La Guerra // ALBALIA

10. Guerrilleros

NATALIA POV

Cogí el arma, me coloqué mi traje militar y bajé, nos subimos en la parte de atrás de la furgo, conducía Aaron y llegamos a la plaza.
Estábamos tranquilos esperando detrás de la furgo con ella aparcada, no había movimiento, algunos hablaban entre ellos pero yo permanecía callada mirando al frente al lado de Mikel.

Noté unos pasos y me giré hacia la fuente, Alba, es Alba, veo su cabeza vendada y me vengo abajo, la he destrozado, espero no haber dejado cicatrices en su cara, me encanta cada uno de sus centímetros.
Lleva una jarra y rellena el agua, levanta su mirada y me ve, aparta la mirada y sigue con la fuente, está enfadada, y con motivos.

-¿Te pasa algo con ella?- pregunta Mikel haciendo que pare de mirarla.
-No, ¿que va a pasar?- intenté salvar la situación.
-Nada, no sé- dejamos la conversación ahí, pero entonces noté algo raro, a lo lejos notaba movimientos extraños, algo no iba bien, me giré en dirección a Alba que seguía en la fuente y pude ver movimiento en algunos matorrales a escasos 100 m de ella.
-Mikel- digo examinando cada calle.
-mmhmm-
-mira a la derecha, hay movimiento, alguien se mueve por ahí- dije disimuladamente.
-será algún animal-
-Mikel hazme puto caso- quité el seguro del arma- pasa algo.
-¿Qué va a pasar?- preguntó serio- ostia.
-¿ostia que?- le pegué un codazo para que respondiera.
-mira allí- vi a unos 100 metros de Alba alguien con un arma, podía distinguir el cañón del arma.
-¡Joder!- bajé de la furgoneta corriendo en dirección a Alba.

-¡Alba!- corría hasta llegar a ella, a solo 50 metros, ella me miraba extrañada pero no me hacía caso, llegué y paré su marcha.
-Natalia déjame en paz- se deshizo de mi agarre.
-para, pasa algo raro- dije susurrando
-¿Qué dices?- preguntó extrañada.

Levanté la vista en dirección a la furgo y vi como venía el comandante, y como caía al suelo, un fuerte estruendo retumbó en toda la plaza, Mikel empezó a correr en nuestra dirección, estábamos en medio de la calle.
-¡CÚBRETE!- gritaba Mikel mientras disparaba a varias personas armadas que venían desde la dirección del comandante que era auxiliado por mis compañeros.
-¡CORRE!- grité a Alba agarrándola del brazo yendo a la fuente de nuevo.
Se escuchaban un montón de disparos, de todas direcciones y noté un fuerte calor en mi hombro.
-¡Joder!- gritaba mientras me agachaba con Alba detrás del muro de la fuente, ella me miraba asustada.
-¿¡Natalia que pasa?!- preguntaba Alba, yo solo observaba como a escasos metros impactan balas en el muro.
-¿¡NATALIA!?- me empujó y reaccioné
- rebeldes, guerrilleros- dije rápido asomé un poco mi cabeza y pude ver a varias personas acercarse con armas y disparando a nuestra posición.
Me levanté y con todo mi valor empecé a disparar, ellos o nosotras, solo pensaba en eso.

Se escuchaban un montón de disparos y cada vez venían más guerrilleros.
-Natalia...- se abrazó a mí preocupada.
-¿Qué pasa?- pregunté con 4902 ojos.
-tú- dijo tocando mi hombro.
-¡Ahh!- chillé por su contacto.
-te han dado Natalia- dijo mientras buscaba algo en sus bolsillos, me giré y lo vi, en el hombro, uno de los pocos sitios donde no llevaba chaleco antibalas, estupendo...

Me volví a empuñar el arma, ahora con más dificultad y disparé, di a varios de ellos que se retiraban, nos estaban acorralando.
-tenemos que salir de aquí- me miró muy asustada.
-¿has escuchado lo de que el capitán es el último en abandonar el barco?- seguía disparando- pues no me voy de aquí hasta que caigan uno de los bandos.
-Deja de ser tan gilipollas y vámonos- me cogió la mano.
Intenté girarme pero un dolor agudo proveniente del hombro me volvió a dar, me senté en el suelo.
-Joder joder joder- miraba mi americana, se empezaba a llenar de sangre, mala pinta.
-¡Vámonos por favor!- notaba como le caían algunas lágrimas, recapacite varios segundos y me rendí, no podía empuñar un arma tan pesada sin uno de mis hombros.
-¿Dónde vamos?- pregunté colocando el seguro del arma y escuchando las balas impactar a escasos metros nuestros.
-¿Puedes andar?- me preguntó mientras me miraba.
-Si-
-sigueme- se levantó y salió corriendo en dirección a un camino de tierra, yo salí detrás de ella esquivando las balas y agarrándome el hombro como pude, bajamos y tropecé varias veces.

