todo aquello. Al final, me decanté por un vestido floreado con una chaqueta de punto a juego. Me había maquillado lo más natural posible; con un poco de rimel y colorete. Tenía suerte por la ausencia de granos. 

—¿Quieres palomitas o chucherías?

No contesté. En mi mente no cabía la posibilidad de un Asher amable, llevaba todo el camino intentando hacerme la idea pero no podía. Este lado dulce de él me gusta, demasiado diría yo y eso no se asemejaba a la realidad: había una guerra librándose entre dos manadas y yo estaba en el medio de todo aquello.

El Alpha es MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora