19. Pesadillas

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NATALIA POV

Abrí los ojos y vi a Alba durmiendo en mi pecho, tan indefensa, bonita, y saber que su padre morirá en cualquier momento por culpa del mío me destroza, tendré que hacer algo.

Repasé cada centímetro de su cara hasta que me levanté un poco.
-hola- dijo Marina sentada en una silla dándome un susto enorme- perdona por el susto.
-no pasa nada- la sonreí y me devolvió la sonrisa, me senté en el borde colocando a Alba en otra posición, para mirar a Marina.
-oye...¿Deberías estar aquí?- preguntó
-no lo sé, no se si me están buscando ni nada- suspiré- estoy arta de todo ¿Sabes?
-ya...-
-perdona por lo de tu padre... sé que mi presencia os hace daño y tal vez todo esto...si yo...yo...- me empecé a quebrar y noté unos brazos en mi abdomen.
-Nat...- dijo Alba apoyando su cabeza en mi espalda.
-me siento culpable por todas las cosas que os pasan joder...- me puse las manos en la cara y empecé a llorar.

-Nat...no es tu culpa, tu familia es así pero tú no- me abrazaba más fuerte.
-¿Su familia?- preguntó Marina, ahora le tengo que explicar que mi padre es el general que controla todo el ejército y mi madre es del gobierno, Fantasía pura y dura.
-si bueno...- Alba me abrazaba fuerte y suspiraba.
-No entiendo- dijo Marina.
-Mi padre es el general que dirige el ejército y mi madre forma parte del gobierno- dije rápido y en un hilo de voz.
-¿Qué?- Marina se levantó de la silla y se dirigió a mí.
-Yo no soy como ellos lo juro...yo soy diferente y les odio por todo lo que hacen
-Natalia tranquila- Marina me abrazó, no me esperaba eso la verdad.

Estuvimos un rato más hablando hasta que me sonaron las tripas, no sé cuántas horas llevo sin comer.
-No tenemos mucha comida Natalia- dijo Alba que tenía su cabeza en mi hombro bueno.
-¿Qué coméis?- pregunté
-Sopas y si tenemos suerte ensaladas- respondió Marina.
-Joder me siento fatal por todo...
-Natalia deja ya de decir eso, tú no has elegido en que bando estar, nosotras tampoco- dijo Marina
-¿Puedo quedarme unos días?- pregunté cabizbaja- no quiero ir a la casa y encontrarme con un comandante que me quiera pegar un tiro...
Las dos asintieron y bajé con ellas a cenar.

ALBA POV

Me daba un poco de miedo tener a Natalia en casa, no por ella, si no por sus compañeros que son capaces de matarla solo por no dormir en su cama.
-está muy bueno señorita¿...?- dijo Natalia.
-llámame Rafi- dijo mi madre.
-está muy bueno, de verdad, muchas gracias Rafi- dijo Natalia de nuevo.

Es tan buena persona, humilde, cariñosa, no parece la chica que vi empuñando un arma para defenderse, capaz de matar y de hacer atrocidades.
-vamos arriba a dormir, Buenas noches mamá- la di un beso y las 3 subimos al ático.

Mi hermana se metió en su habitación y Natalia y yo en la mía.
-me pongo unas mantas en el suelo y ya estaría- dijo mirando el suelo.
-¿estás de broma no?- dije atónita.
-¿Qué?
-Puedes dormir conmigo Nat, no muerdo ¿eh?- solté una pequeña risa y abrí las sábanas para meterme dentro.
-Se me hace raro...¿Sabes?- se acercó a mí.
-Si vas a estar aquí un tiempo quiero que estés cómoda ya sabes que....pues eso- dije metiéndome en la cama.
-¿pues eso...?
-que te quiero, si tú estás bien yo también...- dije algo avergonzada.
-anda tonta- se metió en las sábanas y me abrazó- no me digas esas cosas que me muero.

Me acurruqué en su pecho, desprendía mucho calor y eso me ayudaba a conciliar el sueño, hace mucho frío afuera y sigue nevando por lo que un calor extra siempre es bienvenido.

