8. Una de cal y una de arena

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NATALIA POV

Estaba empezando a acostumbrarme a llevar un arma, hacíamos entrenamientos algún día en el patio de atrás y notaba como poco a poco me ponía más fuerte.

Salí de la casa con cuidado de que nadie me vea y fui al sitio abandonado, ya eran las 18 y supuse que me estaría esperando, efectivamente, allí estaba sentada mirando a un pequeño jardín bastante descuidado.

-Ey..- saludé con la mano y se giró al verme, me sonrió.
-hola, siento habérmela jugado esta mañana pero necesitaba verte...-se levantó tímida y me abrazó.
-¿Pasa algo?.
-No- se separó de mí y buscó algo en el bolsillo- te quería dar las gracias por esto.
-Las pastillas...- me puse triste recordando la discusión.
-perdóname Natalia, me puse muy burra y sé que solo tenías buenas intenciones...- miraba al suelo.
-perdóname tú, no sé cómo actuar no estoy acostumbrada a hacer este tipo de locuras- hice una mueca y Alba me imitó- ¿Ya está?
-No lo sé, no me esperaba que vinieras- notaba que estaba algo nerviosa.
-¿pasa algo?- pregunté al verla nerviosa.
-no me gusta ver el arma, me da miedo...- dijo tomando distancias, me la coloqué en la espalda en una maniobra.
-en realidad dispara cuernos de unicornios rosas muy afilados- bromeé- al estilo Alba.
-yo no soy así..- se acercó a mí- o igual si...

Coloqué un mechón de pelo detrás de su oreja, ¿Qué estoy haciendo? Estoy descontrolada no soy capaz de para de mirarla, esos ojos...
-a mí también me gustó mucho- confiesa a pocos centímetros- y besas muy bien.
-lo de la práctica ya sé que era una simple manera de decirme que te comiera la boca- me reí colocando mis manos en su cintura y atrayéndola más a mí.
-Vaya me has pillado ..- dijo irónicamente.

Me incliné y rocé mi nariz con la suya, quería que ella empezase el juego, y no me falló, me agarró con ansia el cuello y nuestras lenguas empezaban a bailar dentro de nuestras bocas.

Buscaba el poder, me encantaba tener el poder de sus besos, mientras metía sus manos en mi espalda la iba moviendo entre besos hacia una pared pegándola a ella de manera brusca.
-Dios..- dijo Alba ante el golpe- sigue...
No dudé en hacerlo, estaba muy caliente, estaba caliente por una chica, es increíble, nunca pensé que pasaría esto, no me lo creo ni yo.

Metí una de mis manos por su camiseta hasta llegar a sus senos.
-no utilizas sujetador...-susurré en su oído.
Me empezó a besar más fogosamente mientras masajeaba uno de sus senos, bajé mis besos a su cuello y humedecía la zona con mi lengua.
-Nat..Natalia- gemía Alba en mi oído- no dejes marcas ...

Obedecí y solo pasaba la lengua, acaricié su segundo pecho y Alba agarró mi culo pegándome a ella.
-ah..- solté un jadeo por su acción.
Cogió una de mis manos que agarraban su culo y me la colocó en su entrepierna, se inclinó a mi oído y me susurró.
-fóllame...-suspiró- fóllame duro.

Su voz, tan sensual, rasgada, me limpiaba el alma con cada fonema, desabroché su pantalón y ella nos tapaba con mi chaqueta militar.
Metí mi mano en su ropa interior y para mi sorpresa estaba muy mojada.
-joder Alba ...- la besé el cuello y empecé a masajear su clítoris, nunca había estado con una chica, no sabía si lo estaba haciendo bien, pero los gemidos de Alba no me fallaban, me guiaba por ellos.

Después de masajear un rato, metí dos de mis dedos y Alba arañaba mi espalda por debajo de mi camiseta.
-Si...vamos- gemía en mi oído y yo ahogaba mis jadeos con su cuello.
Aumentaba el ritmo de mis dedos haciendo que Alba se estremeciera y diera pequeños saltos por el contacto.

Me pegué más a ella y pasé mi brazo entre el muro y su lumbar pegándola más a mí y metiendo otro dedo dentro de ella.

