La Guerra // ALBALIA

4. Reloj

✨ CONTENIDO DELICADO ✨

NATALIA POV

Hoy no teníamos que hacer nada, el otro grupo de patrullas les tocaba revisar las casas del sur, nosotros solo vigilamos por las calles, decidí dar una vuelta.

Salí con mi arma en el hombro, no podía ir sin ella a ningún lado, era una ley básica la gente haría lo que fuera por estar en mi posición, tenía que estar preparada para todo.
Me acerqué a la fuente y bebí un poco de agua, no había nadie por la calle, se escuchaban algunos pájaros y el sonido del agua cayendo.
Me senté apoyando mi cabeza en el muro de piedra y descansé un rato, el sol en mi cara y el viento mueve mi pelo, no había dormido muy bien por intentar atar cabos sobre Alba, era todo tan raro...

Alguien se sentó a mi lado y me desperté.
-Hola, compañera N- dijo riéndose.
-¿qué coño quieres Mikel?- que pesado es el chaval
-¿Eres así de borde siempre?- dijo serio- los demás son más agradables...
-pues si ellos son mejores ¿Por qué no te vas con ellos?- me aburría hablar con él.
-porque son más aburridos que tú- dijo acercándose al agua de la fuente- tú en el fondo eres más divertida...
Cogió agua con la mano y me la tiró a la cara.
-¡MIKEL!- grité levantándome rápido- ¿eres gilipollas? ¡Vas a atascar el arma!
-fallo técnico- dijo riéndose.
-estoy hasta el coño de tus juegos de niño...- me reí un poco por la situación.
-¿Ves? No eres tan seria como tú dices...
-vete a la mierda- le empujé y giré la cabeza, vi a Alba a lo lejos mirándome detrás de una pared ¿Qué cojones?
-¿Estás bien?- dijo Mikel tocándome el hombro.
-si..si vamos a casa, tenemos que comer..- caminamos juntos hablando de cualquier tontería.

ALBA POV

Mi padre me mandó ir a la fuente a por agua, mi hermana todavía no estaba del todo bien así que lo hacía todo yo.
Salí de casa, a pocos metros de ésta se puede divisar la plaza y la fuente, no hay ningún edificio por delante y se ve desde bastante lejos, nada más visualizar la fuente me escondo en la esquina, Natalia estaba apoyada en el muro de la fuente, parece estar dormida, me quedo observando un rato más y observo que se acerca otro chico y se sienta con ella, parece que hablan tranquilamente, el chico se levanta y le tira agua a Natalia, se empiezan a reír, parecían niños, se giró y me vio.
-mierda- dije escondiéndome del todo en el muro, ojalá no me haya visto.

Pasaron un par de minutos y me asomé de nuevo, no había nadie, bajé con cuidado la cuesta y cogí agua, miré a todos lados con miedo a encontrarme algún vigilante, subí nerviosa a casa y dejé el agua en la mesa.

Comimos en completo silencio, tampoco había mucho que comentar.
-Marina ya está mejor- rompió el silencio mi madre- ¿A que sí cariño?
-si, gracias a Alba- dijo sonriente.
Mi padre me abrazó y seguimos comiendo.
No puedo mirarles a los ojos de la misma manera, esta noche tendría que volver a casa de Max, no me gustaba la idea ni me apetecía, pero tenía que darle algo a sus padres de parte del mío, un antiguo reloj que nos prestaron para arreglar.

Pasó la tarde lenta, cada hora que pasaba mis nervios aumentaban, no quería que se repitiera lo de ayer, no quería para nada.
El sol se escondió del todo y salí de casa, ágil como siempre y sin hacer mucho ruido, salté la valla y llamé a la puerta.
-vaya vaya...mira a quién le gustó lo de ayer- me rozó la mejilla.
-vengo a dejar el reloj que tu padre le pidió al mío que arreglara...- dije suavemente.
-perfecto- me quitó el reloj de la mano y lo dejó en la repisa de la ventana- ahora podemos jugar...
-no vengo a hacer nada, solo quería darte eso, ya me voy- Max me agarró del brazo y tiró de mí detrás de unos arbustos a 15 metros de su jardín.
-¿Qué haces?- pregunté nerviosa.
-¿te crees que lo de ayer era suficiente para pagar las deudas? Estás muy equivocada.
-No Max, déjame de verdad- no pude decir nada más porque me tapó la boca y restregaba su miembro contra mí.
-empezamos el nivel 2..la putita de Alba no es una santa...- se bajó los pantalones y después los míos, era inminente, me intentaba escapar pero no podía, era demasiado fuerte.

Noté como me penetraba contra la pared y gemía en mi cuello, yo estaba inmóvil, sin hacer nada, solo caían lágrimas sin sonido por mis mejillas.

NATALIA POV

Salí a la misma hora de casa, antes me aseguré de que Mikel estaba durmiendo, no quiero interrupciones.
Me acerqué al mismo lugar de antes, exactamente a la misma hora Alba salía de casa con algo en la mano y saltó la valla de nuevo.
Escuché un forcejeo y me temo lo peor, escuché algún que otro gemido y a los minutos Alba temblorosa se tambaleó hasta un muro y se sentó, empezó a llorar.

Me dolía verla así, ya no quería investigar y castigarla por hacer lo que no debía, quería abrazarla, que dejara de llorar, no entendía nada pero supe que nada estaba bien.
Me levanté y me dirigí a su posición, me vio aparecer y se asustó, seguía llorando pero no se movía, le daba igual que la pudiera matar en ese instante.

Me acerqué lentamente para que no huyera y me arrodillo mirándola.
-yo-yo no quería- empezó a llorar más fuerte- me ha obligado....
-¿Qué pasa?- pregunté preocupada.
-yo no quería...
Me acerqué y la abracé, noté como lloraba en mi pecho desconsolada, no entendía por qué estaba así, pero no tardó en hablar de nuevo.

-te juro que yo no soy así...-dijo más tranquila aún abrazada a mi.
-¿qué ha pasado?- pregunté levantando su barbilla para mirarla a los ojos.
-aquí no- me cogió de la mano y me llevó a un edificio abandonado, se sentó y me senté a su lado mirando el reflejo de la luna en algunos cristales rotos.
-sé que no es lo propio pero...-suspiré- puedes confiar en mí.
-lo sé- dijo cabizbaja.
-cuéntame-
-hago trapicheos con Max, mi vecino, al principio podía intercambiar cosas con él, pero ahora que mi hermana está enferma las pastillas valen más que unas zapatillas- empezó a sollozar de nuevo.
-no pasa nada...- acaricié su hombro.
-llevaba muchas deudas con él, ayer hice una cosa de la que me arrepiento y hoy...hoy...- rompió a llorar.
-venga ya está...- la abracé más fuerte que antes.
-me ha violado- dijo apretando mi espalda con fuerza- tengo miedo Natalia ...

La apreté fuerte contra mí, me dolían sus palabras, nunca pensé que escuchar un relato así fuera tan duro, algunas lágrimas se deslizaban por mi mejilla, quería matar a ese cabrón, pero si decía algo, Alba también era cómplice y la matarían a ella también, por desgracia esto se va a quedar aquí...

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