NATALIA POV

Me desvelé al escuchar algunos sonidos, miré a Alba y la escuchaba balbucear palabras y notaba como le caían lágrimas, ¿Una pesadilla?
-Albi..- la moví con cuidado y nada, no se inmutaba- Alba cariño despierta.
Seguía balbuceando pero paró en seco y pego un pequeño chillido.
-¡No!- dijo abriendo los ojos y topando con mis manos en su cara.
-Ey...- me acerqué a ella- estoy aquí no pasa nada.

Empezó a llorar y la acogí de nuevo en mi pecho.
-he soñado que mataban a mi padre y a mí hermana por mi cu...culpa- dijo nerviosa.
-ya está Alba...tranquila- la besé la frente y se acomodó en la cama de nuevo.
-gracias Nat-
-oye...he pensado una cosa- me miró desde abajo- igual me tengo que pasar por mi casa para ver qué se cuece...
-ya...tienes que hacerlo- afirmó algo triste.
-bueno, ya hablamos mañana de eso ¿Vale?- la toqué la mejilla y la abracé, tardé poco en dormir de nuevo.

Ya era por la mañana y me despedí de las chicas para ir a mi casa, la nieve seguía ahí, puede que varios centímetros menos pero seguía abarcando todos los rincones del pueblo.

Entré en mi casa y nada más verme Mikel me agarró y me metió en un baño.
-¿Qué pasa?- dije confusa.
-El comandante quiere verte, estoy intentando ayudarte pero no me dejas y te vas con quién te dé la gana- notaba como me reprochaba mi comportamiento.
-¿Y qué quiere?- pregunté pero Mikel solo alzó los hombros.

Salí de allí y entré en el despacho del comandante, que ya no tenía ninguna escayola y seguía con su estúpido y ridículo bigote mal cortado.
-Natalia- resopló al verme- no haces nada más que darme problemas.
-que quieres- dije tajante.
-Tú padre va a venir a por tí, le he contado tu comportamiento tan inusual- sacó un cigarrillo y empezó a fumar, yo también fumaba pero desde que pisé este pueblo ni uno me he fumado.
-Perfecto, ¿Y qué?-
-Te va a reeducar, yo no he podido, no haces más que meterte en la cama de la gente y hacer lo que te da la gana.
-tú no tienes por qué meterte donde no te llaman- dije amenazante.
-Ahí estás de nuevo, una pobre niña que quiere seguir los latidos de su corazón- se acercó a mí- tú lo que estás haciendo es cavar tu tumba, si fuera por mí ya no tendrías ni cabeza.

No me daba miedo, me daba absolutamente igual sus comentarios, que se meta conmigo me da igual, estoy acostumbrada pero con Alba no.
-Viene pasado mañana- dio una calada al cigarro- espero con ansia a que no me encasquete otra mujer, menuda perdición.
-yo espero que te encasqueten dos ostias algún día- sonreí y salí por la puerta.

Seguramente me iba a caer una buena pero ¿Sabes que? Desde que conocí a Alba sé que tengo un pie en la tumba así que no tengo más que perder.
Subí a mi habitación y me puse a pensar, quería ir a la ciudad, allí era todo más tranquilo y no había tantos militares, además tenías más espacio personal y para hacer lo que te diera la gana, mi padre me iba a llevar a casa de nuevo, pero yo no quería ir a la ciudad con él, quería ser libre pero no con él, sé que estará buscando alguna manera de torturarme.

Necesitaba pensar un plan para ir a la ciudad sin mi padre y poder vivir algo más tranquila, pero me fallaban varias cosas en el plan, una de ellas es Alba, la necesitaba conmigo, me ayuda a ver el mundo con otros ojos, y por otro lado saber que mi padre me va a perseguir hasta encontrarme.
¿Merecería la pena escapar para ser feliz? ¿Escapar con Alba? Barajo varias ideas pero definitivamente...escapar con Alba no es una opción, ella tiene una familia aquí e ir conmigo es una perdición, además tendríamos que viajar 8 h como mínimo con este mal tiempo y nadie te asegura que llegues, no puedo decirle a Alba que confíe en mí porque sé que no va a ser posible, todo es una pesadilla.

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Empieza un poquito de salseo jeje
No olvidéis votar y comentar cada capítulo qué me encanta leeros!!!
La novela tiene varios giros argumentales ya les iréis conociendo y ya me diréis que os parecen...
Os quiero!!! ♥✨🤘

La Guerra // ALBALIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora