15. Cueva

4.5K 258 28
                                    

NATALIA POV

Subí a las calles del norte después de examinar las huertas y la cabaña, ni rastro de Alba.
Me puse a una distancia prudente de la casa de Max y vi por la ventana, no había nadie, es raro pero no le doy importancia, ando hasta la casa de Alba y hago el mismo procedimiento pero es diferente, sus padres y su hermana se abrazan en el sofá, supongo que lloran y a mí me duele en el alma todo esto, ¿Dónde estás Alba? ¿Estás bien?

Fui a la calle de detrás de su casa y subí hasta la iglesia, con la nieve me cuesta mucho más pero menos mal que tengo botas nuevas y la cazadora, hace mucho frío, no diviso ningún movimiento y todo me aterra, estoy cada vez más nerviosa.

Subo las escaleras y nada, ningún rastro, me senté en el mismo sitio donde pillamos al niño Isaac y quité algo de nieve.
-Joder Alba dónde estás...- dije en voz alta, la necesito, necesito que esté bien, no sé qué ha pasado si está herida.. sé que Max tiene que ver algo con esto, tengo una corazonada.

No sé cuándo he empezado a llorar pero lo hago, tengo mucha presión encima, necesito tenerla cerca, tocarla, que su familia esté bien y que sea feliz dentro de lo que cabe, si mis padres no hicieran lo que hacen Alba estaría feliz con su familia podría querer, beber, comer sin que la juzguen y le apunten con un arma, todo es difícil y me cuesta mucho no venirme abajo.

Me quedo un rato sentada y noto que se empieza a hacer de noche, y si tengo que hacer algo tiene que ser ya, me asomo por el muro de la iglesia y veo algo entre la nieve y los copos, algo negro, está a unos 120 metros de mí y lo puedo ver gracias a la altura de la iglesia, tiene que ser algo.

Bajo las escaleras con prisa y me dirijo a un posible camino hacia la cosa negra que vi, los caminos son confusos por la cantidad de nieve que hay, no se distingue nada.

Lo perdí de vista por un momento pero ahí estaba, me acerqué al objeto como pude por la cantidad de nieve y lo cogí, no puede ser, es un gorro, el gorro que llevaba Alba cuando la vi en la fuente, me lo acerqué a la nariz, todavía huele a ella y está prácticamente congelado por estar tirado aquí, lo metí en mi bolsillo e intenté buscar la siguiente pista, estaba oscureciendo y tengo poco tiempo.
-venga Alba... dónde estás...- miro por todos lados pero todo es blanco, y los copos de nieve dificultan todo, decido subir un poco más la montaña para tener una mejor vista.

Tardé 10 min en subir 15 metros, todo se complicaba y mi hombro me empezaba a doler por el esfuerzo, entonces lo vi, a 50 metros una especie de cueva, tenía que estar ahí.

Intenté llegar lo antes posible pero la nieve era muy pesada, me caía a veces pero no tengo tiempo para descansar, ya estoy cerca, el viento helado golpea mi cara pero no me impide seguir, 10 metros, vamos joder.

Ya estoy, entro y mis peores pesadillas se hacen realidad, Alba está sentada contra la pared de la cueva con algo en la mano.
-¡Alba!- me acerqué corriendo, joder no.
Tenía los labios morados y la cara más pálida de lo normal, cogí su mano y sus uñas estaban de un color morado, se está congelando viva, me acerqué a ella y la besé, lo necesitaba, necesitaba entrar en contacto con ella, me separé triste al verla inmóvil.

La intento mover pero se cae y la agarro a mí, en su mano un mechero y una posible fogata que llevaría muchas horas apagadas.
-Venga Albi ¿me oyes?- la tumbé en el suelo con cuidado y acerqué mi moflete a su boca, notaba aire, respiraba.
Desabroché su cazadora que estaba congelada y metí mi mano debajo de su camiseta, notaba el leve pulso de su corazón, y el poco calor que desprendía su piel, la volví a abrochar y miré la entrada de la cueva, es de noche, totalmente de noche y ha empezado a nevar más fuerte.

La cogí de los mofletes y le di calor con mis manos, me apoyé en la pared y la atraje hacia mí como una muñeca, inmóvil, abrí mi cazadora y cogí sus manos, metí su cabeza y algo del torso en mi cazadora, necesitaba que cogiera calor, de alguna manera.
-Vamos Albi...dime algo- la apretaba fuerte contra mí, estuve un rato con ella así, pero no podía quedarme aquí, necesitaba que estuviera en calor, me puse a pensar.
-...- noté algo en Alba y la miré.
-¿Alba?- la cogí la cara y la acerqué a mi.
-Nat...-
-Albi...- la acerqué a mi y me rompí a llorar, no podía más, tenía que llevarla a un sitio más seguro que esto- necesito que hagas un poco de tu parte ¿vale?
Ella no abría los ojos y no volvió a hablar, tenía que actuar rápido.

Me quité la chaqueta y se la puse a ella, la cogí y la subí a mi espalda, pero no era viable.
-vamos Natalia piensa coño..- necesitaba algo práctico y seguro para bajar por la nieve.
Vale, le quité mi chaqueta de nuevo pero esta vez le saqué la suya, estaba empapada y desde luego no la ayudaba, la coloqué la mía de nuevo y coloqué la suya en el suelo, la subí boca arriba en la chaqueta y la arrastre hasta la salida de la cueva.

Es una idea de locos, pero no se me ocurre nada mejor, até las mangas e su cazadora por su cuerpo dejándola agarrada a la cazadora y agarré la capucha para bajar poco a poco, era peligroso, se deslizaba más rápido que yo y tenía miedo a que se soltara, pero tenía que arriesgarme, nevaba mucho y yo no tenía nada, me estaba congelando del frío y mojando por la nieve.

Llegué a la calle de la iglesia y la levanté, la subí a mi pecho y noté un pinchazo fuerte en el hombro, pero me daba igual, necesito ayuda.
Bajo despacio y con cuidado agarrando a Alba contra mí por la calle hasta llegar a escasos metros de su casa.
-ya estamos Albi, aguanta..- susurré cansada y con la voz temblorosa por el frío, llamé a la puerta y me abrió Marina.

------

Aquí está uno de los capítulos más intensos de la novela, es corto pero intenso.
Cómo os prometí aquí le tenéis, un capítulo extra ¡Gracias por seguir este fanfic!
Os quiero!!! ♥✨

La Guerra // ALBALIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora