La Guerra // ALBALIA

27. Enfado

ALBA POV

Me puse a comer, Natalia no vino así que supongo que se fue ha hacer esas cosas que "no puedo saber" ya no me interesaban si me estaba engañando me da igual, todo me da igual, estoy muy enfadada con ella.

Comí en silencio y sabía que las chicas sospechaban algo, pero no se atrevían a preguntar y lo agradezco. Fui a la habitación después de comer y me entraron fuertes dolores en la tripa, fui al baño y mi peor pesadilla se hizo realidad, la regla, la maldita regla tenía que venir...llevaba varios meses de retraso y en cierta manera me alegra saber que no estoy embarazada de Max, es lo que me faltaba ya...

Salí del baño y estaba Marta, le conté que me había venido la regla y me enseñó cosas de higiene que podía usar, se lo agradezco un montón y me meto en la cama.

No tengo ganas de nada, estoy enfadada con Natalia, me viene la regla y encima tengo unos dolores muy fuertes, María se acercó y me dió unas pastillas para el dolor, fui a cenar y cené entre poco y nada, no tenía humor, estaba siendo uno de los peores días de mi vida, todo se me amontona, decidí que durmiendo se me iba a pasar...

NATALIA POV

Entre unas cosas y otras se me hizo un poco tarde, llegué al edificio y solo quedaba María en la mesa, supongo que me estaría esperando.
-Eilan ya me puedes contar que coño os ha pasado...- dijo mientras cogía algo para cenar.
-mira María, estoy hecha una mierda...- no me apetecía hablar, pero necesitaba echarlo todo.
-cuéntame.
-hice una promesa a Alba ayer, que no la mentiría, obviamente no tengo porque mentirla, esta mañana hicimos el amor, y no, no preguntes donde, el caso es que me tenía que ir al estudio, y Alba quería saber por qué, pero no sé lo puedo decir, total, que se ha enfadado conmigo y no se qué hacer...

María estuvo callada varios segundos hasta que decidió hablar.
-joder Eilan, que de cosas te pasan...
-y tanto, pero es lo que hay.
Terminé la charla con ella y decidí ir a la habitación, estaban las luces apagadas, cogí mi pijama y me lo puse, fui a entrar a la cama con Alba pero ésta habló.
-no quiero dormir contigo Natalia- dijo dándome la espalda- tú decides.

Entendí la indirecta y me levanté de nuevo, me había echado de mi propia cama, pero en cierto modo me lo merezco, subí al piso de arriba y abrí la puerta de la oficina, sitio donde había estado tan feliz hace menos de 24 horas...
Me tumbé en el antiguo sofá como pude, mido demasiado y me cuelgan las piernas, es muy incómodo pero era esto o la ducha, así que no hay más.

***

Dormí bastante mal, para que mentir, me sentía fatal por Alba, realmente estaba muy enfadada y no quiere ni verme, me desperté con una manta encima, apareció Marta apoyada en el marco.
-madre mía el matrimonio...mucho a tardado en mandarte al sofá- dijo Marta riéndose.
-anda calla, que menudo disgusto llevo encima- me reincorporé y Marta se sentó a mi lado
-no te he visto con Alba en la cama y tampoco en la bañera, así que supuse que estabas aquí y te traje una manta- dijo rozando mi hombro de forma amistosa- aquí no hay calefacción Eilan...
-me siento fatal Marta...- se me humedecían los ojos- no la quiero perder...no por estas chorradas...
-es mejor que la dejes un poco de espacio, es lo mejor, ya luego habláis- dijo de nuevo.
-te quiero Marta- me levanté y la abracé muy fuerte.
-y yo, seguro que es una tontería...

Salí con ella hacía el desayuno, es muy temprano y no hay nadie excepto Marta y yo, hablábamos de la vida, típica conversación que no llega a ningún lado pero que necesitas hacer de vez en cuando.

Subí a la terraza y saqué un cigarrillo, desde que fui al pueblo no había vuelto a fumar, pero ayer me entró demasiada ansiedad, necesito uno.
En cada calada me fijo en una cosa diferente de cada tramo de la ciudad, ¿Cuántas personas morirán al día por culpa de mi padre? Es algo en lo que pienso desde que empezó todo esto.

Por cierto, no sé nada de mi padre, ni de Mikel, le dije que cuidara de Marina y Rafi, yo me encargaba de Miguel. Le hecho de menos, con él me enfadaba pero al trabajar en lo mismo al final acabas cogiendo confianza, y sin esa confianza ninguna de nosotras estaría aquí.

No hay un minuto que no piense en Alba, en como disculparme, lo mejor es asegurarme de que su padre esté a salvo por fin y dejar que vea a Alba, espero que me perdone por esto.

ALBA POV

A pesar de las pastillas de la Mari me encontraba muy mal, hacia meses que no recordaba está horrible sensación, mareos, jaquecas, ganas de cargarme cosas todo el rato.
-Alba- me giré y vi a Marta entrar de nuevo en el cuarto
-¿Si?- dije sin voz apenas por el dolor-
- te he traído papel y pinturas, para que pintes y te entretengas- se sentó a mi lado.
-gracias Marta...- cogí las pinturas y empecé a dibujar, cualquier cosa, la verdad es que me distraía del dolor, le debo la vida a Marta.
-Nos vemos luego- dijo dándome un beso en la cabeza y saliendo por la puerta de nuevo.

No sé dónde está Natalia, mientras pinto pienso, ¿Donde habrá dormido? Escuché como Marta la buscaba está mañana, sé que no durmió en la bañera y me alegra, pero no de dónde durmió...¿Pero qué más da? Alba por favor, te ha hecho daño, si quiere arreglarlo que lo arregle, mientras tanto la regla ya se ocupa de recordarme que estoy viva para sufrir, que asco me da todo ahora mismo.

NATALIA POV

Llevo ya varios días durmiendo en la oficina, la espalda me duele a horrores, paso mis mañanas en el estudio y vuelvo a media tarde-noche al edificio, cada vez que intento acercarme a Alba me rechaza, que si no tiene ganas de hablar que si tiene sueño.. empiezo a pensar que realmente no le importo, cada día me castigo más por todo, tampoco quiero meter presión, me da miedo agobiarla más.

Es peligroso que salga tanto tiempo a la calle, y tan frecuente, corro el riesgo de que me reconozcan, sé que mi padre me está buscando y lo menos que deseo ahora es tener que dar explicaciones sobre nada...

-Tranquila Natalia, ya verás como se le pasa ...- me dijo Miguel que dibujaba en papeles por aburrimiento.
-te prometo que en cuanto lo arregle con Alba te llevo con ella...o qué narices, mañana mismo, pase lo que pase por la tarde la ves- el rostro de Miguel se iluminó y me abrazó
-no quiero que te precipites- dijo de nuevo.
-necesito acabar con esta amargura, creo que ya estás seguro...

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Agarraos porque vienen curvas...quien avisa no es traidora

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