-¡Un poco más!- gritaba Alba que iba 5 metros delante de mí, bajaba la cuesta como si llevase toda la vida haciéndolos- entra.
-¿Qué?- pregunté mirando una cabaña de madera hecha mierda.
-¡Que entres coño!-
-vale vale...

Llegué al final de la cabaña y me senté apoyada en la pared de madera.
Observaba a Alba mirar con cuidado si alguien nos había seguido pero cerró la puerta.
-estamos bien de momento- se acercó a mí- ¿cómo estás?
-necesito que hagas algo por mí- me quité el arma y ella me ayudó con la americana, mi camiseta blanca estaba llena de sangre por la zona de la bala.
-Dios...- Alba miró para otro lado y luego fijo su mirada en mi.
-Alba, dime si hay agujero de salida-
Se acercó y apartó mi camiseta por la espalda y suspiró.
-Hay, hay agujero- estaba bastante nerviosa- ¿Qué significa eso?
- que puede que no muera hoy- solté una pequeña risa y volví a la realidad- necesito que tapones mi herida, con trapos limpios, gasas...lo que sea.

Alba se levantó y busco entre un montón de trastos de la cabaña, se acercó con un botiquín.
-¿que necesitas?- me preguntó.
-una aguja, hilo, y alcohol- dije con cierta molestia, me dolía bastante.
-¿Qué vas a hacer?- preguntó atónita.
-Voy a curarme- vi su cara de pánico y como dejó las cosas en el suelo- no pasa nada Alba.
-ya ya...no..no estoy acostumbrada a esto- señaló el lugar- a sentir miedo a morir.
-no te preocupes, yo tampoco- agarré como pude el hilo y me tumbé- hazme un favor.
-¿Si?- notaba el miedo inyectado en su mirada-
-necesito que me pongas un pañuelo en la boca, y si quieres no mires.

ALBA POV

Le puse un pañuelo en la boca y no entendía el por qué, me aparté un poco y lo entendí todo.

Intentaba coserse a sí misma y ahogaba su dolor contra el pañuelo de su boca, ahogaba sus gritos contra él, me dolía muchísimo todo esto, su dolor, el mío, no saber cómo está mi familia si también les han atacado a ellos, y aquí estoy, en la antigua cabaña de la huerta, a unos 150 m de la plaza, bastante alejadas del conflicto.

Me acerqué cuando vi como cortaba el hilo con las manos temblorosas y dejaba caer su cabeza contra la madera.
-siento que tengas que ver esto- me dijo secándose las lágrimas- necesito que me eches el alcohol en la herida, por favor...
Me acerqué y lo hice, con cuidado pero aún así Natalia ahogaba sus gritos con el pañuelo.

-lo siento- dijo de nuevo.
-esto no es culpa tuya, es el gobier...- me interrumpió.
-siento lo del otro día- su voz temblaba- fui gilipollas y me pasé 4 pueblos Alba
-ya...- seguía algo enfadada, es normal, me llamó de todo.
-las cosas que dije no iban enserio- suspiró- me entró miedo y actúe sin pensar demasiado.
-mira da igual- notaban como le caían lágrimas y me dolía verla así- estamos peor ahora..
-¿que tienes?- preguntó
-me abriste la ceja y una herida en el pómulo- me senté al lado de ella.
- lo siento de verdad, no sé qué me pasó...
-Natalia te acaban de atravesar el hombro y ¿sigues pensando en lo del otro día?-
-no quiero que te enfades conmigo, solo es eso- dijo bostezando.

Estuvimos sentadas un buen rato, los disparos seguían sonando y ya no había luz, la luna iluminaba la cabaña por algún agujero en el techo y el las paredes.
-tenemos que quedarnos hasta mañana como mínimo- dijo Natalia- salir de noche es un suicidio.
-no me preocupa- me giré y la sonreí, parecía que ya no le dolía tanto y me alegraba.

Me levanté al recordar que tenía alguna sábana vieja y nos tapamos con ellas, el invierno estaba cerca y esta cabaña tiene muchos agujeros por donde entra el frío, no hay otro remedio.

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Hemos llegado a 1 K viws y os lo agradezco con este pedazo de capítulo 😏
Gracias a todas las personas que comentáis, votáis y compartís cada capítulo!!!
Os quiero!!! ♥✨🤘