25. El gran Secreto

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ALBA POV

Me terminé de duchar y volví a la habitación, había dos tipos de duchas, una individual y luego una común, Marta me dijo que la individual la usaba solo Natalia pero que yo la podía usar, la verdad que no es por hacer el feo pero prefiero ducharme en intimidad.

Llegué a la habitación y Natalia dormía plácidamente boca arriba, Marta me miraba sonriente desde su cama, dibujaba algo.
-venga Nat... despierta- acaricié su mejilla.
-así no se va a despertar, es una marmota- dijo Marta que cogió un cojín que lanzó desde su cama dando en la cara a Natalia que se despertó asustada.
-¡¿Pero qué cojones?!- gritó Natalia, yo solo me reía- ¿Alba?
-Ha sido Marta, yo no quería despertarte así- dije intentando parar mi risa.
-Parece que Alba no conoce la marmota Natalia- dijo Marta levantándose de su cama- voy a desayunar.

Nos levantamos juntas y desayunamos un poco, después de saludar a todas, Natalia me llevó a un pasillo.
-Tenemos de todo- dijo señalando una puerta- este pasillo es como el de abajo pero la zona del comedor de abajo aquí es una sala con sofás y poco más.
Asentí con la cabeza y nos íbamos moviendo.

-aquí está la terraza- señaló una habitación al lado de ella- y este un mini gimnasio, solo lo usamos Julia, Famous y yo, como puedes adivinar el deporte no va con María.
Andamos hasta una puerta metálica bastante rara.
-esta es la sala de curas, si pasa algo pues aquí tenemos de todo, cuando digo de todo, es de todo- dijo misteriosamente- ¡Ah! Tengo una sorpresa...

Me cogió de la mano y paró en frente de otra puerta, la abrió y entré con ella, era una mini oficina, tenía una librería a cada lado de la habitación, una mesa en medio y un sofá detrás de ella, un ventanal enorme encima del sofá iluminaba la sala.
-¡Alaaa!- dije realmente emocionada- ¡qué guay!
-Vi que te gustaba leer y pues...aquí tienes todos los que quieras, así no tienes que coger los de Marta.

Me acerqué tocando las estanterías repletas de libros, me quedé atónita, noté unos brazos por detrás y la cabeza de Natalia en mi hombro.
-me encanta- dije tocando los libros.
-a mí me encantas tú- dijo sonriendo, me giré y la besé.

Un beso cálido, suave, silencioso pero juguetón...y cada vez más fogoso, necesitado, caliente.
Natalia me giró para quedar delante de ella y me agarró del culo y me subió a la mesa del centro de la sala.
-me gustas tanto Alba...- dijo entre besos.
-me encantas- dije mientras besaba su cuello.
-pero...- interrumpió los besos.
-¿Estás bien?
-No sé cómo se hace esto...no sé cómo hacerte el amor Alba...- estaba viendo una nueva faceta de Natalia, una Natalia tímida y vulnerable, acuné sus mejillas.
-yo te guío, y ya está...

Volví a besarla fogosamente, mi lengua buscaba el poder pero la de Natalia era más fuerte, más determinante. Me quitó la camiseta y al no llevar sujetador la noté nerviosa.
-A mí no me gusta mi cuerpo Nat, todas escondemos inseguridades...- la acaricié para tranquilizarla, realmente esta es la primera vez que me ve desnuda.

Me volvió a besar y colocó sus manos en mi culo, me acercó a la orilla y yo abrí mis piernas inconscientemente.
-Joder Alba- dijo con la respiración entrecortada- me vas a matar.
Me quitó los pantalones y la notaba algo insegura así que cogí una de sus manos y la posé en uno de mis senos.
-Yo te dirijo tú disfruta....

Empezó a lamer mi pezón y puso su mano en mi clítoris, gemí por el contacto y ya sin bragas me tumbé en la mesa mientras Natalia de pie con su torso en el mío masajeaba mi clítoris.
-Ma.. más rápido N..Nat- dije entre gemidos, me obedeció y empezó a lamer mi cuello, metió un par de dedos dentro de mí haciendo que me corriera como nunca, esto también era nuevo para mí y no podía disfrutarlo más.

