Nadie nos separará.

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Ya estaba amaneciendo y Thutmés no podía soportar más estar sin noticias de Haendel y aprovechando que Nasser se quedó dormido, entró en la casa ¡Necesitaba tanto saber como se encontraba su amor!

Señor, pero no le dije que no entrara. Que ya le avisaríamos cuando se despertase- dijo Karomama olvidando por un momento que en su casa se encontraba nada más y nada menos que el faraon de todo Egipto.

El, le hizo un gesto de silencio llevándose un dedo a los labios para indicar que se callara y se acerco a Haendel. Se sentó a su lado y empezó a acariciarle la cara y la frente con suavidad comprobando que ya habia desaparecido la fiebre justo en el momento en que Haendel despertó y abrió los ojos mirándolo fijamente.

¿Qué estás haciendo? dijo esta mientras se incorporaba de la cama.

¿Estás bien? pregunto éste mientras le cogía la mano.

¿Qué te importa? dijo molesta soltándose de su mano, mientras este esbozó una gran sonrisa.

¿Por qué te ríes? preguntó esta enfadada. ¿Qué te hace tanta gracia?

Está claro. Te has recuperado. Tienes un botón de ataque a Thutmés. Te levantas por la mañana y se enciende automáticamente- dijo este mientras le sonreía.

No es gracioso- espeto esta mientras intentaba levantarse.

¿Estás bien? Ayer te picó un escorpión y casi te mueres ¿no debería preguntar? dijo este mientras se ponía serio.

No preguntes. Nadie puede ser más venenoso que tu y tu gente- dijo Haendel mientras se levantaba de la cama y dirigiéndose al exterior de la casa.

Haendel ¿a donde vas? dijo este intentando detenerla. Todavía estás débil.

Pero esta sin hacerle caso, abrió la puerta y salio al exterior.

Déjame sola- le grito a Thutmés cuando al salir se encontró frente a frente con Nasser poniéndola muy nerviosa.

¿Qué haces aquí? pregunto desconcertada por su presencia mientras Thutmes salía de la casa.

Me dijeron que estabas aquí- dijo este intentando acercarse a ella y me enteré que un escorpión te pico ¿estás bien?

Estoy bien, pero ¿por que has venido? dijo esta mientras se retiraba de el.

Para escuchar lo que vas a decir mirándome a los ojos. Dime que ya no quieres estar conmigo, que me has olvidado- dijo este olvidando la presencia de Thutmes. Me han dicho que estás enamorada de tu esposo y necesito que me lo digas mirándome a los ojos.

Amigo ¿no entiendes? grito Thutmes mientras se interponía entre Nasser y Haendel. Ella no te quiere. Además es mi esposa ¿recuerdas? grito este poniéndose cada vez mas violento.

¡No interfieras! grito Haendel ante la mirada estupefacta de Thutmes que no se esperaba esa reacción.

Haendel, vamos- dijo Thutmes de forma autoritaria mientras la cogía de un brazo.

No vayas con él- dijo Nasser entristecido. El no te ama. Este hombre arrancó el corazón de tu pecho. Su amor por ti es una mentira ¿no lo ves?

¿Que sabrás tu ? dijo este mientras le pegaba un puñetazo , tumbando a Nasser. No olvides quien soy y lo que puedo hacer- grito este sacando el poder que le otorgaba ser el faraón. Hasta ahora he jugado de hombre a hombre. No me hagas usar mi poder- dijo en tono amenazante.

Haendel- dijo este levantándose del suelo.

Tengo que ir- dijo esta bajando los ojos mientras pensaba en la venganza que podía llevar a cabo Thutmes si no regresaba con él- soy su esposa.

La Elegida de Amón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora