Amor prohibido.

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La cabeza le iba a estallar mientras recorría los laberínticos pasillos que la llevarían hasta Karomama. ¿Estaría Nasser? ¿Qué le diría? Solo quería salir de allí y que acabase esa pesadilla..... .Estando en esos pensamientos, a lo lejos vio a una silueta que le resultaba muy familiar....

Karomama,- grito Haendel mientras corría a refugiarse en sus brazos.

Mi niña ¿como estás? dijo mientras la abrazaba con fuerza.

Imaginate....dijo llorosa.

Estás bellísima. Mírate , pareces una auténtica princesa- dijo  mientras tocaba el maravilloso traje que llevaba.

¿Y Nasser? ¿No ha venido? dijo mientras sus ojos intentaban encontrarlo por algún lugar y aunque su cabeza le decía que no  hubiera sido prudente, su corazón todavía tenía un atisbo de esperanza.

Sabes que no es posible, Haendel. Debes alejarlo de tu corazón. Ahora es un amor prohibido. Vas a ser la esposa del faraón.

Pero ¿como está?

Ausente. La verdad es que desde que salio del palacio no ha vuelto a hablar. Va al campo, trabaja, vuelve a casa, cena y sin dirigir la palabra se mete en su habitación sin querer ver a nadie y así, día tras día....

Daría todo lo que tengo por volver a estar con él....

Si, pero ya debes olvidarlo y centrarte en tu vida futura. Son los designios de Amón y es un honor que sea con alguien que iba a ser de nuestra familia. Es más, me han dejado venir a verte como algo excepcional porque tienes que entrar en razón y aceptar tu destino.

Pero ¿ y Nasser? ¿Que va a ser de él?

Sabes que es mi hijo y me duele tanto o más que a tí toda esta situación. Eso no lo dudes ni un momento, además sabes que me he encariñado mucho contigo, al igual que el resto de la familia, pero debes acatar las órdenes de nuestro dios, esto es sagrado y no se puede discutir. Nasser lo sabe y aunque le duela y se rebele a los designios sagrados, sabe que tiene que ser así. Es joven, pronto encontrará a otra mujer  y rehará su vida, fundando una familia y nosotros no debemos entorpecer el destino.

Pero ¿Y mi opinión, no cuenta?

No, no cuenta. Estamos en Egipto, no en tu tierra. Aquí las cosas son diferentes. Tu hasta este momento solo eras una vida más al servicio del faraón, pero ahora tienes la oportunidad de ser algo más que eso. Aprovéchala. Tu destino ya está marcado. Ahora eres uno de ellos y nunca podrás volver a mezclarte con nosotros, aunque no te casarás con el faraón, pues sería una deshonra castigada con la muerte y aunque lograses escapar, nadie se atrevería a casarse contigo, con una hija de Amón. Sería una osadía que les costaría la vida eterna y por supuesto nosotros no permitiríamos eso. Nuestro hijo es nuestra vida.

Entonces ¿que hago?- pregunto desconsolada por las duras palabras que no esperaba recibir.

Confía en lo que te digo. Sabes que te quiero como una hija y que nunca te aconsejaría mal. Debes adorar a tu futuro esposo, aprender todo lo que te enseñen tus tutores y los sacerdotes del tempo de Amón. Aprovéchate de tu puesto y poder para ayudar al pueblo, tu que sabes como se encuentran porque has formado parte de ellos... Reflexiona. Eres joven y pronto todo lo que te esta pasando no sera sino un mal sueño perdido entre las nebulosas. La vida sigue. Juega bien las cartas que el destino te ha dado. No pierdas tontamente la partida. Debes ser fuerte.

¿Adorar a mi esposo?.....¡ja!  Lo odio, te juro que lo odiaré toda mi vida..

Haendel, no seas terca. Sigue mis consejos, es lo mejor y ahora piensa en todo lo que te he dicho puesto que ya no nos  vamos a poder ver más-dijo mientras Haendel la abrazaba con fuerza-

La Elegida de Amón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora