No puede creerlo.
Bae no entiende la facilidad que tienen los demás para desprenderle de los brazos de sus papis y apretar sus mofletes, como si no le doliera por el hecho de ser un bebé.
En su trabajo por ignorar a las parejitas que se acercaban con intenciones de cargarle, soltó un guantazo en la botella de su tío Jin y el agua salpicó en el rostro inmaculado de JungKook, causando un sobresalto y las risitas de las chicas que lo presenciaron.
Pero aún así, Bae no estaba satisfecho.
—Bae. —Su papi JiMin habló, luciendo ya un poco fastidiado por sus berrinches. —Solo espera un poco mas y podremos irnos a casa ¿bueno?
Bae gimoteo, golpeando el vientre de su papá con sus pequeños pies y sollozando cuando los gritos le asustaron mucho mas.
—Se despertó de golpe, creo que.. ven. —Su papá YoonGi le tomó en brazos, acomodándolo y golpeando su espaldita con cariño. —Duermete, anda.
"Ño."
Pero la posición era buena y los golpecitos en su espalda le arrullaban, junto a la calidez cercana de sus papis.
Bae sujetó lo que pudo de la chaqueta de JiMin y la encerró en su puñito, decidido a que no podía dejar que alguno se le escapara. Sus papis eran muy bonitos y cualquiera podría robarlos, o algo así dijo el tío TaeTae.
Sorbiendo de su pequeña nariz, el bebé cerró lentamente sus ojitos y sonrió cuando su tío JungKookie estornudó.
"Delicadito."
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¡Darling! © YoonMin
FanfictionBae era un bebé que conocía sus límites. Nació en medio de la fama, siendo Park JiMin y Min YoonGi sus padres, ambos miembros activos de la banda de kpop mundialmente conocida; BTS. Por supuesto, Bae conocía sus limites. Y sacar de quicio a sus tíos...