Me reincorporo y me quedo sentada en la mesa, me lancé a la boca de Natalia y me bajé de la mesa dirigiéndola al sofá que había detrás, la senté empujándola y me coloqué encima, una pierna en cada lado, apoyada en el respaldo del sofá con mis manos.
-Quiero jugar contigo...- logré decir gracias a la adrenalina del sexo.

NATALIA POV

Empezó a mover sus caderas haciendo círculos, su sexo rozaba con el mío y el placer me abrumaba.
-Estoy muy cachonda Alba- la agarré del culo apretándola más a mí zona, notaba como se humedecía, Alba se apartó y de una maniobra me quitó los pantalones y las bragas, volvió al sitio original y siguió con sus movimientos, no paraba de besarme y cada vez notaba más palpitaciones en mi zona.
-te..te necesito- dije entre gemidos.

Alba se bajó de mis caderas y me abrió las piernas dejándome impresionada, se notaba que sabía lo que hacía, apartó con sus dedos mis labios y me miró de nuevo.
-hinchadito me lo tienes y no me dices nada...- colocó su cabeza en mi clítoris y con su lengua empezó a besar mis humedades, si el cielo existe, tiene mucho que envidiar de mí ahora mismo.

Succionó mi bulto hinchado y gemí.
-Alba..Si...- gritaba desesperada
-prepárate...- me dijo antes de meter dos de sus dedos dentro de mí y empezar a lamerme entera.
La agarré de la cabeza para que no se desplegará y con mi otra mano arañaba el sofá.
-Si...si Alba- empecé a mover mis caderas casi por reflejo en la boca de Alba, necesitaba más, estoy en un estado de lujuria máxima- me corro...

Alba metió su lengua dentro de mí y llegué al orgasmo casi instantáneamente, succionó mis restos y se sentó a mi lado.
-¿Ves? No es tan difícil...- dijo besando mi hombro.
-joder Alba...eres increíble...- afirmé y vi como se ruborizaba de nuevo, me cogió de la mandíbula y me besó apasionadamente.

-¿Cuando has aprendido todo esto?- pregunté
-Antes de la Guerra tuve un par de novias
-¿Qué pasó?- pregunté de nuevo
-Una de ellas era mi mejor amiga y nos dimos cuenta de que no nos queríamos de esta manera y la otra pues..-suspiró- me gustaba mucho pero se veía con un tío a mis espaldas, me sentó fatal, mi padre siempre decía que no era buena chica, si le hubiese hecho caso...
-bueno, ahora estás conmigo, y te quiero- nos abrazamos y besamos de nuevo.

-Me tengo que ir después de comer- dije después de separarnos del beso.
-¿Y dónde vas?- acariciaba mi abdomen.
-No..yo...no te lo puedo decir- dije seria, Alba me miró.
-me prometiste que no me ibas a mentir Natalia- dijo seria.
-no te miento pero no puedo contártelo de verdad...- intenté que no se enfadara pero claramente no lo estoy consiguiendo.
-No conozco a nadie, no he estado en la ciudad nunca ¿Y no me lo puedes contar?- dijo notablemente enfadada.
-No es eso Alba yo..-me interrumpió.
-Vete a lo que tengas que hacer- se levantó y se empezó a vestir.
-Alba..por favor..- no me hacía nada de caso.
-Natalia, no voy a discutir, déjame, si no puedes contármelo pues no me cuentes nada- salió de la habitación de un portazo, estaba muy frustrada por todo esto, acabo de tener la mejor sesión de sexo de mi vida y voy y la cago

Me levanto y me visto, aviso a María de que me voy y así lo hago, antes de lo que debería pero salgo.
Me pongo la capucha y un pañuelo para que nadie me reconozca y me dirijo a mi antiguo estudio, lo usaba antes de que la guerra empezase.
Me pasé por un stand de bocadillos y cogí un par, volví a retomar mi caminó.

Crucé un montón de calles y subí hasta la puerta del estudio, llamé y ahí estaba él.
-Hola Natalia, ¿Qué tal?- dijo Miguel, el padre de Alba.
-Mal, muy mal, aquí tienes tu comida- lo dejé en una mesa y me tumbé en el sofá.

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PAAAAM SIN ANESTESIA!!!
¿Qué pensáis? ¿Os sorprende esto?
Espero que os esté gustando y contadme qué opináis mediante los comentarios ¡Leo todos!
Os quiero!!! ♥🤘

La Guerra // ALBALIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora