La Guerra // ALBALIA

1. Nuevo hogar

(Recomiendo que leáis la descripción de la historia antes de empezar a leer, gracias)

NATALIA POV

Ya habíamos llegado a la casa donde iba a dormir los próximos meses, estuve todo el camino del coche con 6 pavos, asqueroso todo.
Entramos y para mi sorpresa era muy grande y me permitían la habitación sola, por ser una chica, por una vez lo agradezco.

Nos llamó nuestro comandante.
-¡Venid aquí!- gritó dándome un susto- esta es la furgoneta en la que vigilareis el pueblo, coged un arma cada uno y subid atrás os voy a enseñar dónde tenéis que ir.

Yo y 4 chicos más nos montamos detrás de ella furgoneta, sentados en el borde con una mano en el arma y otra en la furgoneta para mantener el equilibrio.

Nos metimos en lo que parecía la calle principal y había un par de personas cogiendo agua de la fuente, nos miraban durante segundos y luego bajaban la mirada.
El comandante cogió la calle de la izquierda, había bastantes casas pero nadie por la calle, siguió calle arriba y cambió de calle hacia la derecha, parecía que había más movimiento por aquí, había una chica rubia que nada más ver nuestro coche dejó de acariciar el gato y se metió a su casa corriendo, varias casas delante un par de chicos nos miraban apoyados en una pared.

Bajamos la calle y volvimos a la calle principal, una plaza y una fuente, ya no había nadie más.
-¡BAJAROS!- gritó apagando el motor, bajé con cuidado y me puse en fila con mis compañeros, uno de ellos se tropezó al bajar de la furgoneta- ¡Tú!
-disculpe comandante, no había bajado de una furgoneta antes- se disculpó el chico, el comandante sin ningún pudor le propinó un puñetazo tirándole al suelo.
-A mí nadie me encasqueta inútiles...¿¡Queda claro!?-
-¡Si comandante!- respondimos a la vez.
-el recorrido que he hecho con el coche es lo que haréis diariamente- se giró a mirar el chico que tenía un poco de sangre en el pómulo- tú conducirás y si pasa algo más te vale no fallar.
-Lo siento comandante- se disculpó de nuevo.
-¿Qué tenemos que hacer exactamente?- pregunté seria.
-Si veis algún ápice de contrabando, irregularidades, todo lo que vaya en contra de nuestra ley, enseñarles quién manda aquí- escupió al suelo y se subió a la furgoneta- en vuestra nueva casa os enseño con detalles que haréis cada uno exactamente aunque trabajeis en equipo.

Todos asentimos y nos subimos de nuevo a la parte trasera de la furgoneta, el comandante no me daba miedo, estaba acostumbrada a lidiar con hombres como él, mi padre era mucho peor que él de hecho.

ALBA POV

Mi padre había escuchado varios rumores de que habían traído a más militares para vigilarnos, eso implicaría que estábamos menos seguros, ojalá los rumores sean mentira.

Estaba en el banco que tenemos a la afuera de la casa acariciando a Queen, me ayudaba a olvidarme de dónde estoy, es difícil pero ayuda, escuché el ruido de un motor y miré la hora en mi reloj, no tendría que pasar ningún vigilante hasta dentro de dos horas.
Me quedé pendiente de la calle y apareció una furgoneta nueva con 5 personas sentadas detrás, entre ellas una mujer, me asusté y me metí en casa corriendo cerrando con tranco.
-¿Alba?- preguntó mi hermana extrañada.
-papá tenía razón, han traído refuerzos Marina...- me dirijo a mi habitación, está en el ático de la casa, Marina me acompaña.

-tenemos que comer ya...- dijo Marina- apenas nos queda pan.
-luego me acerco a la casa de los vecinos y les ofrezco un par de zapatos que acabé ayer con papá por pan, seguro que tienen- dije sentada en el suelo.
-estoy cansada de todo esto...- se sentó conmigo.
-es la única manera de sobrevivir, la huerta no nos da mucha comida, y encima se acerca el invierno, no podemos cazar y no tenemos armas...
-pero no podemos hacer intercambios Alba, además no siempre tendremos algo para intercambiar- me reprochó Marina.
-déjame a mi ¿vale?- suspiré- tu cuida a papá y mamá, y ya sabes, si vienen a casa los militares guárdalo todo debajo de la escalera...
-lo sé Alba, lo sé...- me abrazó- te quiero.
-y yo-

Pasaron varias horas y apenas comimos algo, los militares pasaban más frecuentemente que antes, así que ahora aprovechaba la noche para colarme varias casas delante de la nuestra para intercambiar, llevaba los zapatos en mi espalda para ir más ágil.

-¡Max!- susurré fuerte golpeando levemente la ventana del patio trasero, se abrió la puerta.
-¿Qué haces aquí Alba?- preguntó cerrando la puerta despacio- es peligroso, como nos vean estamos muertos.
-lo sé...-suspiré- nos hemos quedado sin pan, tengo unos zapatos nuevos que puedo intercambiar...
-está bien, déjame que coja el pan- entró en la casa y salió con él- no siempre vas a tener zapatos para intercambiar...
-lo sé también, sólo intento sobrevivir dignamente ¿vale?- cogí las barra de pan le di los zapatos y con cuidado, fui a casa de nuevo.

Entré y cerré la puerta despacio.
-Alba Reche- susurró fuerte mi padre- ¿De dónde vienes?
-perdón papá...lo tenía que hacer...- entré al salón-cocina y dejé el pan en la encimera.
-¿intenta no jugártela tanto quieres?- me abrazó-
-solo quiero que estemos bien y que todo se acabe...- lloraba en el pecho de mi padre que era más alto que yo- lo cambié por los zapatos, lo siento.
-no te preocupes, vete a la cama y duerme un poco anda- suspiró- adiós cariño.
-adiós- subí las escaleras hasta el ático y me tumbé en la cama a dormir.

NATALIA POV

Nos sentamos a cenar, teníamos jabalí, odiaba estar entre tanto hombre, intento no aparentar debilidad porque conozco el comportamiento de ellos.
El comandante nos explicó que hacemos expediciones de manera aleatoria a todas las casas, si encontramos irregularidades cogeríamos al culpable y nos lo llevaríamos, dice que es la manera de hacer justicia, yo no estoy de acuerdo con todo esto de la Guerra y estas mierdas, pero es lo que toca, sé que me ha tocado en el bando bueno, el bando que controla, así que es lo que me llevo, debería ser todo más fácil.

Después de cenar subimos cada uno a sus habitaciones, la mía era la última y tenía una pequeña ventana, desde aquí puedo ver la plaza del pueblo, las huertas y la fuente, nunca había nadie por la calle y menos a estas horas.
Me tumbé en la cama, era una mierda de colchón como un piano de grande, y pensar que tengo que estar aquí muchos meses me da asco, pero es lo que hay, por lo menos estoy lejos de mi padre...

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Aquí el primer capítulo oficial, no se exactamente cómo va a dar lugar la historia, está escrita de forma inventada y sin ánimo de ofender a nadie, solo espero que disfruten conmigo esta historia.
¿Qué os parece?
Os quiero!!! 🤘♥

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PD: la foto del capítulo es un ejemplo de la posible furgoneta de Natalia.