ALBA POV

La manera en la que me agarraba y metía y sacaba sus dedos era magistral, notaba como me hacía presión contra el muro y eso me encendía más, esta Natalia me encanta, la dura, la sexi, me encantaba la manera en la que me empotraba, me sentía agusto y como para no, me iba a correr en apenas unos segundos.
-Al..alba- ahogaba sus gemidos en mi cuello-
-Si...si Nat fóllame- susurraba en su oído sabía el efecto en ella y aumentaba el ritmo.

Entonces paró en seco y me tapó la boca, me asusté.
-¿Natalia estás por aquí?- preguntaba alguien, me asusté mucho, Natalia apartó su mano dentro de mí y se limpió con un trapo que sacó de su chaqueta, me peiné en menos de 10 segundos y alguien estaba detrás de ella, me tapaba al ser tan alta pero lo sentía.
-¿Qué haces Natalia?- preguntó el hombre.
Natalia me miró aterrorizada, tenía que pensar algo rápido, saqué las pastillas del bolsillo y se las di en el pecho.
-Nada, esta chica tenía pastillas- notaba su nerviosismo y como su pecho subía y bajaba fruto de la adrenalina y el sexo.
-Que bien, ¿Algo más?- preguntó acercándose a nosotras.
Sabía que algo se intuía, así que pensé rápido, Natalia se giró y me miró, la susurré que me pegara, si me pegaba iba a ser muy creíble, me negaba con la cabeza pero por una vez recé para que lo hiciera, si nos pillaba estábamos muertas.

-¿Natalia?- preguntó el hombre que sujetaba un arma, igual que la de Natalia.
No me lo esperaba y noté un fuerte golpe en mi lado izquierdo de la cara, caí al suelo, todo lo veía nublado y borroso.
La figura de Natalia estática frente a mí con una pistola en la mano me asustaba, pero me dolía la cabeza y notaba algo de sangre corriendo por mis mejillas.

-Esta puta a intentado hacer algo conmigo, me intentaba chantajear y que la metiera mano- dijo Natalia seria, se giró a ver a su compañero.
-Ya veo, me dejaste claro cuando te besé que no querías nada de esto- el chico se empezó a reír y los dos se fueron riendo de allí, dejándome tirada.
-Ya lo sabes, las personas están muy desesperadas, nunca haría eso- dijo mientras se iba.
-una de cal y una de arena- intenté decir pero no me salían las palabras.

¿Era cierto? ¿Estaba jugando conmigo? Sus palabras me dolían, mucho, estaba enfadada, muy enfadada, era un estúpido juego para Natalia, no quiero verla más, si tan puta soy veremos cuánto aguanta mi venganza, porque nadie juega con Alba Reche, nadie.

Me intenté levantar varias veces pero perdía el equilibrio, me apoyé en la pared y me llevé una mano a la cara, parecía que sangraba por varias partes, intenté llegar hasta casa pero se me nublaba la vista, a penas estaba a 4 metros de la puerta y caí, no podía levantarme, me entraba sueño y escuché como alguien abría la puerta y gritaba mi nombre, no podía abrir los ojos, solo notaba como me cogían y me metían dentro de mi casa, me desmayé.

NATALIA POV

Quería volver, me había pasado cuatro pueblos con Alba, le di con la culata de la pistola en la cabeza, que bruta que soy joder, con un tortazo bastaba, noté como sangraba y balbuceaba pero me fui con Mikel.

Llegamos a la casa sin compartir apenas palabras.
-¿Estás bien?- me preguntó.
-Claro, de puta madre- hice una sonrisa falsa y caminé hacia mí habitación, Mikel agarró mi brazo.
-Menuda ostia la has dado, sí que debe de haber intentado algo contigo porque vaya ostia, tumbada y sangrando- se empezó a reír y a mí no me hacía ni puta gracia, me aparté de su agarre y le empujé.
-¿Estás bien?-
-No entres a mi habitación nunca más- me distancié y me apoyé en la ventana de mi habitación.

Mikel tenía razón, la había dado muy fuerte ... JODER putos nervios, casi me pillan follando y encima con una chica, y encima del otro bando, nada podía salir peor, y voy yo, y le la pego con la culata del arma hay que ser burra.
¿Estará bien? Me preocupa haberla dejado sola y sangrando, necesito verla, que esté bien...

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¿Qué tal? Jejeje
Preparaos porque los próximos capítulos van a ser canela en rama.
Os quiero!!! ♥🤘

La Guerra // ALBALIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora