UN ENCUENTRO INESPERADO

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El divino Ra se encontraba ya en su punto mas alto cuando Horemheb ya se  encontraba junto con su hermana a las puertas de palacio. Este le pedía a Amón que escuchase sus plegarias y le buscase a su hermana un buen marido entre esos cortesanos o funcionarios que deambulaban dentro del palacio. Absorto en esos pensamientos no se dio cuenta de que un guardia de palacio le pedía la identificación que le permitiría acceder a ese recinto.

Una vez traspasadas las fuertes murallas de protección todo era un oasis. Por un momento se quedaron parados contemplando todas las maravillas que desfilaban ante sus ojos. Pequeños lagos, frondosos jardines de flores exóticas traídas de lejanos países, hermosas aves cantoras regalo de algún reino lejano...parecía un hermoso sueño.

Andando por ese maravilloso jardín, llegaron a las inmensas escalinatas de mármol blanco que daban acceso al palacio. Allí les esperaba el jefe del harén real. Al verlos dio la orden a algunos eunucos de cargar con toda la mercancía y vigilar el carro mientras lo llevaban a las caballerizas. A continuación invito a los asombrados comerciantes a seguirle para guiarnos ante su ama. Una vez traspasado el umbral vio ante ellos enormes guardianes, impresionantes salas... todo era sacado como de un cuento...

El buen mercader y su hermana no salían de su asombro, contemplando maravillas tras maravillas. Todo era riqueza en el palacio del faraón. Mientras avanzaban por el podían ver esclavos libios limpiando las estancias profusamente decoradas de maravillosos frescos, escribas que dirigentes se movían de un lado a otro resolviendo problemas de estado, médicos discutiendo sobre que era lo que le pasaba a una de las concubinas.....era un hervidero de gente  que pasaba sin cesar. Cuando llegaron al salón del trono el jefe del harén los advirtió:

Aquí termina la parte pública de palacio. A continuación pasareis a las dependencias privadas de los faraones. Guardad silencio y una recomendación. Cuando salgáis de aquí no digáis nada de lo que veáis o seréis condenados y hechos presos. 

Una momia señor, seremos unas momias- Espero que así sea. si no os encontrareis como ellas 'dijo este mientras les lanzaba una sonrisa sarcástica-

Después dio dos golpes en el suelo con su bastón y unos fuertes guardianes abrieron unas pesadas puertas de bronce que impedían todo contacto con el exterior y que impedían a las mujeres salir de allí.

Pasad, aquí os espera mi ama- señalo el jefe del harén mientras entraban en una enorme sala, lujosamente decorada y en cuyo centro se encontraba una menuda mujer morena, cuyo frágil cuerpo se perdía ante la cantidad de joyas que portaba. Era Meritré futura esposa de Thutmes. A su lado unas cincuenta mujeres se encontraban sentadas, esperando al igual que la princesa que Horembeh les enseñase las ultimas novedades de Babilonia. Una vez recuperado de su aturdimiento y hechas todas las presentaciones y reverencias se dedicaron a cumplir arduamente su tarea que no iba a ser nada fácil.

Mientras, en la casa de Seneb, todo estaba listo para la cena. Dentro de poco la Luna volvería a dominar todo el cielo de Egipto.

-Venga, todos a comer- gritaba Nofret . En ese momento entraban a la sala Menna junto a su padre....¡Que bien huele!. dijo mientras le lanzaba una pícara sonrisa a su esposa. 

¿Y tu hermano? Estaba aquí hace un momento...pero si venía conmigo. ¡ Ese muchacho tiene una habilidad extraordinaria para desaparecer en un momento- dijo Seneb mientras lo buscaba con la vista.

Bueno padre, ya vendrá, cuéntame ¿ la trajiste?¿Como es? Creo que si te das la vueltas se resolverán todas tus dudas. En ese momento Menna se volvió y vio delante suya a una linda con los ojos mas bonitos que había visto en su vida y un pelo tan radiante como el sol a mediodía.

Ven acércate- se llama Haendel-

Bienvenida, me alegro de tenerte entre nosotros. Decididamente mi hermano es un hombre con suerte.

La Elegida de Amón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora